La Jungla / Social

Un murciélago se cuela en una casa y su caótica extracción triunfa en la red

En la Jungla. Una familia irlandesa estaba tranquilamente en su casa cuando un roedor volador entró sin invitación por la puerta trasera. La situación pronto desencadenó en caos.

7 septiembre, 2017 14:07

Si a alguien ha vivido la experiencia de que un murciélago o un pájaro entre en una casa sabe que el proceso de devolverlos al aire libre no siempre es sencillo... de hecho suele ser bastante complicado, con el pobre animal más nervioso que nosotros. Sin embargo, lo vivido en este hogar irlandés va más allá de lo habitual.

La familia estaba reunida en la cocina cuando el bat-visitante entró sin pedir permiso ni nada. "Podemos decir que lo afrontamos de forma calmada y ordenada", explicaba Tadhg Flemming desde su cuenta en Facebook, donde el vídeo que publicó está cerca de alcanzar los dos millones de reproducciones.

Y es que el caos que invadió el hogar es espectacular. La madre procedió a esconderse tras una puerta, observando la surrealista secuencia desde el otro lado de un cristal. El padre se armó con un trapo con el que intentó atrapar a la criatura sin mucho éxito. Vista la situación, decidió ampliar su arsenal con una toalla recién planchada. Tadhg hizo lo único lógico que se puede hacer en esta situación: grabarlo todo en un glorioso vídeo en vertical.

¿Y el perro? el perro optó por hacerse pis.

Tras conseguir capturar al animal y devolverlo a la noche a la que pertenece, la cara del padre muestra la satisfacción de un trabajo bien hecho.

La gaviota ladrona: una incursión animal con más éxito

No es el único caso que hemos visto estos en la que un animal ha entrado en un lugar que no le tocaría. Esta gaviota ha hecho lo propio en South Shields, una localidad al norte de Inglaterra, cerca de Newcastle (sí, es paradógico que se llame South Shields estando en el norte, pero es que está al sur de North Shields).

Pero en este caso el animal ha ido un paso más allá. Tras entrar con total normalidad en la tienda, camina hasta el lugar donde están las patatas fritas, coge una y sale disparada como alma que lleva el diablo. El hecho de que empiece a sonar Don't stop me now de Queen en ese preciso instante solo le da más glamour a la situación: