El pequeño pueblo de Florida donde se puede nadar con manatíes de forma segura y legal

En el corazón de la costa oeste de Florida, a solo 90 minutos al norte de Tampa, se encuentra Crystal River, un apacible y pequeño pueblo de poco más de 3,000 habitantes que guarda un secreto fascinante: es el único lugar en Estados Unidos donde se puede nadar legalmente con manatíes en su hábitat natural.

Nadar con manatíes: un privilegio único

Cada invierno, cientos de estos gentiles “vacas marinas” migran hacia las aguas cálidas de Kings Bay, en busca de refugio en sus más de 70 manantiales naturales. Allí, visitantes de todo el mundo llegan para vivir un encuentro cercano, seguro y respetuoso con estos animales emblemáticos de Florida.

No por nada, a Crystal River también se le conoce como la “Capital Mundial del Manatí”, y no es para menos. Entre noviembre y marzo, el Crystal River National Wildlife Refuge se transforma en un santuario viviente. Operadores autorizados ofrecen excursiones guiadas de unas tres horas, con equipo incluido (traje de neopreno, máscara y snorkel), a precios que comienzan en 65 dólares.

Los guías navegan hasta los mejores rincones de Kings Bay, donde los manatíes nadan en aguas claras y poco profundas. Si bien el contacto físico está estrictamente regulado, es posible flotar a escasos metros de ellos y observar su comportamiento tranquilo y curioso.

Quienes prefieran mantenerse secos pueden optar por una experiencia casi igual de mágica: un paseo en kayak de fondo transparente por Three Sisters Springs, uno de los lugares más bellos de la región. También hay senderos y pasarelas con vistas elevadas para observarlos desde la superficie sin entrar al agua.

Qué hacer además de nadar

• Escapadas de verano: julio a septiembre es temporada de "scalloping" (pesca de vieiras a pulmón), una actividad familiar, divertida y sabrosa.

• Paseos al aire libre: recorre el Kings Bay Riverwalk, camina por los parques o explora senderos en el Crystal River Preserve.

• Comida y bebida: desde mariscos frescos con vista al agua hasta cocina gourmet en una iglesia restaurada.

• Compras y cultura: tiendas artesanales, galerías de arte y festivales en el encantador centro histórico.

• Alojamiento para todos los gustos: resorts con acceso directo a excursiones o posadas familiares en estilo cottage.

Una joya oculta para los amantes de la naturaleza

Crystal River no es un destino de turismo masivo, y ese es justamente su encanto. Con sus aguas turquesa, riqueza en biodiversidad, y ambiente relajado, ofrece una escapada inolvidable para quienes buscan conexión con la naturaleza. Y si nadar junto a un manatí está en tu lista de cosas por hacer, este pequeño pueblo te está esperando.