Manifestantes pro inmigrantes, grupos ambientalistas, defensores de los Everglades, miembros de la comunidad nativa americana Miccosukee y residentes se reúnen afuera del Aeropuerto de Entrenamiento y Transición Dade-Collier contra el próximo centro de detención estatal "Alligator Alcatraz" de ICE en Ochopee, Florida, EE. UU., el 28 de junio de 2025.
Esta es la ciudad de Florida que puso fin al acuerdo entre ICE y policía local: “Los migrantes mantienen viva esta ciudad”
El fiscal general de Florida mostró su descontento con la decisión argumentando posibles sanciones al poblado.
Más información: ICE da una contundente advertencia de última hora a los migrantes que no asistan a su cita: "Te encontraremos"
Mientras gran parte de Florida endurece su política migratoria, la comunidad de Key West optó por romper con la estrategia estatal. En una decisión sin precedentes en la región, las autoridades locales votaron a favor de cortar formalmente todo vínculo operativo con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), distanciándose del acuerdo federal que permitía a la policía actuar como brazo migratorio.
Key West marca un precedente en Florida
El voto, emitido el 30 de junio de 2025, fue aprobado por amplia mayoría: seis de los siete comisionados se pronunciaron por anular el convenio conocido como 287(g). Este acuerdo, vigente hasta entonces, otorgaba a agentes locales la facultad de colaborar con el ICE en la identificación y detención de personas migrantes.
El cambio no solo implica la cancelación del pacto, sino también la prohibición explícita de firmar acuerdos similares en el futuro, reafirmando un enfoque centrado en la protección comunitaria.
Durante la sesión, de más de dos horas, el ambiente estuvo marcado por la presencia activa de vecinos que manifestaron su apoyo a la iniciativa con camisetas que decían: “Los migrantes mantienen viva esta isla”.
El comisionado Sam Kaufman, uno de los promotores de la moción, señaló que la medida busca reforzar la confianza entre la población y sus autoridades, evitando que el miedo a una deportación erosione la colaboración ciudadana.
La respuesta del gobierno estatal no se hizo esperar
Tras la decisión, la postura del gobierno estatal no se hizo esperar. El fiscal general de Florida, James Uthmeier, reaccionó con firmeza, advirtiendo que podrían tomarse medidas legales contra los funcionarios que aprobaron la ruptura.
Según reportes de Florida Politics, no se descarta la posibilidad de iniciar procesos para su remoción del cargo, argumentando que la decisión viola disposiciones estatales que impiden la creación de “ciudades santuario”.
En ese contexto, Key West se coloca en una posición desafiante frente al aparato estatal, convirtiéndose en la primera ciudad de Florida en desobedecer abiertamente una política migratoria promovida por el gobernador.
Para muchos residentes y organizaciones defensoras de derechos humanos, esta determinación representa no solo un acto de soberanía local, sino también un mensaje de solidaridad con las comunidades migrantes.