La Panadería Acuña de Pontevedra inaugura sus nuevas instalaciones en el polígono de Barro
La Panadería Acuña de Pontevedra inaugura sus nuevas instalaciones en el polígono de Barro
Este espacio supone una mejora de las condiciones para los trabajadores, gracias a que se han robotizado algunas tareas manuales, como el horneado, y todas las áreas cuentan con control de temperatura, por lo que la exposición al calor es menor
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La Panadería Acuña ha puesto en marcha sus nuevas instalaciones en el polígono de Barro-Meis, con el objetivo de mejorar la producción y, especialmente, el bienestar de los trabajadores.
Desde hace alrededor de un mes y medio, el obrador situado en Pontevedra, en la Avenida de Vigo, ha ido produciendo progresivamente menos, delegando más carga de trabajo en el nuevo, cuyos hornos llevan probando y poniendo a punto desde el mes de septiembre. Las veteranas instalaciones se mantendrán como sede central de las oficinas y seguirán funcionando como punto de venta y también de almacén.
Panadería Acuña
"Estamos contentos con el resultado, nos hemos adaptado mucho mejor de lo esperado", señala Andrés Acuña, al frente del negocio familiar junto con su primo Jacobo Acuña. Eso sí, el cambio de ubicación no dejará de lado la tradicional apuesta por la elaboración artesanal, a pesar de la incorporación de nuevos dispositivos que mejoran las fases de producción, pero sí que supondrá un salto de calidad, sobre todo para sus trabajadores.
Climatización y robotización
Tal y como explica Acuña, la sala principal donde se elabora el pan ha aumentado su superficie, pasando de 850 a 1.800 metros cuadrados y una de las principales novedades es que todas las estancias dispondrán de un control de temperatura; un sistema de climatización que permitirá que la exposición al calor para los trabajadores sea menor.
Además, procesos que antes se realizaban a mano, como el horneado del pan, se han robotizado; esto, concreta el empresario, supone una rebaja para el esfuerzo físico. Además, se han colocado sistemas de frío, que permiten acelerar la manufactura y la transformación horaria de la jornada.
Panadería Acuña
Si antiguamente el panadero se levantaba a las doce de la noche para amasar, fermentar, volver a amasar y hornear, la aplicación del frío permite que se elaboren las masas el día anterior, queden en reposo en frío positivo, y a las 4:00 horas, cuando llega el panadero, les da forma, se deja reposar y se hornea.
Como siempre, la adaptación a la modernidad no deja de lado la tradición; por esto, estas nuevas instalaciones reciben el nombre de Obradoiro de Pan Rogelio Acuña Acuña, en honor al fundador, y también funcionarán como punto de venta.
Además de la apertura de las nuevas instalaciones, Panadería Acuña abrirá dos nuevos puntos de venta, en Barro y en Vilaboa.