La escritora y periodista Rosa Montero durante una entrevista.

La escritora y periodista Rosa Montero durante una entrevista. EFE

La Jungla / Social

"La homeopatía, Rosa Montero, es un negocio que banaliza la esperanza y la convierte en dinero"

En la Jungla. Un pediatra, que trabajó durante algunos años en cuidados paliativos, responde a la polémica columna de la escritora, que este domingo defendió esta práctica considerada por la comunidad científica como una farsa. 

5 junio, 2017 16:26

La última columna de Rosa Montero, publicada este domingo en 'El País Semanal' y titulada ‘Consumidores engañados y cautivos’, ha desatado una tremenda polvareda. En ella, la periodista se mete en un jardín para defender la homeopatía y los transgénicos y criticar “la terrible dependencia de nuestro conocimiento de unos estudios supuestamente científicos que están orientados hacia el beneficio de las grandes empresas”. Según Montero, estos estudios son “campañas muy sucias porque se presentan como inocentes resultados de la investigación pura, cuando no son más que publicidad encubierta”.

La periodista asegura que en este momento nos encontramos en uno de esas campañas. “¿No les choca la repentina obsesión científica que le ha entrado a nuestra, en general, acientífica sociedad para denunciar la homeopatía? Llevamos meses de un machaque tan orquestado y pertinaz que no puede ser casual”, dice Montero. La escritora se muestra a favor de “advertir del peligro de usar sólo homeopatía”, pero le “alucina ver tanta furia contra una práctica barata y desde luego inocua”. Como lo leen.

Semejantes afirmaciones desataron este fin de semana la tormenta perfecta en las redes sociales, donde periodistas, médicos, asociaciones y sociedades científicas de diversa índole pusieron el grito en el cielo ante lo que muchos consideran como un auténtico "disparate".

 

 

Sin embargo, el hilo que más repercusión ha tenido ha sido el de Alberto García Salido, pediatra y escritor que no se ha mordido la lengua a la hora de contestar a Montero tras años como médico. Su respuesta acumula casi 1.000 retuits en apenas 24 horas.

 

García Salido, que aclara que no tiene “una farmacéutica detrás”, cuenta cómo fue su etapa trabajando en cuidados paliativos pediátricos, rodeado de niños y familias que habían sido golpeadas por una terrible enfermedad y en unos momentos en los que el desaliento hace que se llegue a creer en los milagros.

 

En su columna, Montero se escuda en el efecto placebo para justificar el uso de la homeopatía. Sin embargo, García, lo tilda directamente de “estafa”. “Los padres, como es lógico, buscan respuestas, soluciones, a una situación jodida. La más jodida de las posibles si eres padre. En paliativos pediátricos, la asistencia era domiciliaria. Entrabas en sus casas. Le invito a probar eso. Te cambia la vida”, cuenta el médico.

 

Tal y como asegura en el hilo, su trabajo era “interdisciplinar” y, pese a las dramáticas situaciones a las que se enfrentaba, se veía en la obligación de ser sincero. “La sinceridad duele”. Él mismo vio cómo algunos padres depositaban en la homeopatía buena parte de las esperanzas para la cura de sus hijos. Cómo daban agua a sus niños enfermos. “Ahí hacíamos un ejercicio de tolerancia, es agua, es una mentira”. Sin embargo, el verdadero drama llegaba cuando la desesperación alcanzaba tal punto que los padres veían en esa mentira su única posibilidad.

  

Según cuenta en el hilo, este médico madrileño trató de ponerse en contacto con los homeópatas, para que le explicaran el funcionamiento de sus ‘fármacos’. Nunca obtuvo respuesta. “Llegan a prometer la curación en situaciones terminales. Da igual. Llegan a plantear la retirada de analgésicos. Da igual”.

García Salido finaliza su respuesta apelando una vez más a Rosa Montero y a las prácticas que defiende en su artículo. “La homeopatía, querida @BrunaHusky, es un negocio que banaliza la esperanza para convertirla en dinero. A mí me dan igual las farmacéuticas, lo que no es tolerable es mentir. [...] He escuchado a muchos padres defenderla. He sido sincero y les he dicho lo que pensaba. No es fácil en circunstancias como la planteada. Pero hay algo más poderoso que cualquier farmacéutica. Se llama conciencia. Y le aseguro que duermo fenomenal sin mentiras”, finaliza.