La playa de las piscinas naturales de Bolonia, en la provincia de Cádiz.

La playa de las piscinas naturales de Bolonia, en la provincia de Cádiz. iStock

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Ni Maspalomas ni Muro: la playa de España elegida como la mejor de Europa y llena de piscinas naturales

Esta es una zona que destaca por su naturaleza salvaje, por sus actividades deportivas y por los tratamientos terapéuticos de sus barros y chorros. 

24 mayo, 2024 18:32

España es un país famoso por tener algunas de las playas más bonitas de todo el mundo. Por ello, millones de personas acuden cada año hasta nuestras costas para disfrutar de unos días de sol, de mar y de tranquilidad. 

Sin embargo, España también tiene otros rincones tan particulares como maravillosos. Playas que se alejan de lo normal, que están formadas por rocas o incluso escondidas en cuevas. Y es que las gracias de nuestro litoral son infinitas. Una de las que brilla con luz propia son las playas de Bolonia, en la provincia de Cádiz

Esta región cuenta con una de las playas más curiosas tanto de España como de Europa. Pero a pesar de su belleza, no son sus arenas blancas y sus aguas cristalinas lo que más llaman la atención. La principal virtud de estas playas es que cuentan con unas piscinas naturales en las que poder darse un chapuzón entre rocas, pero bañados por las aguas del mar. Algo único e irrepetible, pero que puedes hallar en la siempre atractiva provincia de Cádiz. 

¿Cómo son las piscinas naturales de Bolonia?

Cádiz esconde una de las zonas de playa más bonitas y espectaculares de toda España. Se trata del área de Bolonia, conocida por sus arenas blancas que recuerdan a El Caribe y por sus aguas cristalinas que nada tienen que envidiar a las de Menorca o a las de las islas griegas. 

Pero Bolonia es mucho más. Bolonia también es la espectacular duna de 30 metros de altura que ejerce de punto más alto y de mirador de este particular enclave. En los últimos años ha sido reconocida como una de las mejores playas de Europa y como una de las más impresionantes de España.

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Esta área pertenece a Tarifa y está formado por un arenal salvaje que la naturaleza ha moldeado hasta convertirlo en un paraíso lleno de paisajes vírgenes donde la brisa marina nos evade del estrés de la ciudad y de nuestro día a día. No es una playa muy grande, ya que tiene unos 4 kilómetros de largo y unos 70 metros de ancho. Sin embargo, este recogimiento la convierte en un área todavía más misterioso y admirado. 

Aunque Tarifa es un destino muy turístico por su localización geográfica, las playas de Bolonia no están muy masificadas. Eso sí, cuentan con muchos visitantes que van allí a practicar deportes de viento y mar como el kitesurf o el windsurf. Sobre el terreno también podemos practicar actividades como rutas de senderismo, cuya meta suele ser siempre el lugar más maravilloso y escondido de este enclave: las piscinas naturales de Bolonia

Las piscinas naturales de Bolonia, en Cádiz.

Las piscinas naturales de Bolonia, en Cádiz. EFE

Esta zona se encuentra situada al este de la playa de Bolonia. A pesar de su belleza no son muy conocidas, ya que solo se pueden disfrutar en determinados momentos, cuando la marea es lo suficientemente alta como para llenar estas piscinas naturales. 

La acción del mar y su crecida permiten que se formen estas acumulaciones de agua salada donde disfrutar de un baño salvaje y relajante. Allí podemos estar más tranquilos que en el propio mar, donde nos movemos a merced de las olas. Además, es una opción perfecta para los más pequeños, ya que son aguas más cálidas que las del mar

El secreto de las piscinas de Bolonia

Dentro de este lugar maravilloso, pero poco concurrido, podemos encontrar secretos que no muchos conocen. Una vez estamos dentro de estas piscinas, entre sus rocas, existe una particularidad. Hay restos de arcilla natural que los visitantes que llegan hasta allí usan para hidratar su piel

Un lugar idílico en el que además podemos cuidarnos, ya que es conocido por sus posibilidades terapéuticas. En los mismos recovecos donde podemos encontrar estos barros existen unos chorros de agua que permiten relajar nuestros músculos mientras disfrutamos de un día de playa muy especial.