Montaje generado con IA de una madre con sus hijas y Sonia

Montaje generado con IA de una madre con sus hijas y Sonia

Sociedad

Sonia, madre soltera con dos hijas, sobre su lucha para encontrar piso: "Me pedían nóminas conjuntas de 2.800€"

Sonia relata meses de intentos fallidos por conseguir un piso de alquiler en España, donde las exigencias económicas y la desconfianza marcan la diferencia.

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Encontrar un piso de alquiler en España se ha convertido en una tarea casi imposible para muchas personas, especialmente para quienes no encajan en el perfil económico o familiar que buscan los propietarios.

Este es el caso de Sonia, madre soltera, que lleva meses intentando acceder a una vivienda digna sin éxito.

"Es una dificultad doble para encontrar casa. Para mí, más que por el tema de ser madre, era por las nóminas", explica Sonia en el programa Y Ahora Sonsoles.

Discriminación en el mercado inmobiliario

En un principio, ella intentó ser transparente al buscar piso: "Hablaba sobre mí, contaba que tenía dos hijas y que éramos una familia, yo y las dos niñas, y directamente nadie me contestaba".

Ante la falta de respuesta, decidió eliminar esa información de las plataformas inmobiliarias: "Entonces me contestaban, y ya, a ver si estaba interesada en verlo, pero lo primero que me pedían eran nóminas conjuntas".

Las exigencias económicas son cada vez más duras. Los propietarios y las agencias buscan perfiles con ingresos altos o dobles nóminas, algo inalcanzable para muchos hogares monoparentales.

"Eran nóminas conjuntas, de 2.800 euros para arriba, y nada, no conseguí ver ni un piso en cinco meses. Ni entrar a verlo", relata con resignación.

Gabriela, abogada experta en derecho inmobiliario y presente en el plató, explica de forma clara la situación actual del mercado.

"A día de hoy se ha convertido casi en una subasta. Las inmobiliarias recogen datos de los interesados y buscan el mejor perfil, así que, evidentemente, si ven el de una madre sola con hijos, eligen a cualquier otro", detalla.

Algunos colaboradores del programa apelan a la comprensión hacia los propietarios, y recuerdan que "uno de cada diez inquilinos da problemas con el dinero" y que "hay que comprender también las actitudes de los propietarios en cierto sentido".

Sin embargo, otros subrayan que los problemas afectan a ambas partes. "Hay que entender a propietarios e inquilinos. Uno de cada nueve propietarios tiene problemas y ocho de cada diez inquilinos tienen problemas", cuestiona una tertuliana.

Sonia, por su parte, asegura que siempre ha cumplido con sus obligaciones: "Llevo pagando un alquiler durante cinco años sin ningún impago, pero esas cosas no les interesan".

Incluso trató de ofrecer garantías adicionales: "Mi madre me avalaba, yo me hacía cargo de los gastos y ni por esas, no había manera".

El problema, según muchos de los presentes en el plató, se agrava por la lentitud de la justicia. "Todo esto se arregla si los procedimientos por impago se solucionan en un mes", señala Sonsoles Ónega.

De este modo, la desconfianza de los inquilinos a la hora de alquilar se reduciría, pues el riesgo de okupación se limitaría a un problema que podría solucionarse en cuestión de semanas.

Mientras tanto, Sonia continúa buscando un hogar donde vivir con sus hijas.

Una historia que refleja las barreras que enfrentan miles de familias en el mercado del alquiler, atrapadas entre la desconfianza de los propietarios y la falta de políticas que garanticen su acceso a la vivienda.