El croquis que hizo la enfermera que desde principios de año acompaña al doctor David en las operaciones estéticas.
La paciente violada por el doctor David en el quirófano le pagó 6.000 € por un aumento de pecho: "Estoy en shock"
La mujer le entregó 2.000 euros en metálico porque el cirujano plástico decía que le perseguía Hacienda: "Nos ha dicho que por motivos económicos y los impuestos en España, quiere trasladarse a vivir a Dubái o a Estados Unidos".
Más información: La Policía halla "fluidos" en el pantalón del doctor violador: "Llevó a cabo la presunta agresión sexual con descaro"
Le pagó 6.000 euros al doctor David por un aumento de pecho mediante lipolifting porque deseaba mejorar su imagen y acabó siendo evaluada por un forense, como víctima de una supuesta violación a manos de este cirujano plástico. El calvario de esta mujer arranca la noche del viernes 5 de diciembre, cuando una inspectora y dos policías nacionales se presentan en su casa para comunicarle que había sufrido una supuesta agresión sexual mientras se operaba en un hospital privado de Murcia.
“No soy consciente de lo que ha sucedido”, tal y como admite la mujer a la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM), a las 23.15 horas de aquel fatídico viernes, en su breve declaración a la que ha accedido EL ESPAÑOL.
Esta mujer no puede encajar que ha sido víctima de una agresión sexual, por el cruel azar de contratar el bisturí del doctor David, por recomendación de varios amigos de profesión. De hecho, en el mes de agosto cerró su primera consulta con este cirujano con 15 años de experiencia en el campo de la Cirugía Plástica, Estética y Reparadora.
Ella quería hacerse una reconstrucción de pecho, pero el doctor David le recomendó una liposucción en los muslos, para transferirle la grasa que le extrajera a los senos. El cirujano logró convencerla en la segunda consulta porque esta mujer se fió de su consejo profesional, como habría hecho cualquier otra paciente. Pero ahora todo apunta a que solo buscaba colocarla en posición de litotomía sobre la mesa de operaciones: tumbada, con las piernas abiertas y él en medio.
“En estos momentos, me encuentro en shock tras la noticia recibida”. “Solicito que los hechos sean investigados para poder ser conocedora de todo lo que ha sucedido”, según recalca la mujer a la inspectora y a los dos policías que le informan del terrible resultado de su operación estética, justo en pleno posoperatorio, tras recibir el alta en el hospital privado de Murcia en el que ingresó, a las 7 horas, de un jueves 4 de diciembre.
A ese centro acudió acompañada de una de sus mejores amigas. Allí le esperaba el doctor David para fotografiar varias zonas de su cuerpo. La paciente entró en el quirófano 2 a las ocho de la mañana y este cirujano plástico le explicó a la allegada que la intervención se prolongaría tres horas, pero no la subieron a planta hasta las cuatro de la tarde.
Ese mismo jueves, a las 20 horas, el cirujano se presentó en su habitación, para cerciorarse de su evolución tras haberla violado supuestamente.
Al doctor David se le bajó la mascarilla durante la supuesta violación a una paciente sedada.
Esta mujer recibió al doctor David sin ser consciente de lo sucedido durante la operación, en aquel quirófano que alquiló en un centro privado. El viernes por la tarde recibió el alta, para iniciar satisfecha el posoperatorio de su aumento de pecho, descansando en su casa, hasta que su vida se desmoronó horas después con una visita de la Policía Nacional que la envío de vuelta a un hospital para ser sometida a una incómoda evaluación forense.
En el Hospital Virgen de la Arrixaca le tocó verbalizar el infierno que estaba viviendo: “Esta tarde, he recibido una llamada telefónica de la Policía Nacional para informarme de los hechos ocurridos en el quirófano en la intervención. Me han contado que hay indicios de una agresión por parte de un cirujano plástico durante mi operación”.
“Me presentan vídeos de la intervención en los que graban a esa persona realizando movimientos sospechosos de pelvis”. “No se observa claramente, al no estar grabado desde una perspectiva correcta la penetración”. El médico le pregunta a esta mujer si tiene molestias vulvovaginales y ella contesta que "no". Pero en su evaluación forense saltan las alarmas porque le detectan una “lesión” en la cara lateral izquierda de su vagina y comienza otra cascada de varapalos.
