Cadena humana de vecinos de Bayona que evitó que las llamas llegaran a las casas del municipio pontevedrés

Cadena humana de vecinos de Bayona que evitó que las llamas llegaran a las casas del municipio pontevedrés

Grandes Historias Galicia en llamas

Vídeo: Cadena humana para sofocar las llamas en Galicia con agua de una piscina

Más de medio centenar de vecinos de Bayona (Pontevedra) hicieron labores de bomberos durante la tarde del domingo, cuando las llamas amenazaban con llegar a sus viviendas.

17 octubre, 2017 20:00

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La tragedia del Prestige unió a los gallegos, que se lanzaron a limpiar sus costas de chapapote. Ahora, con el fuego asolando sus montes, se han vuelto a revivir escenas de colaboración ciudadana. Esta vez ha sido para acabar con las llamas que ya han dejado un saldo de cuatro fallecidos. Lo demuestra este vídeo.

Domingo 15, 17.51 horas. Bayona (Pontevedra). El fuego, originado a primera hora de la mañana, avanza sin parar por los montes que rodean a la localidad. Las llamas rozan las viviendas de este pueblo costero de 13.000 habitantesAnte esta catástrofe, de nuevo los vecinos deciden salir a la calle para echar una mano a los bomberos, desbordados por los numerosos incendios que asolan la región. Las imágenes muestran cómo una cadena humana de al menos medio centenar de personas se pasan de mano en mano cubos con el agua que sacan de una piscina. Otros sofocan el incendio con mangueras.

Colaboración vecinos incendio Galicia

Hay mujeres, niños, personas de todas las edades. Algunos hombres con los torsos desnudos evitan inhalar el humo poniéndose sus camisetas mojadas en el rostro. Las llamas se encuentran detrás del Colegio Público Covaterreña, en el barrio La Anunciada.

El esfuerzo de los vecinos de Bayona consiguió que el fuego se extinguiera, aunque fue ya entrada la noche. Ningún edificio ni vivienda de la localidad se vio afectado en esa zona. Hubo algunas a las que sí alcanzaron las llamas, pero el esfuerzo de los vecinos evitó la catástrofe. También su parador nacional corrió un gran riesgo de prenderse. Finalmente no sucedió. La colaboración ciudadana de los gallegos, como ya pasara en 2002 con el Prestige, ha vuelto a surgir cuando más necesaria era.