La advertencia hizo el Gobierno en el mes de agosto sobre la imposibilidad de realizar un tratamiento de gestación subrogada en Georgia y Ucrania (los dos países en los que es más sencillo llevarlo a cabo) se hace efectiva.

Tras unos meses en los que se retrasaron citas para el registro de niños y de tener a más de 100 parejas españolas en espera en estos dos países, se relajó la medida y se permitieron algunas inscripciones. Alegó para permitirlas que "existía el riesgo de tráfico de niños".

Hoy se ha dado a conocer el primer caso. Concretamente, los afectados son M.S., una mujer de treinta años de Huelva, y D.L., su pareja madrileña.

M.S. no puede tener hijos debido a la medicación que toma por un trasplante de los dos pulmones. Los médicos les adelantaron que si realizaban una petición para adoptar un niño, esta no progresaría debido a su enfermedad. Optaron entonces por la gestación subrogada.

En Ucrania no se atrevieron a intervenir a la mujer, pero en Georgia sí. Contrataron a una madre georgiana para que albergará el óvulo de M.S. fecundado con espermatozoides de D.L. El niño nació el día 24 de diciembre. Según la legislación georgiana, la madre del bebé es la mujer española.

Los padres biológicos comenzaron la tramitación para registrar al niño a nombre del padre y de la chica que dio a luz, a través del consulado de Ankara (Turquía), ya que España no tiene representación diplomática en Georgia.

La cita estaba prevista para el día 24 de enero. Entre los requisitos, según les comunicaron a la pareja española, llevar a un traductor. En un momento posterior, una llamada del consulado les anuncia que la cita se adelanta al día 21 de enero y que la inscripción consular será denegada.

Desplazados a Ankara, la pareja española obtiene un certificado en el que no se les reconoce como padres. Las razón por la que se ha denegado la solicitud de inscripción en el Registro Civil son, según el Ministerio de Exteriores, que se alude a la Ley sobre Técnicas de Reproducción Asistida, indicando que "será nulo de pleno derecho el contrato por el que se convenga la gestación con o sin precio a cargo de una mujer que renuncia a la filiación materna a favor de un contratante".

Con este anuncio, el pequeño M. (llamado con un nombre que tiene la misma inicial que M.S.) no fue inscrito en el Registro Civil Consular de Ankara.

Según han confirmado desde Surrorbaby a EL ESPAÑOL: "Hay más de una veintena de bebés en camino".

QUÉ PUEDEN HACER

La pareja tiene un problema principal: su hijo, ahora mismo, no tiene nacionalidad. Es decir, es apatrida. No le dan la nacionalidad española y tampoco la georgiana. Entonces, ¿qué pueden hacer los padres? Tienen dos opciones... 

La primera es que el gobierno georgiano le dé la nacionalidad. Pero eso no va a pasar porque tanto el padre como la madre son españoles. La segunda es que en Georgia lo reconozcan como apatrida -es decir, sin nacionalidad- y que, por tanto, por voluntad, le den la nacionalidad. A partir de ahí, se pediría la filiación española y el caso quedaría resuelto. Pero, de momento, el niño se encuentra en un limbo. 

La nacionalidad georgiana se puede optar por dos formas. Por nacimiento no puede ser porque la ley georgiana recibe al padre y la madre española. Se recurre al segundo supuesto. Si la nacionalidad. Es apatrida y se le da la georgiana. Y depende de la voluntad de las autoridades georgianas.

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