Deivy reveló que buscará la manera de volver en cuanto antes con su familia en Florida.

Deivy reveló que buscará la manera de volver en cuanto antes con su familia en Florida.

Estados Unidos

Un inmigrante cubano se autodeporta mientras su hija espera una cirugía a corazón abierto: "Veo a la niña llorando"

Deivy arribó recientemente a su natal Cuba donde habló respecto a la separación de su familia.

Más información: El lamento de un exsoldado deportado de EE.UU: “No podré estar en el funeral de mi madre ni en la boda de mi hija”

Publicada

La historia de Deivy Alemán Oropesa, un inmigrante cubano de 40 años, ha puesto en tela de juicio, una vez más, la compleja intersección entre las decisiones migratorias y la vida familiar en Estados Unidos. Y es que luego de recibir un ultimátum del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), decidió regresar a Cuba de manera voluntaria, en medio del complicado proceso médico en el que se encuentra su hija quien padece una grave condición cardíaca.

La decisión de salir de Estados Unidos

De acuerdo con lo revelado en una entrevista a Telemundo, Alemán llevaba siete años en el país después de haber cruzado la frontera de manera irregular y tener pendiente una orden de deportación.

Según relató, ICE le dio dos opciones: abandonar el territorio o enfrentar detención prolongada y la posibilidad de ser enviado a un tercer país. Para evitar esa experiencia, que ya conocía de primera mano tras haber pasado más de un año detenido, optó por comprar un boleto y regresar a La Habana.

Antes de partir, explicó que se trataba de una salida “voluntaria, pero en contra de su voluntad”, ya que implicaba dejar atrás a su esposa e hija en Florida. Según lo relatado al mismo medio, la despedida de su familia, en el aeropuerto de Miami, estuvo marcada por la incomprensión de la niña, quien lloraba sin entender por qué su padre debía irse en medio de una complicada situación médica que involucra su sistema cardiaco.

La salud de su hija y la carga para la familia

Según Alemán, la pequeña Keira, de apenas dos años, nació con una malformación en la válvula tricúspide y ha sido sometida a múltiples intervenciones, incluidas dos cirugías a corazón abierto. Los médicos han advertido que en el futuro necesitará un trasplante y que requerirá más procedimientos quirúrgicos en el corto plazo.

La situación médica exige atención constante, lo que llevó a su madre, Yisell Sarduy, ciudadana estadounidense, a dejar su empleo y dedicarse al cuidado de la niña.

La separación agrava la presión económica sobre la familia. Sarduy reconoce que el ingreso del padre era el principal sostén del hogar y ahora enfrenta sola los gastos médicos y de vivienda. En declaraciones a Telemundo, explicó que teme no poder cubrir todas las necesidades básicas mientras acompaña a su hija en el proceso de recuperación.

Un díficil regreso a Cuba

Ya en La Habana, Alemán contó que mantiene contacto diario con su familia en Florida, aunque confiesa que ver a su hija llorando en videollamadas le resulta devastador. Aun así, asegura que su prioridad es que ella reciba la atención médica necesaria y espera encontrar una vía legal para regresar.

Su esposa inició un trámite migratorio a través de la petición familiar I-130, que reconoce el vínculo matrimonial con un ciudadano estadounidense. Sin embargo, además de este proceso, el cubano deberá solicitar un perdón migratorio para regularizar su situación y tener una oportunidad real de reunificación.

Mientras tanto, la familia ha pedido apoyo a legisladores y expuesto públicamente el caso como un ejemplo de urgencia humanitaria.