Rudolf L., condenado a seis años de prisión por secuestrar y torturar a un amigo para robarle el premio de la Lotería.

Rudolf L., condenado a seis años de prisión por secuestrar y torturar a un amigo para robarle el premio de la Lotería. E. E.

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Rudolf secuestró, robó y torturó a su amigo Carlos en Madrid para hacerse con los 25.000 euros que ganó en la lotería

En compañía de dos varones más, cometieron la detención ilegal en Collado Villalba; le golpearon con una sartén y le encañonaron con una pistola.

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Objetivo: encontrar a Carlos para robarle el premio que ganó en la lotería. Y para conseguir dicho fin, si hay que torturarle, pues se hace. Eso debieron pensar Rudolf L., Javier S. y Alberto R., tres individuos que no dudaron en detener de forma ilegal a su amigo Carlos H. para robarle parte del premio de lotería que había ganado, casi 25.000 euros.

Rudolf L., Javier S., y Alberto R. sabían que Carlos H. se alzó con el premio. La mañana del pasado 12 de enero de 2024, se dirigieron al domicilio de un conocido de Carlos H., situado en el municipio madrileño de Collado Villalba.

Una vez en casa de Leopoldo H., los encausados le propinaron un puñetazo en la mandíbula y le encañonaron con una pistola semiautomática de aire comprimido. Ellos le dijeron a Leopoldo que si no iba con ellos y les decía dónde vivía Carlos H., le matarían, según se desprende de la sentencia del caso a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.

Metieron a Leopoldo H. en un coche y lo dejaron en su interior hasta las 13 horas mientras los tres secuestradores hacían guardia en la vivienda de Carlos H. También obligaron a Leopoldo H. a llamar a Carlos H. para que saliera de su casa. Luego, soltaron a Leopoldo H. de su cautiverio.

Accedieron al domicilio. "Quédate quieto en el sofá", le dijeron los secuestradores a Alejandro M., quien convivía con la víctima, mientras torturaban a Carlos H. en la cocina. Allí, le cubrieron la cabeza con una toalla, le propinaron golpes en la misma con una sartén y una pistola y uno de ellos le vigilaba mientras le mantenía un cuchillo de cocina en la nuca.

Tras esta lluvia de golpes y vejaciones, consiguieron que Carlos H. les facilitara las claves de sus cuentas corrientes. Una vez con las contraseñas en su poder, obligaron a Alejandro M. a que realizase una transferencia bancaria desde la cuenta de Carlos H. a la suya propia. La intención era que fueran a una sucursal bancaria a retirar el dinero, pero al ser fin de semana no se pudo hacer. Fueron a un cajero y retiraron un total de 2.400 euros.

Mientras se producía este expolio de dinero, Javier S. y Rudolf L. pusieron la vivienda patas arriba con el fin de hacerse con todos los objetos de valor posible. Cogieron diversas prendas de ropa, un perfume, un masajeador de espalda, una mochila, una consola y una televisión.

Y por si el robo de todas las pertenencias de Carlos H. fuera poco, los secuestradores reventaron un armario, rajaron un colchón y realizaron un agujero en la pared de la vivienda. El valor de los desperfectos asciende a 768 euros.

Mensaje sospechoso

Para asegurar que ninguna persona acudiera a casa de Carlos H. e impedir que terminasen las torturas, los encausados le conminaron a escribir un mensaje de WhatsApp a su pareja, Laura P., para que no fuera. Esto a ella le chirrió cuando lo leyó.

Desconfió de aquel mensaje sospechoso y se presentó en el inmueble sobre las 20:00 horas. Nada más cruzar la puerta del domicilio, los secuestradores la encañonaron, le cogieron el DNI para averiguar su vivienda y la dejaron marchar, pero con una amenaza: si llamaba a la Policía la matarían a ella y a su familia.

Dejaron a Alejandro M. y a Laura P. marcharse de allí. A los pocos minutos, se presentaron varios vehículos policiales en la vivienda donde se estaba cometiendo el secuestro. Javier S. salió corriendo y los agentes municipales arrestaron a Alberto R. y a Rudolf L. Les incautaron la pistola semiautomática, el cuchillo de cocina y 775 euros en metálico que robaron a Carlos H.

El dinero en la cuenta de Alejandro M., los 24.800 euros, fue restituido a la cuenta de Carlos H. Como consecuencia de los golpes recibidos, la víctima presentó varias contusiones mandibulares.

Consumo de sustancias

Por todos estos hechos, Alberto R., Rudolf L. y Javier S. fueron condenados a penas de entre tres y seis años de prisión. Según se refleja en el fallo de la Audiencia Provincial de Madrid, Alberto R. y Javier S. padecen una "situación de drogodependencia de larga evolución, como consecuencia del consumo de cannabis, alcohol y cocaína".

Los tres autores del suceso fueron condenados por la comisión de un delito de detención ilegal, uno de robo con fuerza mediante el uso de armas, uno de lesiones leves y otro de amenazas.

Y en concepto de responsabilidad civil, fueron condenados a pagar de forma conjunta y solidariamente 18.731 euros a Carlos H., 13.896 euros a Leopoldo H., 11.580 euros a Alejandro M. y 5.790 euros a Laura P.