La Jungla / Social

¿Puede ser esta la trampa más ridícula y evidente de la historia?

En la Jungla. Un hombre que ejercía de mano inocente en un sorteo sacó una papeleta con sus datos y ganó un coche, pero por poco tiempo...

25 julio, 2018 21:22

La picaresca humana no conoce límites, pero eso sí, los resultados no siempre son los mismos. Y es que los tramposos se la juegan siempre aunque hay algunos que se lo curran bastante más que otros. El caso que nos ocupa es de este segundo supuesto porque, a decir verdad, puede que estemos delante de uno de los engaños más torpes que se recuerdan. 

Ocurrió durante la celebración de un sorteo en el marco de la Feria Nacional de Durango, en México, que se está llevando a cabo desde el pasado 13 de julio y se prolongará hasta el 5 de agosto. Todo un despliegue de propuestas festivas, musicales y gastronómicas en donde se regala un coche a diario entre los asistentes. 

El método es el de toda la vida: papeletas dentro de una urna con los datos de los participantes y una mano inocente que remueve y saca un nombre. El tema es que, además, el sorteo se retransmite en vídeo a través del Facebook con lo que todo queda perfectamente registrado. 

"No mames"

En el sorteo de la noche del jueves pasado un hombre, al que ya le han apodado Lord Fraude en el país, se ofreció como mano 'inocente' y, ¡oh sorpresa!, resultó ser el ganador del coche. Las imágenes hablan por sí solas:

Vamos a ver, Roberto. Que ni te has molestado en disimular, hombre. Que antes de que dieran más datos sobre el ganador ya estabas saltando de emoción en el escenario, por favor. Evidentemente los usuarios de Facebook empezaron a comentar que aquello era un tongazo de los buenos y los organizadores fueron a revisar las imágenes como si se tratara del VAR.

Comprobaron que, en efecto, el tal Roberto se había sacado la papeleta con su nombre de la manga en plan trilero pero de los malos, así que le retiraron el premio e hicieron un nuevo sorteo:

Esperemos que Roberto depure un poco más su técnica si es que decide volver a intentar darle a alguien gato por liebre.