Manuel coloca un ladrillo durante su jornada laboral en la obra.

Manuel coloca un ladrillo durante su jornada laboral en la obra. Telecinco

Sociedad

Manuel (57), albañil, sobre la falta de obreros en la construcción: "Me levanto a las 5 y llego a las ocho de la tarde"

La dureza de la profesión, la falta de relevo y la pronta jubilación del grueso de albañiles en España amenaza el futuro del sector de la construcción.

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Los datos del Observatorio Industrial de la Construcción revelan una realidad preocupante para el sector de la construcción: solo el 10,3% de los empleados del colectivo tienen menos de 30 años, según datos de 2024.

Por el contrario, la edad media de los trabajadores de la construcción ha aumentado hasta situarse en torno a los 45 años, lo que representa un envejecimiento de unos 8 años desde 2007.

Así, Manuel, un albañil con dilatada experiencia en el oficio, ha expresado su preocupación por el futuro de una profesión fundamental en un contexto de construcción de más vivienda por la falta de oferta de inmuebles.

Falta de relevo generacional

"Me levanto a las 5 de la mañana y llego a casa a las 10 de la noche", revela Manuel en una entrevista en el telediario de Telecinco. La escasez de trabajadores obliga, en algunos casos, a extender la jornada laboral. Sin embargo, la previsión para el futuro es aún peor.

Los jóvenes no se sienten atraídos por un ámbito laboral muy sacrificado en el que, según las palabras del protagonista, hay que lidiar con "el sol, con mucho calor y muchas exigencias".

Manuel acepta con resignación que su generación "es la última que queda en la obra, no hay reemplazo". Un mazazo más para un sector que ya fue duramente golpeado durante la burbuja inmobiliaria de 2008, en la que se despidió a la mitad de los trabajadores.

El desafío será todavía mayor cuando los albañiles de la generación de Manuel se jubilen en las próximas décadas. En este escenario, el 10% de trabajadores menores de 30 años tendrán que asumir gran parte de la responsabilidad de un oficio tan exigente como necesario.

Precisamente, según los datos de la Fundación Laboral de la Construcción y la Confederación Nacional de la Construcción, en un plazo de 10 años se prevé la jubilación de aproximadamente el 21,9% de la población ocupada.

Además, en la necesaria incorporación de trabajadores a la profesión no se espera la participación de las mujeres, ya que representan solamente el 8,9% de los ocupados totales en la actualidad.

Aunque hay algunas excepciones de mujeres que se dedican a una profesión históricamente masculina, la solución de cara al futuro inminente es clara: convencer a los jóvenes de las ventajas de esta profesión y que sustituyan a los obreros actuales.

¿Cómo? Para compensar la exigencia física de la profesión, una subida salarial podría incentivar a una generación ahogada por los precios de la vivienda y la falta de salarios competitivos.