La ría de Vigo volvió a convertirse en un escenario espectacular para los grandes eventos oceánicos. Numerosos barcos de espectadores acompañaron este domingo a los 32 regatistas que iniciaron la tercera y última etapa de La Solitaire du Figaro Paprec, rumbo a Saint-Vaast-la-Hougue, en Normandía.
En tierra, miles de personas se concentraron en el muelle de trasatlánticos, la dársena del Náutico, la estación marítima y Punta Lagoa para seguir el inicio de la travesía.
A las 17:13, tras la llamada general y otra individual para Hugo Cardon (Sarth’Atlantique), los barcos largaron amarras y completaron el recorrido inicial de siete millas por la ría de Vigo, antes de dirigirse a la línea de salida frente a Punta Lagoa.
Los remolcadores de Remolcanosa, Helechosa y Talavera anunciaron con un chafariz el inminente inicio de la etapa, mientras la concentración de patrones y público se hacía palpable en la dársena de Portocultura.
Empujados por un viento de unos diez nudos, la flota comenzó su aventura con el británico Oliver Hill liderando la llegada a la baliza de Rodeira.
La intensidad del viento aumentó mientras los barcos tomaban las boyas a toda velocidad, mostrando una imagen espectacular de la flota desplegada por la ría.
Tras pasar Borneira y Punta Subrido, frente a Cabo Home, los figaristas se adentraron en alta mar, dejando atrás los barcos de espectadores.
La etapa se perfila complicada, con viento y mar en contra, y olas que podrían alcanzar los tres metros. Los regatistas deberán decidir entre virar hacia el noroeste y enfrentarse al temporal o bordear la costa gallega hasta Finisterre, ligeramente más protegida.
Desde allí, les esperan 350 millas hasta Pointe du Raz y la aproximación final a la meta por el Canal de la Mancha, prevista con vientos flojos.
Entre los patrones, Charlotte Yven, segunda en la clasificación provisional y patrona del MACIF 2023, destacó la importancia de descansar y disfrutar de esta última regata del año: "Quiero disfrutarla al máximo e intentar confirmar lo que hemos hecho bien hasta ahora, sin demasiada presión y disfrutando en el agua".
Por su parte, Hugo Cardon, vencedor de la segunda etapa en Vigo, valoró la salida: "Parece que vamos a tener viento en la ría, así que las perspectivas son buenas. La primera parte de la regata va a dar mucho juego, y luego el golfo de Vizcaya tampoco es fácil de manejar".
La flota mantiene la emoción en alta mar, mientras Vigo despide a sus solitarios con la certeza de haber vivido otra jornada inolvidable de vela oceánica.