
La isla de San Simón y el Puente de Rande desde una parroquia de Redondela (Pontevedra)
El pueblo marinero de la ría de Vigo con vistas ideales a la isla de San Simón e intenso olor a mar
La playa de esta villa de Redondela (Pontevedra) ofrece una panorámica espectacular de la ría de Vigo, la isla de San Simón y el puente de Rande
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Las villas marineras de Pontevedra conservan su esencia y se mantienen vivas sus tradiciones y costumbres hasta tal punto de llegar a ser un patrimonio en sí mismas. Caracterizadas por su cultura, gastronomía y belleza, estos pueblos merecen ser descubiertos en cualquier época del año, pues en todas ellas tienen un encanto muy especial. Existe una parroquia en el municipio de Redondela (Pontevedra) que destaca por contar con la playa más frecuentada de la localidad, la parroquia de Cesantes.
Cesantes no solo destaca por la playa que lleva su nombre, sino por presumir de unas vistas preciosas a la histórica isla de San Simón. Además, al situarse en el corazón de la ría de Vigo, también ofrece una panorámica sublime de la ría viguesa con el puente de Rande como telón de fondo. Una imagen digna de enmarcar.
Un precioso pueblo marinero
Vistas al Puente de Rande desde Cesantes, Redondela (Pontevedra)
San Pedro de Cesantes es una parroquia perteneciente al concello de Redondela, formando parte de sus 15 kilómetros de costa. En plena ría de Vigo, Cesantes es un pequeño rincón marinero que conquista a todo aquel que lo visita por su autenticidad, su esencia y su conexión tan especial con el mar.
Uno de los mayores atractivos es su cercanía a la isla de San Simón, un punto histórico que hoy también es escenario de uno de los festivales más singulares del verano, el Sinsal. Desde el puerto y el paseo marítimo, se pueden contemplar vistas impresionantes de la ría y del puente de Rande. Esta zona es ideal para llevar a cabo actividades náuticas, pero también para ver en acción a las mariscadoras, pues es una villa que destaca por mantener sus tradiciones de generación en generación.
Monumento ao Capitán Nemo
Redondela
Entre los lugares que merece la pena visitar está la ensenada de San Simón, la propia isla y una escultura curiosa que rinde homenaje al Capitán Nemo, ese personaje literario que, según la leyenda de Verne, buscaba tesoros perdidos en estas aguas tras la batalla de Rande con su submarino Nautilus. Redondela está repleta de esculturas y Cesantes también. Además de la mencionada, también es recomendable acercarse a ver el Monumento aos mariñeiros, un homenaje a diez marineros gallegos, siete de ellos hijos de esta tierra, que perdieron la vida en el naufragio de O Bahía en 2004. También, el Monumento da Virxe de Cesantes, una increíble escultura dedicada a las gentes del mar, ubicada, como el Capitán Nemo, en el entorno del arenal da Punta.
Si lo que te apetece es descansar al sol y vivir una experiencia tranquila, la playa de Cesantes es lo que necesitas. Es un arenal de kilómetro y medio de longitud con un espacio protegido dunar en vías de recuperación y un paseo marítimo para disfrutar del paisaje. También se puede optar por otros arenales cercanos, como Arealonga o Rande.
La isla de San Simón
Marea baja en la playa de Cesantes con la isla de San Simón
Cesantes preside la ensenada de San Simón y ofrece unas vistas que quitan el hipo a la isla homónima. A pesar de su pequeño tamaño (el conjunto de San Simón y San Antón mide 250 metros de ancho y 84 de largo), esta isla cuenta con una impactante y extensa historia que merece ser contada.
La isla de San Simón es un pequeño archipiélago que ha desempeñado diversos roles a lo largo de la historia. Fue un centro monástico habitado por benedictinos y templarios. En el siglo XVI sufrió saqueos por parte de corsarios ingleses, incluido Francis Drake. En los siglos posteriores, la isla se utilizó como lazareto para aislar a enfermos durante epidemias, y en la Guerra Civil Española, se convirtió en un campo de concentración y exterminio franquista, donde murieron alrededor de 250 personas en 1941. Después de la guerra, la familia Franco la utilizó como destino vacacional.
En la actualidad, es un espacio cultural y natural de gran valor. En 1999, las islas de San Simón y San Antón fueron declaradas Bien de Interés Cultural. La biodiversidad es uno de los aspectos más destacados de San Simón, pues cuenta con un "ecosistema único" que lo cataloga como una Zona de Especial Protección de los Valores Naturales y Lugar de Importancia Comunitaria en la Red Natura 2000.