El hijo de Luis le reveló que desea convertirse en oficial de caminos cuando sea mayor.

El hijo de Luis le reveló que desea convertirse en oficial de caminos cuando sea mayor. Dylan Martinez Reuters

Estados Unidos

El inédito oficio que estos hermanos de origen latino decidieron seguir en California: “Siempre lo quise hacer y nunca se me quitó la ilusión”

Luis, Eduardo y Alejandra se desempeñan como oficiales de caminos.

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La historia de tres hermanos de origen latino ha llamado la atención en California por un motivo poco común: todos eligieron la misma carrera dentro de la Patrulla de Caminos del estado (CHP, por sus siglas en inglés). Luis, Eduardo y Alejandra Quintero decidieron unirse a la corporación en distintos momentos de su vida, pero con un mismo propósito: servir a la comunidad y reforzar la seguridad en las autopistas del Estado Dorado.

Un camino abierto por el hermano mayor

En una entrevista con Telemundo, Luis Quintero reveló que fue el primero en vestir el uniforme de la CHP. Con apenas un par de años de experiencia en Golden Park, su dedicación lo llevó a desempeñar un rol que jamás imaginó: portavoz de la institución.

Para él, trabajar en una de las agencias de seguridad más grandes del país se convirtió en la realización de un sueño que había tenido desde joven. Esa decisión inicial fue la chispa que más tarde motivaría a sus hermanos.

Eduardo, formado como ingeniero civil, no tardó en dejar su carrera técnica para seguir sus pasos. La posibilidad de patrullar junto a Luis añadió un valor especial a su elección, convirtiendo sus turnos de trabajo en una experiencia compartida que combina profesionalismo y lazos familiares. La rutina de vigilar las carreteras, escuchar música en el auto oficial y enfrentar situaciones de riesgo los une de una forma distinta a cualquier otra.

La fuerza femenina en la patrulla

Alejandra, la menor, se sumó tiempo después y asumió el reto de ser mujer dentro de un ámbito en el que la presencia femenina apenas alcanza el 6%. Consciente de ese panorama, decidió ingresar a la CHP no solo por vocación, sino también para inspirar a otras jóvenes a no descartar un camino similar. “Me da gusto enseñar que una mujer también puede hacer lo que ellos pudieron hacer”, comentó en entrevista con Telemundo.

Su incorporación significó un paso más en la consolidación de un legado familiar que va más allá del uniforme. Hoy, los tres hermanos representan no solo a la corporación, sino también a la comunidad latina que encuentran en las calles y que muchas veces necesita orientación y apoyo en momentos críticos.

Más allá del uniforme

La experiencia de los Quintero demuestra que su trabajo no termina al patrullar. En situaciones de accidente o confusión legal, el hecho de compartir idioma y cultura les permite acercarse a la población hispana con empatía. Luis lo resume así: cuando atiende una emergencia y encuentra a familias latinas desorientadas, se siente reconfortado al poder explicarles el proceso y acompañarlos en esos momentos de incertidumbre.

Esa vocación de servicio tiene también un matiz personal. Luis, padre de un niño de 12 años, cuenta que su hijo ya le ha dicho que quiere seguir el mismo camino. “Me dice que él va a ser de la Patrulla y que vamos a trabajar juntos”, comentó con orgullo, señalando que la historia de los Quintero en la CHP podría extenderse a una nueva generación.

Con trayectorias distintas, pero unidas por la misma convicción, Luis, Eduardo y Alejandra muestran que la representación latina dentro de las fuerzas de seguridad no solo es posible, sino necesaria. Su caso refleja cómo la determinación individual puede transformarse en un proyecto familiar y comunitario al servicio de la sociedad.