Joel García sufre esquizofrenia paranoide

Joel García sufre esquizofrenia paranoide Cedida

Sociedad

Joel (21), sobre su pensión por incapacidad: "Cobro una paguita de 1.008 € y no me llega porque tengo mucho tiempo libre"

La sinceridad de Joel García sobre cómo vive con su pensión por esquizofrenia desató un intenso debate en redes sociales.

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Las claves

Joel García, de 21 años, recibe una pensión de 1.008 euros mensuales por incapacidad debido a esquizofrenia paranoide.

Sus declaraciones sobre que la cantidad no le alcanza porque tiene mucho tiempo libre generaron polémica en redes sociales.

Joel reconoce que sus hábitos de gasto y su dificultad para adaptarse al trabajo influyen en su situación económica.

El caso pone de manifiesto la complejidad de las causas detrás de una incapacidad permanente, que pueden ser tanto médicas como personales.

Joel García, a sus 21 años, generó un gran revuelo en redes sociales, donde habló con total sinceridad sobre la pensión que recibe por su diagnóstico de esquizofrenia paranoide.

Lo que más llamó la atención fueron sus comentarios sobre los más de mil euros mensuales que percibe sin trabajar, una cifra que sorprendió y dio mucho de qué hablar entre los seguidores del programa.

Joel reconoció que, aunque la cantidad no es pequeña, no le resulta suficiente, ya que tiene mucho tiempo libre y suele gastar todo el dinero.

"La paguita no me llega"

"La paguita son 1.008 euros al mes. Al año la suben como unos 40 o 30 y pico euros. Y bueno, en verdad, no me llega ni para final de mes", afirmó Joel.

Sus palabras, sin embargo, provocaron polémica. Para muchos, su queja sonaba desproporcionada, sobre todo en un país donde hay personas que trabajan jornadas completas con sueldos similares o incluso más bajos.

"Piensa que tienes mucho tiempo libre. No puedo trabajar, es absoluta, total, permanente... No sé cómo se llama, pero es de las más tops", comentó.

En otras palabras, Joel reconoció que su falta de trabajo y rutina fija lo llevaba a gastar más de lo que debía, y ahí fue donde estalló el debate.

Algunos usuarios de redes criticaron que su dinero no alcanzaba por sus hábitos de gasto, mientras otros defendieron su derecho a administrar su pensión como quisiera.

"Siempre que he trabajado no he rendido. En plan, no me gusta obedecer órdenes, sobre todo. Soy muy rebelde, soy puro rebelde", añadió Joel.

De esta forma, el problema de Joel no se debía únicamente a una incapacidad médica; él mismo reconoció que su carácter había dificultado su adaptación al mundo laboral.

Para muchos, eso confirmaba la imagen del 'vividor del sistema': alguien que recibía beneficios sin contribuir y, además, lo admitía sin filtros.

Sin embargo, la realidad era mucho más compleja. La incapacidad permanente se otorgaba por motivos médicos, no por rasgos de personalidad, y reducirlo todo a una cuestión de actitud habría sido simplificarlo en exceso.

En definitiva, su situación combinaba factores personales y médicos, mostrando que las causas detrás de una incapacidad permanente pueden ser múltiples y no siempre evidentes a simple vista.