Tales como tener que hacerse un test de embarazo y ser emplazada a someterse a un “tratamiento postexposición VIH” y a pasar por una consulta del CAVAX: el Centro de Atención Integral a Víctimas de Agresiones Sexuales. Además, la Policía Científica se quedó con sus pantalones para buscar restos biológicos de su presunto violador: un cirujano plástico que le hizo pagarle 2.000 euros en metálico -de los 6.000 que costaba la operación- porque decía que le perseguía Hacienda .
“Estas Navidades se va de viaje a Estado Unidos, a ver a su hermano, el cual vive allí", según alertaron tanto la víctima de esta supuesta violación como su amiga a la Policía Nacional. “Nos ha manifestado que por motivos económicos y debido a los impuestos en España, quiere trasladarse a vivir a Dubái o a Estados Unidos". Pero eso no ha ocurrido porque la UFAM le ha echado el lazo y la magistrada lo ha enviado a prisión por riesgo de fuga y de reincidencia en sus actos.
El doctor David ha cambiado su consulta por un chabolo de la cárcel, por las pruebas que recogen los dos atestados elaborados por la Policía Nacional. Uno de ellos refleja que en los pantalones quirúrgicos que usó en la operación estética, se han detectado “fluidos corporales” tras ser expuestos al luminol.
De hecho, están siendo analizados en un laboratorio. Existen más pruebas periféricas que apuntan a que el quirófano número dos de este hospital privado de Murcia, se convirtió en el escenario de una presunta violación. Una auxiliar de enfermería cazó en dos vídeos al doctor David haciendo movimientos pélvicos mientras estaba entre las piernas de esta pobre mujer, desvalida e inconsciente porque estaba anestesiada sobre la mesa de operaciones.
La UFAM remarca en uno de sus atestados que en el vídeo se aprecia al doctor David con los pantalones bajados.
La citada auxiliar ha prestado declaración como testigo de la supuesta violación, junto a su compañera de quirófano, una enfermera que desde principios de año ejercía de instrumentista del doctor David y que confiesa que se siente arrasada emocionalmente porque no sabe si lleva meses compartiendo quirófano con un presunto depredador sexual:
“Creo que lo ha podido hacer con más pacientes, bajo mi desconocimiento. Me siento culpable por no haber sido consciente de ello. Ha sido una gran decepción saber que el doctor David haya podido hacer algo así”.
Esta enfermera está afectada porque admite que este cirujano, de 46 años, solía contonearse con las pacientes en la mesa de operaciones y ahora sospecha que ese contoneo podría ser de tipo sexual: “Siempre se ha contoneado. Es decir, ha hecho movimientos con la pelvis. Yo siempre pensaba que eran manías de este cirujano, así como del propio impulso para extraer grasa. No le daba importancia en su momento, ahora pienso si verdaderamente era por eso o porque estaba pasando algo más”.
La duda es razonable, a la vista de lo que narra esta enfermera sobre lo sucedido en el quirófano número 2, durante la mañana del jueves 4 de diciembre. Incluso le hace un croquis con la distribución de la sala de operaciones a la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM), durante la declaración que presta en Comisaría.
“En las liposucciones de piernas, el doctor siempre ha posicionado a las pacientes con las piernas elevadas, en posición ginecológica, si bien, nunca he sospechado nada, ya que cada cirujano tiene sus formas y sus manías”, tal y como insiste esta enfermera. Esta sanitaria forma parte de la plantilla del hospital privado de Murcia donde el cirujano alquiló el quirófano, como profesional independiente, pero explica que aceptó su propuesta de ser su instrumentista porque era “un buen profesional, que trataba correctamente tanto al personal médico como a los pacientes”.
El doctor David tenía miles de seguidores en Instagram, una clínica en Madrid y otra en Alicante donde convivía con su madre. Era un cirujano plástico atento, seguro de sí mismo, y su vida se reducía a operar de lunes a viernes.
De modo que esta enfermera aceptó una oferta de la que se arrepiente, a tenor de lo sucedido el jueves 4 de diciembre, cuando se situó en la mesa con el instrumental, paralela a la puerta del quirófano, con las jeringuillas y las mangueras que debía rellenar con la grasa de la liposucción que el doctor David le haría en los muslos a la paciente.
La imagen que analiza la UFAM apuntando a que el doctor David colocó algunas máquinas para que no se viera su cuerpo.
“En todas las intervenciones que he llevado a cabo con el doctor David, concretamente en las de liposucción de piernas, la camilla está situada horizontalmente a la puerta, quedando en el quirófano 2 la puerta a la izquierda del doctor, siendo las únicas intervenciones en las que cambia de posición la camilla y siendo el único doctor que cambia la posición”, según explica esta enfermera a la Policía.
