Cristian, albañil,

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Sociedad

Cristian, jefe de obra, sobre el sector: "Por menos de 2.800 euros no encuentras a un albañil que trabaje bien"

La construcción vive un déficit de mano de obra cualificada y sueldos que no siempre reflejan la experiencia. Cristian describe un sector tensionado y sin relevo.

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Las claves

El sector de la construcción atraviesa una grave escasez de mano de obra cualificada, especialmente de albañiles con experiencia, lo que dificulta la contratación y encarece los costes.

Cristian, jefe de obra, destaca que un albañil cualificado debería cobrar al menos 2.800 euros al mes, cifra superior al salario establecido en convenio, debido a la responsabilidad y exigencia del trabajo.

El envejecimiento de la plantilla y la falta de relevo generacional, junto a la escasa vocación y compromiso de los jóvenes, agravan la crisis laboral en la construcción.

La creciente dependencia de mano de obra inmigrante supone nuevos retos para el sector, como las barreras idiomáticas y diferencias culturales, que pueden afectar a la calidad del trabajo.

El sector de la construcción no pasa por su mejor momento, en gran parte porque es una profesión para la que hay una escasez de perfiles cualificados, un problema con el que deben lidiar muchos profesionales del sector.

En este sentido, en el podcast Sector Oficios, un albañil llamado Cristian se ha referido a la situación actual de la construcción y al sueldo de los trabajadores, mostrando su preocupación por la precariedad laboral existente.

Fundador de una empresa de reformas junto a su pareja Anabel, comenzó hablando de que el sueldo de los albañiles actualmente no siempre refleja su experiencia ni formación, y Cristian recalca que en el convenio se establece un sueldo de "1.800 euros limpios".

Sin embargo, hace hincapié en que, "sumando las horas extra y demás, intentan que la cifra total ascienda a los 2.400 euros", de forma que deja claro que se trata de una profesión que tiene unos sueldos interesantes para gran parte de los ciudadanos.

A pesar de que la remuneración puede resultar interesante, el problema es que el sector atraviesa un mal momento, sobre todo por la falta de personas cualificadas dispuestas a trabajar en la construcción.

"Es muy complicado el tema y creo que ahora mismo un profesional que te alicate bien, que tú le puedas explicar un trabajo, que cojas, te vaya y lo dejes ahí, creo que debería estar cobrando 2.800 euros al mes", comenta el profesional.

Es más rentable recurrir a un autónomo

Al hablar de su caso en particular, asegura que trata de "ser un peón", reconocimiento que es el mayor problema, pues hoy en día "es difícil encontrar un peón muy bueno… de los últimos diez peones, me queda uno".

Es por ello por lo que el propio Cristian asegura que, en muchas ocasiones, "es más rentable contratar un autónomo" porque el sistema de facturación resulta más sencillo. No obstante, en su caso asegura tener un equipo y solo recurre a profesionales por cuenta propia cuando afronta proyectos mucho más grandes.

En cuanto a la figura del oficial, el albañil destaca que no puede permitir que "un oficial de primera esté cobrando 1.700 euros y el peón cobre casi 1.500, casi 1.600, solo 100 euros de diferencia". Asegura que esto lo único que hace es "quemar" al oficial al ver que el peón apenas gana cien euros menos que él.

Falta de personal cualificado

Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta tanto Cristian como otros muchos empresarios del sector de la construcción tiene que ver con la falta de persona cualificada, pero no solo eso, ya que en el podcast también recalca la falta de compromiso.

Y es que él mismo ha visto cómo hay personas que se sienten atraídas por el sueldo, pero existe una falta de vocación que hace que sea tremendamente complicado encontrar peones y ayudantes que aguanten el ritmo. "Muchos están más pendientes del móvil que de la obra", se lamenta.

A pesar de todo, él ha conseguido crear un equipo, con el que se dedica principalmente a reformas integrales de viviendas y locales, con una filosofía clara en la que apuesta por la "calidad y confianza", y para ello "no cojo más obras de las que puedo abarcar".

Por otro lado, le preocupa especialmente que el modelo actual en el sector es insostenible si no se dignifica el trabajo del albañil: "Somos los que hacemos posible que la gente viva en sus casas, y, sin embargo, se nos ve como el último eslabón. Si no se pone en valor el oficio, dentro de poco no habrá quien sepa levantar una pared".

El déficit de trabajadores en la construcción 

La construcción es uno de los sectores más afectados por la escasez de mano de obra, y es que a pesar de que unos salarios más altos y la inmigración ayudan a traer recursos al sector, existen problemas estructurales que necesitan de medidas urgentes.

Un informe realizado por BBVA Research ha mostrado cómo, desde el año 2020, las vacantes sin cubrir en la construcción se han duplicado. Con el envejecimiento de los trabajadores y el escaso interés por parte de los jóvenes, el sector pasa por un momento complicado.

Los expertos aseguran que atraviesa uno de sus momentos más críticos, ya que a lo largo de los últimos veinte años el sector de la albañilería ha experimentado un envejecimiento considerable.

Mientras que allá por 2007 un 20% de los albañiles tenían menos de 30 años, actualmente el porcentaje no alcanza ni siquiera el 5%. Además, mientras que hace poco menos de dos décadas había un 30% de albañiles mayores de 45 años, actualmente alcanza el 65%.

Por otro lado, esta falta de interés por el sector ha hecho que cada vez haya mayor dependencia de la mano de obra inmigrante, que representa aproximadamente el 25% de los trabajadores, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Sin embargo, aunque pueda parecer una buena solución, al mismo tiempo tiene grandes desafíos, en parte por la falta de comprensión del idioma y las diferencias culturales, lo que en muchos casos perjudica a la calidad y la eficiencia del trabajo.

Este panorama resulta complicado, y es por ello por lo que se asegura que es necesario tomar medidas que mejoren las condiciones de trabajo y ofrezcan incentivos a los jóvenes para atraer mano de obra cualificada.