Imagen de archivo de una embarazada con su perro.

Imagen de archivo de una embarazada con su perro. iStock.

Sociedad

Así es como reaccionan tus mascotas ante un posible embarazo según los expertos: "La preparación es clave"

El estudio indica que aquellos que han experimentado cambios de su perro durante el embarazo, lo han notado durante el segundo trimestre. 

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La convivencia con mascotas, y especialmente con perros, es una experiencia enriquecedora para muchas familias. Sin embargo, para las mujeres embarazadas, la presencia de estos animales puede generar tanto beneficios como preocupaciones.

La relación entre las futuras mamás y sus perros ha sido objeto de discusión en los últimos años, debido a las implicaciones de salud que puede tener el estar rodeada de animales durante el embarazo.

Desde el punto de vista de los beneficios, los perros son conocidos por su capacidad para mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés. Sin embargo, existen preocupaciones relacionadas con el embarazo y los perros en casa, especialmente en lo que respecta a la higiene y los posibles riesgos para la salud.

Incertidumbre y dudas

Es por este mismo motivo por el que la llegada de un bebé para las familias que tienen perro, a menudo puede generar incertidumbre y dudas sobre cómo se va a comportar este con el nuevo miembro. 

Por ello, desde Rover.com, el mayor marketplace dedicado al cuidado de mascotas, ha realizado un estudio para analizar cómo evoluciona la convivencia cuando una mascota forma parte del núcleo familiar desde el embarazo hasta la llegada del recién nacido.

Según dicho informe, el 92% de los propietarios de perros afirman que sus mascotas no tuvieron ningún problema con la llegada de un bebé, demostrando la asombrosa capacidad de adaptación de estos animales a los nuevos miembros de la familia.

De hecho, el 94% de las personas encuestadas considera que tener un perro no representa un obstáculo a la hora de ampliar la familia. En lugar de ser una barrera, los perros juegan un papel positivo en la vida familiar, favoreciendo un ambiente lleno de afecto y armonía.

¿Cómo reaccionan los perros?

Los perros son animales extremadamente perceptivos, y su capacidad para notar cambios en el entorno es notable. Según Fehmi, experto en comportamiento canino de Rover, los perros pueden detectar variaciones hormonales gracias a su agudo sentido del olfato.

Además, los cambios en el comportamiento de la dueña, debido a las hormonas del embarazo, también pueden influir en cómo el perro se comporta. El crecimiento del vientre y los cambios en la rutina de ejercicio también juegan un papel importante en la adaptación de la mascota a la nueva situación.

El estudio revela que el 25% de los dueños notaron que su perro mostró cambios en su comportamiento, especialmente durante el segundo trimestre (35%), seguido por el primer trimestre (28%) y las primeras semanas (26%).

Durante este período, muchos perros adoptaron actitudes protectoras, mostrándose más cariñosos, colocando su cabeza sobre el vientre de la embarazada (21%) o incluso evitando separarse de ella (18%). Un 17% de los dueños notaron que su perro se volvió más juguetón o agitado, mientras que otros reportaron signos de celos o evasión (4% y 3%, respectivamente).

La llegada del bebé

Una vez nacido el bebé, los perros no solo aceptan la nueva presencia en casa, sino que muchos se sienten atraídos y protectores. El 32% de los propietarios reportaron que su perro mostró un interés visible por el bebé, actuando como un protector o guardián.

Además, un 11,5% señaló que su perro fue cariñoso con el bebé y que, en algunos casos, reaccionó al llanto del bebé, ladrando o lloriqueando cuando el bebé lo hacía, lo que refleja un sentido de conexión y preocupación por el nuevo miembro de la familia.

La preparación, la clave

Al igual que los futuros padres, los dueños de perros deben estar preparados para la llegada del bebé y anticipar los cambios que esto traerá. Un 91% de los propietarios afirma que tomaron medidas para preparar a su perro para la nueva etapa de la familia.

Incluso aquellos que confiaban en la adaptación de su mascota (un 60%) decidieron tomar medidas para asegurar una transición lo más fluida posible. Las estrategias más comunes incluyen mostrarle la barriga en crecimiento (27%), introducir sonidos y olores relacionados con el bebé (19%), exponer al perro a niños (17%) o limitar gradualmente ciertas áreas de la casa (13%).