Arranca la Selectividad en Vigo
Cuánto gasta un universitario para estudiar en Vigo: el piso se lleva más del 60% de la beca MEC
Los estudiantes de Vigo pagan sobre 300 euros al mes por el alquiler de una habitación, un gasto al que hay que sumar el transporte público, la comida y el material, así como disfrutar de la ciudad
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Este lunes comenzaron las clases en la Universidad de Vigo, que cuenta con más de 20.000 estudiantes repartidos en sus tres campus. La mitad acuden al campus de la ciudad olívica, donde conseguir un piso es todo un desafío y el alquiler consume gran parte de las becas públicas.
La falta de plazas en las residencias públicas —solo hay dos y una de ellas se sitúa en el CUVI, lejos del ocio del casco urbano— obliga a aquellos estudiantes que vienen de fuera de la comarca a alquilar un piso, cuyo precio no deja de ascender.
La otra opción son las residencias privadas, que incluyen más servicios, pero sus precios pueden superar los 600 euros por una habitación compartida. Menos espacio, aunque con limpieza, lavandería y wifi incluidos, por más dinero que un piso.
Según los últimos datos de Idealista, el alquiler en agosto es un 6,7% más caro que hace un año. Un gasto al alza que repercute directamente en los bolsillos de los universitarios, que también tienen que pagar cada día el bus que le lleva a la universidad y la comida.
Como ya informó Treintayseis en julio, los estudiantes pagan hasta 100 euros más por habitación que hace cinco años. Los datos aportados entonces por las inmobiliarias Best House y Distrito 85 indican que los universitarios suelen gastar entre 300 y 325 euros al mes —antes de la pandemia una habitación costaba entre 200 y 250 euros—.
Ahora, sumando los gastos del piso, comida y transporte, el gasto mensual de un universitario puede rondar los 900 euros. Así lo explica a Treintayseis, Lucía, que ha empezado este lunes a estudiar biología: "Las charlas aburridas pero buena compañía. Me he sentido muy integrada por parte de los profesores y de la delegación".
El alquiler se lleva más del 60% de la beca MEC
Para poder asumir estos gastos, los universitarios pueden solicitar las becas del Ministerio de Educación para enseñanzas universitarias para títulos de grado y de máster. Esta ayuda se divide en dos partes: una cuantía fija y una variable.
La primera la obtienen todos los estudiantes que cumplen los requisitos mínimos —generales, económicos y académicos—. Esta cantidad fija siempre incluye la matrícula del grado o máster. El resto del importe depende de tres variables: renta familiar, cambio de residencia y excelencia académica.
Por renta familiar, los universitarios reciben 1.700 euros; por cambio de residencia durante el curso, 270 euros; y por excelencia académica, entre 50 y 150 euros. De esta forma, un estudiante que viene a estudiar a Vigo desde otro municipio puede percibir hasta 4.525 euros para todo el curso.
En cuanto a la cuantía variable, depende del importe que haya sobrado del presupuesto total que dedique Educación a estas becas. Por tanto, es siempre una incógnita cuánto ingresará cada estudiante, aunque la cantidad mínima siempre serán 60 euros.
La beca MEC está muy bien, pero no llega ni para pagar el alquiler de un piso el curso escolar
En consecuencia, un estudiante que dedique 300 euros al mes al piso, que paga durante 10 meses, dedicaría el 65,43% de la beca al alquiler. Además, tan solo dispondría de 1.585 euros para pagar luz, gas, comida, transporte y ocio el resto del curso .
"La beca MEC está muy bien, pero no llega ni para pagar el alquiler de un piso el curso escolar", asegura Lucía, que explica que ella está en una residencia gracias a que la paga su madre. "Para una persona que no tenga esa ayuda, no llega", afirma.
El transporte público, un gasto obligado
"El autobús también supone un gran gasto", añade la futura bióloga. Y es que el transporte es un desembolso fijo para los universitarios de Vigo. Excepto la Facultad de Comercio y la Escuela de Ingeniería Industrial, el resto de grados se cursan en el CUVI, a unas dos horas y media andando desde Plaza de España.
Acudir en transporte público no es una opción, sino una obligación. Por suerte, los universitarios que posean la Pass Vigo cuentan con el billete más barato: 0,43 euros.
Así, los estudiantes de las facultades de Ciencias do Mar, Derecho o Economía pueden llegar a gastar hasta cinco euros a la semana en Vitrasa, lo que supone un gasto mensual de 20 euros. El gasto para el curso completo se eleva a los 170 euros, si descontamos un mes y medio por vacaciones.
¿Qué sucede en el campus de Pontevedra?
La situación en la capital provincial no es mucho mejor. El precio del alquiler se ha incrementado un 6,2%, aunque el metro cuadrado es cuatro euros más barato que en Vigo.
Melanie, estudiante de intercambio de Buenos Aires, lleva apenas una semana en Pontevedra y relata que estuvo "buscando bastante un piso que se acomodara a lo que quería", aunque asegura: "Luego fue fácil, hay oferta de pisos".
También explica que la residencia fue una opción que valoró, pero que, al estar solo por un cuatrimestre, no puede obtener una plaza "porque son para alumnos que se quedan el curso completo". Así, ahora se encuentra compartiendo piso con tres chicas más.
En total, paga 275 euros al mes de alquiler y calcula que tendrá que pagar 30 euros a mayores por la luz, agua y WiFi. Como en Vigo, los estudiantes vuelven a desembolsar cerca de 300 euros al mes por vivir en la misma ciudad que estudian.
Panorámica de Pontevedra
Al contrario que sus compañeros de la ciudad olívica, Melanie se ahorra el largo viaje en autobús al CUVI, ya que la facultad de Comunicación Audiovisual está a apenas 20 minutos andando de su piso. Ahora bien, comida y vida social siguen siendo un gasto fijo del estudiante: "En lo que voy de mes gasté 50 euros saliendo, bebiendo un par de tragos, comiendo, etc. Me he dado mis gustos".
Además, la primera compra le ha costado 70 euros, "pero en cosas que ya me durarán todo el mes". En suma, ya ha consumido más de 400 euros de sus ahorros, ya que solamente recibe "la beca para no tener gastos en la facultad". "El resto lo pago yo, así que me tengo que ir regulando lo que puedo y no gastar", explica.
Estos primeros días fueron de mucho gasto y trámite, pero también de disfrute al llegar a una ciudad nueva: "Fueron hermosos, recorriendo muchas playas y la ciudad. Las calles del centro histórico de Pontevedra son mágicas y tuve la oportunidad de estar en la Feira Franca, que estuvo muy hermosa".