Se enfrenta a los okupas en la puerta del domicilio.

Se enfrenta a los okupas en la puerta del domicilio.

Sociedad

Compra una vivienda okupada y se enfrenta a los okupas: "Cobras una ayuda y tu marido trabaja en el ayuntamiento"

Tras comprar una casa okupada, Naiara graba su enfrentamiento con los inquilinos ilegales, desatando una nueva ola de debate en redes sociales.

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El conflicto entre propietarios legítimos y ocupantes ilegales no es nuevo, pero el caso de Naiara ha encendido nuevamente el debate en redes sociales.

Tras comprar una vivienda que llevaba años okupada por una familia, decidió enfrentarse cara a cara con quienes todavía vivían allí.

Lo grabó todo con su móvil, exponiendo un testimonio directo, cargado de tensión, hartazgo y frustración.

"Esta es la casa que he comprado hace cosa de un mes y medio", comienza diciendo al inicio del vídeo.

Desde el primer momento, deja claro que su objetivo es hablar con quienes okupan el inmueble, personas a las que solo conocía por mensajes.

"Vengo a hablar con los inquiokupas que hay, bueno, antiguos propietarios deudores, que nunca he hablado con ellos en persona, pero sí por WhatsApp", explica, añadiendo que "son muy chulitos y bastante farfulleros".

Al llegar, Naiara intenta entablar conversación con una de las okupantes. "Hombre, por fin, podemos hablar", dice al verla.

Pero la situación se torna rápidamente hostil. Naiara se queja de que, por teléfono, no ha logrado comunicarse con ellos: "Tienes que hablar conmigo porque por teléfono me cuelgas y estoy cansada".

La tensión aumenta cuando empieza a lanzar reproches personales: "Sabes que he comprado la casa y necesito la casa, me da igual", responde con firmeza a la okupa, que no tarda en increparla.

Acto seguido, endurece su discurso: "Escúchame, tu marido trabaja en el ayuntamiento, que he estado mirándolo, y tú cobras una ayuda mínima vital".

Y advierte: "No me toques los cojones, o te vas de la casa en una semana, o vamos a hablar de diferente forma".

Visiblemente alterada, prosigue con críticas directas a la forma en que los okupas han gestionado la situación: "Que tienes mucha cara, viviendo en casa de los demás".

Añade también que la otra persona cuenta con más apoyos, como la ayuda de su madre: "Que tienes a tu madre y mogollón de ayuditas por ahí".

Tras esto, Naiara sigue elevando el tono ante una situación que considera injusta: "No me toques los cojones, ¿eh? No me toques los cojones".

Finalmente, lanza un ultimátum: "Ya te lo he dicho, tienes una puta semana para dejar mi casa, una puta semana".

En ese momento, la situación se pone aún más tensa. Naiara estalla en insultos: "Payasa, que eres una payasa".

Luego, tras alejarse de la puerta de la vivienda, detalla los beneficios que, según ella, recibe la familia: "Que le dan bonos para comprar en el supermercado, los pañales para los críos...".

Critica también el número de hijos que tienen: "Que tienen cuatro críos, que no se pongan a darle tanto a la zambomba si no pueden mantenerlos".

Su enfado no es solo con ellos, sino con lo que considera una injusticia del sistema. "Es que llevan 15 años viviendo en la casa sin pagar por toda la jeta", denuncia, lamentando que los demás estén "regalándole la vida a esta peña".

Este vídeo ha generado opiniones divididas. Muchos apoyan a Naiara, reconociendo su derecho como propietaria legítima y su valentía al enfrentarse a una situación que no debería normalizarse.

Otros, en cambio, critican sus formas o cuestionan su decisión de comprar una casa okupada, pese a que el trasfondo del problema va más allá de una simple elección individual.

Su testimonio, directo y sin rodeos, refleja un conflicto social cada vez más habitual en España, donde quienes intentan ejercer sus derechos sobre una vivienda se enfrentan a obstáculos difíciles de asumir.