La Gomera, quizás, no sea la isla canaria más conocida y la que más turistas acapara cada año, pero sí es una de las más sorprendentes y que más paraísos esconde. Se encuentra a menos de una hora en barco de Tenerife y ha conseguido mantenerse como un destino alejado del turismo de masas.

En La Gomera se podrá acceder a territorios vírgenes, enclaves naturales milenarios y vivir al ritmo de sus pueblos y sus gentes. Desde algunos puntos de la isla también se pueden divisar parcialmente las siluetas de La Palma y Tenerife, con el majestuoso perfil del Teide como telón de fondo.

Pero el potencial de esta isla es todavía mayor. En ella se encuentra el Parque Nacional de Garajonay, declarado en 1981 como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. A continuación, podrás descubrir algunos de los rincones más mágicos que podrás vivir en este paraíso canario, donde el verde y el azul son dos de los grandes protagonistas.

El terreno abrupto, con los continuos desniveles, es una gran característica para observar y vivir en La Gomera. Así, hay un gran número de miradores desde los que se ofrecen las mejores vistas de la isla. Entre los mejores destacan: el mirado Morro de Agando, el mirador de Los Roques y el mirador del Alto de Garajonay. Desde ellos se ofrecen unas vistas de infarto que no dejarán a nadie indiferente.

Como destino canario que es no merece que sus playas sean olvidadas. Playas vírgenes, la gran mayoría de arena negra volcánica -aunque se puede encontrar alguna de arena blanca-, con aguas limpias y claras… Pequeñas calas y playas desiertas… Todo un paraíso que no puedes perderte. Algunas de las más destacadas son: Playa de Vueltas y La Calera (en el Valle Gran Rey), Playa Alojera (en Vallehermoso), Playa de Santiago (en Alajeró) o la Playa del inglés (en San Sebastián de La Gomera).

Conviene darse un chapuzón también en la piscina natural de Hermigua, una gran piscina de agua transparente construida entre las rocas volcánicas de forma natural. Además, de ella se ofrecen vistas a un enorme pescante abandonado hace más de 60 años.

El emblema natural

La insignia natural de la isla es probablemente el Parque Nacional de Garajonay. Aunque hay carreteras salpicadas por miradores que recorren parte de este espacio protegido, no debes quedarte ahí. Debes adentrarte en sus bosques, caminos y sendas haciendo rutas senderistas para apreciar la gran belleza del paisaje dominado por bosques milenarios de Laurisilva canaria.

Algunas de las rutas senderistas más reseñables son el sendero de Las Creces, el Raso de la Bruma y Las Mimbreras. Estas tres son cortas, sencillas y no requieren de grandes esfuerzos y preparación. Entre sus miradores imprescindibles están el mirador Morro de Agando, el de Los Roques y el Bailadero.

No deben faltar tampoco paseos por otros paisajes, como el de Bancales, resultado de siglos de transformación de sus barrancos para el cultivo de la vid, el plátano y el tomate, o barrancos como el de Guarimiar y Benchijigua aunque exigen una preparación, lo que no es accesible para todos los públicos.

La capital y otras poblaciones

Pero no todo en La Gomera es naturaleza, también tiene un gran potencial en sus pueblos. En San Sebastián de La Gomera, capital de la isla, se pueden encontrar coquetas casas de colores y sus típicos balcones y ventanas de madera. Fue desde su puerto por donde pasó en su primer viaje a lo que creía que eran Las Indias. Además, tiene otros monumentos, como la Iglesia de la Asunción, la Ermita de San Sebastián o la Casa de la Aguada.

Otros pueblos destacados son Alajeró, un territorio donde la principal actividad radica en los cultivos y el pastoreo, Agulo, que ofrece uno de los cascos antiguos mejor conservados del archipiélago o Hermigua, hogar de la laurisilva y con lugares icónicos como el bosque de El Cedro.

No se puede hablar de La Gomera sin mencionar algunos de los platos fuertes de su gastronomía. El almogrote es una crema hecha con queso curado, pimienta picota, ajos, aceite y sal que se utiliza como aperitivo untado en pan; el caldón de gofio, aunque no es exclusivo de la isla, sí debes probar su variedad. Es una cazuela con gofio, carne, pescados, verduras y queso. Entre los postres hay que probar el guarapo, producido en la isla desde hace siglos y elaborado a base de la savia de palma una vez cocina a fuego lento.

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