Ese detalle no es baladí para los investigadores porque sostienen que movía la camilla para tener una visión directa de la puerta, para controlar quién entraba o salía del quirófano; y colocó una máquina para "camuflar" su "posición entre las piernas de la paciente". Incluso le hizo un ofrecimiento sorprendente a esta enfermera en plena operación:
“En un momento dado, mientras que el doctor estaba con la liposucción, me dice: ‘¿Te quieres ir a almorzar?’ Me sorprendió esa pregunta, cuando he tenido intervenciones más largas con este doctor y nunca he abandonado el quirófano para nada, ni tampoco he sido invitada para ello”.
Esta no sería la única situación extraña que relata esta sanitaria. "La mayor parte del tiempo me encontraba de espaldas al doctor, girándome para darle los viales necesarios para la intervención […]”. “La auxiliar de enfermería no cesaba de mirarme, llamando mi atención, llegando a cuchichear, diciéndome que lo mirase [….]”.
Y al final lo hizo: “Miré a la pantalla de televisión que tengo enfrente de mí, la cual estaba apagada y lo refleja todo, vi que el doctor no paraba de mover la pelvis con la paciente. Yo no entendía nada de lo que pasaba”. “Estaba incómoda e incrédula ante lo que creía que estaba pasando". "Me parecía surrealista”. “Me di cuenta de que el doctor, cuando alguien entraba al quirófano, paraba de hacer ese movimiento”.
Esta enfermera asegura que se produjeron más situaciones anómalas: “El doctor, en ningún momento se movió de entre las piernas de la paciente mientras yo llenaba las jeringuillas. Permaneció allí una media hora más, con la excusa de retocar la liposucción. Yo no lo entendía porque estaban las mangueras desconectadas y con una aguja fina no sabía lo que estaba retocando”.
El doctor David ofertando en redes sociales sus servicios de cirugía plástica y estética.
La Policía Nacional sostiene que la cánula del doctor David estaba desconectada, durante el supuesto balanceo sexual que afectó a las constantes vitales de la mujer que estaba en la mesa de operaciones. Así lo afirma esta enfermera: “Hago constar que a la paciente le subió la tensión y la frecuencia cardíaca, siendo estabilizada por el anestesista, ya que a preguntas del doctor, el anestesista le dijo que podría deberse a que sintiera dolor la paciente”.
El testimonio de esta sanitaria incide en que el cirujano plástico estaba siempre pendiente de la puerta del quirófano y su "contoneo" solo frenaba cada vez que entraba la anestesista.
“Cuando entra la anestesista, es cuando el doctor David para completamente de llevar a cabo esos movimientos de pelvis, indicando que es el momento de cambiar de posición, es decir, de pasar al tren superior”. “En ese momento, el doctor David coge una compresa, una gasa grande, haciendo el movimiento de limpiarle los genitales a la paciente. Yo me quedé paralizada”.
Usó lubricante
Esta enfermera asegura que dada su posición en el quirófano, de espaldas, su "principal interés era ver como tenía la paciente los genitales", y para ello se ofreció a sondarla, sin embargo, el doctor David se negó: "Cuando el doctor la sondó, como no situó la bolsa, cayó pipi al suelo, manifestando el doctor: ‘Lluvia dorada’. Un comentario desafortunado”.
“Tras sondarla, el doctor se fue a una columna del quirófano que tiene lejas, y pude ver que a pesar de intentar esconderse, antes de quitarse la bata, vi que hizo el gesto de subirse los pantalones. Posteriormente, se quitó la bata de una forma inusual porque se la cogió de la parte delantera. Haciendo un movimiento extraño”.
“Una vez que depositó la bata en la basura, la auxiliar de enfermería y yo, decidimos que esa basura había que apartarla, ya que estaba pasando algo y no sabíamos qué era”. Esa decisión ha sido crucial a la postre, ya que el luminol ha detectado "fluidos corporales" que están siendo escudriñados en un laboratorio. Aunque hay otros elementos de esta operación de aumento de pecho con lipolifting que no podrán ser analizados porque la enfermera afirma que desaparecieron:
"El doctor solicitó lubricante para llevar a cabo la liposucción, quedándose el vial sin devolvérmelo, no siendo normal ni necesario para ese tipo de intervenciones porque en caso de necesitar lubricante, es en dosis pequeñas y el doctor gastó casi todo el vial”.