Vizcaya (País Vasco).

Vizcaya (País Vasco). iStock

Sociedad

La isla pirata de España que solo se puede visitar cuando baja la marea: tiene tesoros escondidos

Descubre cómo llegar a uno de los paraísos escondidos españoles que alberga un punto importante de vegetación, rocas e historia.

30 agosto, 2023 10:51

La llegada del verano supone un periodo de descanso para muchos españoles que empiezan sus vacaciones y se dirigen a los destinos de costa. En España, hay muchas playas turísticas que cuentan con rincones diseñados para atraer el turismo.

Mientras las zonas de costa del Mediterráneo y el Atlántico se llenan de toallas y sombrillas, los puertos aglutinan a miles de personas que acuden a pasear o a tomar un helado para refrescarse de las altas temperaturas veraniegas.

Sin embargo, el país también cuenta con rincones ocultos a lo largo de la geografía española que permite a muchos curiosos descubrir los tesoros más escondidos que no han pasado desapercibidos a lo largo de la historia. 

Isla de Garraitz.

Isla de Garraitz.

En la costa del País Vasco hay 20 islotes para visitar. Existe una, en concreto, muy poco conocida. Era una de las islas piratas de España, y es que, este rincón oculto compone una isla mágica que se une a la península en función de cómo se encuentre la marea. Por lo tanto, para acceder a este lugar paradisiaco es necesario estar pendiente de si sube o baja el nivel del mar.

Se trata de la isla de Garraitz o San Nicolás, un lugar que hasta hace poco tiempo no se podía visitar. Tanto es el misterio que rodea a este rincón que durante tiempo también estuvo oculto en los mapas y en Google Maps.

Cómo llegar a la isla de Garraitz

Este rincón secreto de la geografía española se encuentra en el municipio de Lekeitio, en Vizcaya. La pequeña isla tiene 250 metros de largo y 50 metros de altura. Es uno de los lugares más visitados del municipio vasco y en euskera significa "la roca de fuego".

Uno de los secretos es su acceso, ya que para acudir hay que estar pendiente del estado del mar, pues cuando baja la marea aparece un camino de piedra que se cubre de musgo por el que se puede andar desde el puerto. Sin duda, es un camino que estará lleno de sorpresas al que solo se puede acceder a pie desde la playa de Karraspio.

[¿Cuál es el país con más islas del mundo? Tiene más de 200.000 pero la mayoría deshabitadas]

Otro de los aspectos que hacen que esta isla sea especial es que está unida a la península por un dique que no es visible cuando sube la marea. Un hecho que hace mágica a esta isla y hace estar pendiente a sus visitantes del estado del mar para poder visitarla.

Por eso, si decides acudir a visitar este tranquilo lugar, debes de tener en cuenta que hay que abandonar la isla antes de que suba la marea. Desde este lugar se puede observar las vistas al pueblo y a la bahía.

La historia de la isla de Garraitz: monedas y rocas de fuego

Durante el siglo XV, la isla de Garraitz no tenía masificaciones y prácticamente era inhabitada. En ella destacaba una ermita de Nicolás de Bari, que en 1617 fue reconstruida en un convento por la orden franciscana. Sin embargo, la escasez de agua y el clima llevó a su abandono.

Entre sus usos destaca el militar, religioso y civil, pues en el siglo XVI se alojaban los contagiados por la lepra o por la peste. Cuenta con una rica vegetación con arbustos, pinos y cipreses, aunque también servía para controlar los barcos y avisar a los pescadores.

[Un estudio genético revela una historia sorprendente sobre la colonización de las Islas Canarias]

En este terreno se encontraron muchos restos arqueológicos que dan un valor al lugar que se hace llamar "la isla del tesoro". En 2019, encontraron diferentes monedas pertenecientes a los siglos XIV y XV. Dos de ellas eran portuguesas, otra escocesa y la cuarta del Ducado de Brabante, de Bélgica. 

Por otra parte, a la isla se le ha atribuido el nombre de "roca de fuego" porque algunas mujeres de la zona iban a este lugar a hacer fuego y a guiar a los barcos que salían desde el puerto, ya que en la costa de Lekeitio no había luz.