
Tarta de queso.
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Ni el queso ni el molde: el sencillo truco de las abuelas gallegas para evitar que la tarta de queso se agriete
¿Quieres evitar que te salgan grietas en la tarta de queso? Este es el truco que recomiendan las abuelas pasteleras.
Más información: Así es la receta de la tarta de queso a la gallega: cremosa con una textura suave y un sabor único
La tarta de queso es uno de los postres más populares en España, donde ha evolucionado desde recetas tradicionales hasta versiones modernas y creativas. Su popularidad se debe a su versatilidad y al equilibrio entre sabores dulces y ácidos, con una textura que puede variar desde cremosa hasta más firme, dependiendo de la técnica y los ingredientes utilizados.
En el caso de la tarta de queso al estilo gallego tiene un enfoque sencillo pero delicioso que resalta el sabor del queso fresco gallego. Es famosa por su textura cremosa y ligera, que contrasta con otras versiones más densas de tarta de queso.
Sin embargo, a la hora de elaborar una tarta de queso suele ocurrir que salgan grietas, lo que estropea la presentación final de este delicioso postre. En consecuencia, ¿cómo podemos evitarlas? Las abuelas gallegas tienen el truco básico para conseguir una tarta de queso sin grietas ni roturas.

Tarta de queso.
El truco que utilizan las abuelas gallegas para conseguir que la tarta de queso no tenga grietas radica en varias técnicas de preparación y cocción. En primer lugar, es fundamental tener en cuenta la temperatura del horno.
Es fundamental hornear la tarta a una temperatura moderada, generalmente entre 150-160°C, para evitar que se cocine demasiado rápido, lo que puede causar grietas. Además, es recomendable hornearla en el centro del horno para asegurar una cocción uniforme.
Las abuelas suelen optar por una cocción lenta, usando calor indirecto o colocando un recipiente con agua en la base del horno para crear vapor. Este vapor ayuda a mantener la humedad y previene que la tarta se seque o forme grietas.
Igualmente, se recomienda evitar abrir el horno durante la cocción es crucial. Los cambios bruscos de temperatura pueden causar que la tarta se agriete al enfriarse posteriormente.
También es fundamental dejar enfriar la tarta en el horno. Un truco muy utilizado es apagar el horno al terminar la cocción y dejar que la tarta se enfríe dentro del horno con la puerta entreabierta. Esto permite que la tarta se enfríe gradualmente y evita que la superficie se agriete debido a un enfriamiento demasiado rápido.
De la misma forma, es muy importante usar un queso de buena calidad. Utilizar queso fresco de buena calidad, como el queso de tetilla o un queso cremoso, ayuda a mantener una textura suave y sin fisuras. Además, algunos agregan una pizca de maicena o harina para dar estructura sin que pierda cremosidad.
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De la misma forma, es importante no usar demasiada harina ni azúcar. Aunque algunas recetas incluyen harina o maicena, estas deben ser usadas con moderación, ya que una cantidad excesiva puede hacer que la tarta se endurezca y, al enfriarse, se agriete.
En consecuencia, estos pequeños trucos de las abuelas gallegas permiten obtener una tarta de queso gallega suave, sin grietas ni roturas, con una textura cremosa y perfecta. En definitiva, la tarta de queso perfecta.