La calle Preciados llena de gente en Navidad.

La calle Preciados llena de gente en Navidad. EFE

La Jungla / Social

La maldad de los turrones puede resumir la complejidad navideña

En La Jungla. Tal vez pensemos que los turrones son una de las cosas menos importantes de la Navidad, pero nos equivocamos. Si te equivocas puedes arruinar las fiestas a alguien.

5 diciembre, 2017 20:29

Con la llegada de la Navidad todos nos imaginamos que, este año sí, las fiestas serán la ocasión perfecta para tener unos días de paz y armonía con la familia. Esas escenas de amor verdadero y perfecto que se ven en las películas americanas de sobremesa. Eso a lo que todos aspiramos. Desengañémonos, eso no existe.

Y no existe porque nos perdemos en los detalles. Los americanos se centran en el "bigger picture" y en el resultado, nosotros en las pequeñeces. Para ellos lo importante es la reunión, el menú es lo de menos. El día del menú importante ya fue en Acción de Gracias con el pavo. En Navidad lo que importa es estar juntos y abrir regalos.

En cambio aquí lo que importa es el menú: desde el besugo hasta el bacalao con coliflor, sin olvidar la pularda, el cocido de navidad o el cordero. Por supuesto no puede faltar el marisco y unos buenos polvorones, peladillas y los eternos turrones

Ah, los turrones. Ese delicioso dulce, manjar de los dioses, que tan sólo podemos, y debemos, saborear una vez al año. A medida que España ha ido creciendo, también lo ha hecho la variedad de sabores y texturas del turrón. Cada parte de la familia tiene su favorito y eso, en el fondo, es un problema, tal y como expresa el siguiente gráfico.

Basándose en los ejes de bondad y legalidad propios de los juegos de rol Dragones y Mazmorras la esquina superior izquierda representa a lo mejor (algo bueno y legal) y la esquina inferior derecha representa lo peor (algo malo y caótico), este usuario ha calificado los turrones de Navidad.

Como mejor tenemos el de chocolate Suchard y como peor el de mazapán con frutas. Es posible que entre adolescentes y niños esto sea la norma pero entre los padres estoy seguro de que cambia. Para los abuelos, por ejemplo el mejor sería el duro de almendras y todo lo demás sería lo peor. Para mí, por ejemplo, cambiaría el mejor por el blando de almendras.

Utilizando esta misma plantilla estoy seguro de que a muchos de nosotros se nos ocurrirían, por ejemplo, clasificar lo que más y menos nos gusta de la Navidad. En la siguiente imagen hay una clasificación que bien podría recoger la Navidad de cualquier español.

Navidad Española D&D

Navidad Española D&D