Anita y una pastelera creada con IA.
Anita, dueña de un negocio de repostería, sobre su empresa: "Facturamos 90.000 € al mes vendiendo galletas y pasteles"
La empresaria desveló lo que esconde el negocio de la repostería y reconoció que las 'cookies' alcanzan una rentabilidad de hasta un 35%.
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En el obrador de Anita Cakes huele a horno, azúcar y éxito. Anita, la fundadora de este negocio de repostería, puso en marcha una idea con la que no esperaba alcanzar a tantos paladares.
"Empezamos a hacer tartas en casa y yo ya desde el principio no quería hacerlas en casa, quería que fuera más higiénico, tener más tiempo y que la gente nos viera", relata al canal de Youtube de Adrián G. Martín.
Hoy, ese primer local se ha convertido en un espacio que es más que una tienda. Desde allí, Anita y su equipo producen cerca de 10.000 unidades al mes entre cookies, brownies, muffins, tartas de queso y bizcochos.
A golpe de batidora
"El producto número uno y más vendido son las cookies. Desde siempre, desde hace 11 años, es lo que más se vende", confiesa la mujer con un brillo en los ojos.
Su historia es la de una emprendedora que pasó de mezclar harina a manejar un negocio con 16 trabajadores a tiempo completo.
"En más de 11 años que llevamos hemos cometido muchos errores como no hacer un plan de negocio. El error más grande fue no tener los números como prioridad", señala.
Fachada de la pastelería de Anita. Youtube.
Habla con la confianza de quien aprendió a base de tropiezos: en su casa, la contabilidad se hacía "como en la de nuestros padres. Si es caro, no se compra, si es barato, sí".
Hasta que entendió que el tiempo era el recurso más caro. "Yo hacía tartas de fondán que me llevaban horas y jamás cobré mis horas. Error enorme. El tiempo es lo más valioso", expresa.
"Las 'cookies' nos dan un 35% de rentabilidad"
El salto lo dio junto a su marido y casi sin pensarlo. "Teníamos 10.000 euros ahorrados. Compramos un horno de casa, una batidora normal y corriente, alguna cosa de segunda mano... hicimos una inversión pequeña porque no sabíamos si nos iba a funcionar", dijo.
Poco a poco, con esfuerzo y reinvirtiendo cada euro, levantaron lo que hoy es un obrador valorado en más de 400.000 euros de inversión total.
Los números impresionan: "Abrir la puerta cada día nos da entre 900 y 1.100 euros". Aunque el récord llegó cuando alcanzaron la cifra de 17.000 euros "solo vendiendo cookies y pasteles".
"Las cookies tienen una rentabilidad del 35%. Las tartas, la mitad", confiesa Anita. Este crecimiento, sin embargo, no le ha quitado los pies del suelo.
Es comprensible entonces que, basándose en los ingresos diarios promedio, la tienda física genere unos 30.000 euros al mes.
Facturación estimada para 2025.
El resto provendría de otros canales, como pedidos de pasteles personalizados, venta online de cookies, catering para eventos, y posiblemente más de una tienda.
Sumando todas estas fuentes, es razonable que la facturación total alcance los 90.000 euros al mes. Así también lo asegura Adrian G.Martin en el titular del vídeo.
"Hay que tenerlos en la tierra", insiste, mientras ya piensa en su siguiente meta: franquiciar su marca. "A mí me encantaría estar en el aeropuerto, en Barcelona, en Madrid... conquistar el mundo", confiesa la mujer.
Pese a su éxito, Anita muestra humildad: "Para los nuevos emprendedores... hay que creer mucho en uno mismo. Los números son al día, porque si trabajas y trabajas y no ves resultado, al final te quemas".