Germán Delgado, un atracador en peligro de extinción

Carlos Quílez, el periodista experto en la "mala vida", habla en este episodio de 'Sumario Abierto' acerca de las peripecias del legendario atracador y asesino Germán Delgado. También expone la faceta más bárbara del hombre que llegó a perpetrar más una cincuentena de atracos, aunque sólo fuese jugado por 15 de ellos.

Tal y como le contó a Carlos Quílez en las últimas conversaciones que mantuvieron, el modus operandi de este aficaz atracador se basaba en elementos propios de su época: mucha violencia y el mayor estruendo posible para crear pánico escénico en los presentes. Tenían que provocar terror en los clientes para mantenerlos bajo control. 

Aunque Germán y sus compañeros eran extremadamente violentos con los guardias de seguridad, el atracador solía jactarse de que nunca dañó a ninguno de los clientes que se encontraban presentes en los diferentes escenarios del crimen. Esta conducta formaba parte de un código de honor que compartían los criminales de los años 80 y que, por desgracia, se ha convertido en un bonito y muerto recuerdo.

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El año 83 fue el paraíso de los atracadores. Mientras que en la ciudad de Madrid se registraron alrededor de 600 atracos durante el año, en la provincia de Barcelona se dieron hasta 1700 atracos a bancos. Algunos días se atracaban varias veces en la misma calle si esta contaba con más de una sucursal bancaria.

De este modo, en muchas ocasiones la policía, en vez de esperar a la llamada de alerta, se quedaban al acecho para pillar in fraganti a los atracadores. ¿La hora punta de los atracos? Las dos de la tarde. A las 14 horas tenían lugar todas esas acciones que después darían pie a cientos de novelas y películas.