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Familiares del vigués asesinado en un garaje pedirán nuevas diligencias documentales

Según señalan los portavoces de la familia, un testigo se ha "contradicho" con lo señalado en declaraciones anteriores y las solicitan para "aclarar el cambio de versión"
Exterior de la fachada principal de los Juzgados de Vigo.
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Exterior de la fachada principal de los Juzgados de Vigo.
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VIGO, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los familiares del empresario vigués Manuel Salgado, asesinado a tiros en abril de 2004 en un garaje de la calle Rosalía de Castro, pedirán nuevas diligencias documentales para aclarar las contracciones de un testigo que ha comparecido este viernes en el Juzgado de Instrucción Número 4 de Vigo.

Así lo han señalado a Europa Press los portavoces de la familia, el despacho criminológico-jurídico Balfagón-Chipirras, quienes han recordado que dicho testigo, un investigador privado, había sido contratado por la exmujer del fallecido en alguna ocasión anterior al crimen y que incluso fue condenado, junto a ella, por escuchas telefónicas ilegales.

Asimismo, estos portavoces han señalado que el varón, durante la declaración, ha centrado la autoría de los hechos en el entorno del empresario por "las malas relaciones que había en su día". Según señalan, el testigo se ha "contradicho" con lo señalado en declaraciones anteriores. Por ello, el letrado que defiende a los familiares pedirá nuevas diligencias documentales para "aclarar el cambio de versión".

La declaración del investigador privado se produce después de que el pasado miércoles, 23 de noviembre, hiciesen los propio otros cuatro testigos, los cuales, según los portavoces de la familia de Manuel Salgado, situaron al investigador privado en una situación "muy interesante".

Antecedentes del caso

Fue en abril de 2004 cuando Manuel Salgado fue asesinado en un garaje de Rosalía de Castro. Los hechos habrían ocurrido entre las 08:15 y las 08:20 horas, cuando alguien le disparó un tiro en la nuca en el momento en el que el empresario salía de su vehículo. El autor habría entrado por la rampa del parking, ya que la puerta estaba cerrada.

Tras el crimen de este empresario, propietario del Colegio Lar de Mos, la Policía detuvo a su exmujer (de la que se había separado en un proceso muy traumático, con denuncias cruzadas por varios delitos) y a la pareja sentimental de ella, en una investigación en la que la principal hipótesis era la motivación económica. Sin embargo, ambos tenían coartada y los tribunales acabaron archivando provisionalmente la causa contra ellos en 2006.

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