Después de apostar por la adaptación de La pasión turca, atresplayer acaba de estrenar Red Flags, su nueva serie original española. Está basada en una idea original de Nando López (autor de La edad de la ira), y es un drama adolescente centrado en las vidas sexuales y emocionales de cuatro jóvenes. A través de sus vivencias se plantea una serie que retrata de manera muy directa la sexualidad de la Generación Z.

Red Flags está protagonizada por Mar Isern, Diego Rey, Iria del Valle e Ibrahima Kone y sus ocho episodios se rodaron en escenarios naturales de Madrid. La producción corre a cargo de Atresmedia Televisión en colaboración con Zeta Studios.

El elenco de Red Flags lo completan Gabriel Guevara, Diego Garisa, Pau Gimeno, Lizeth San Martín, Jacobo Camarena, Son Khoury, Laura Rozalén, Vera Cruz, Westley Camps, Xoan Fórneas, Oskar de la Fuente o Carlos Troya, entre otros.

Además, tras las cámaras están Montse García, Antonio Asensio, Paloma Molina y Xavi Toll en la producción ejecutiva y Lucía Alonso Allende como coproductora ejecutiva. Al frente del guion están Nando López y Estel Díaz y los capítulos los dirigen Ian de la Rosa y Estel Díaz.

Los personajes

Toni (Diego Rey), Érika (Mar Isern), Luna (Iría del Valle) y Walter (Ibrahima Kone) son muy amigos, pero no se conocen en persona. Sólo se siguen en una red social que, para ellos, es tan real como la vida misma. Allí, los cuatro comparten sus miedos, problemas, decepciones con sus recientes experiencias sexuales, que ponen a prueba sus creencias sobre la vida, el amor y la amistad.

Toni, Érika, Walter y Luna, los protagonistas de 'Red Flags'.

Érika es madura, crítica, ávida de referencias feministas y una persona LGTBIQ+ con un físico no normativo. Además, es tan apasionada de sus ideas que puede caer en la intransigencia con cierta facilidad. Su madurez, y a la vez también sus inseguridades, derivan en gran parte de su experiencia con el acoso y de su lucha con un trastorno de conducta alimentaria (TCA), que empezó en su adolescencia y que, a pesar de estar recuperada, sigue pesando en ella.

En el grupo también está Toni, un chico obsesionado con su cuerpo que no falta ni un solo día al gimnasio, desde el que postea muchos de los selfies en los que presume de musculatura. Le apasiona la música, remezcla temas y a veces pincha en fiestas y mientras termina sus estudios, empezará a sacarse un dinero currando en el gimnasio y ayudando a Leyre, una de las monitoras.

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No vive en el armario, pero tampoco expresa abiertamente su homosexualidad: es plumófobo. Para él una cosa es ser gay y otra ser maricón. En este prejuicio tienen su origen muchas de sus inseguridades Toni.

Por otro lado, está Luna, que no se muestra ante los demás como realmente es. Al menos ella no lo siente así, pero en su entorno -una ciudad pequeña lo bastante alejada de la capital como para que llegar hasta allí sea todo un triunfo- no es fácil mostrarlo.

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No existe una gran variedad de referentes, las cosas se hacen de una sola manera, y salirse de lo estándar, en cuanto a vestimenta, pareja u hobbies, implica quedarte fuera del grupo

Y por último está Walter, un joven que además de ser hijo único, vive con su madre en un barrio residencial de clase media-alta. Ella viaja a menudo por su trabajo de editora, lo que hace que Walter pase mucho tiempo solo en casa.

Estudia 2º de Bachillerato de Sociales y es un apasionado de la lectura, en parte gracias a la influencia familiar. Ejerce de bookstagramer y busca abrirse camino en la literatura sin tener que recurrir a la ayuda materna.