La UCO ha colaborado con la Policía Judicial en la búsqueda.
La Guardia Civil halla un cadáver 'carbonizado' en un paraje de Oliva (Valencia): 'No se distinguía el sexo del cuerpo'
La autopsia deberá aclarar si el cadáver pertenece a Bea o a una anciana con demencia, así como la etiología de la muerte: accidental o violenta. "El cuerpo era un bulto, no se distinguía ni el sexo”, apuntan fuentes de la investigación.
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Puede que Bea siempre hubiese estado cerca de sus seres queridos, los mismos que durante 53 días la han buscado sin pegar ojo. Este miércoles, en la montaña de La Creu, un paraje del barrio del Pinet, cerca de la Cruz de Oliva, se localizaba un cuerpo completamente calcinado, y todo el mundo en este tranquilo pueblo valenciano pensaba que era la pobre Bea, madre de dos niños de 8 y 6 años.
La Guardia Civil baraja dos hipótesis, a falta de lo que determine la autopsia. La primera opción es que se trate del cadáver de Bea, de 29 años. La otra alternativa es que sea una persona desaparecida con anterioridad al caso de esta veinteañera que mantiene en vilo a los 26.122 vecinos de Oliva.
De hecho, una fuente conocedora de las batidas que se han realizado por la montaña de La Creu apunta lo siguiente: "Hay una anciana desaparecida desde el año 2021 o antes, cuyo caso está sin resolver. Se trata de una vecina de Oliva, que tenía principio de demencia, salió a caminar y desde entonces no ha sido localizada. Lleva años desaparecida". La autopsia aclarará si el cuerpo es de Bea o de la anciana.
Pero lo cierto es que hasta el citado paraje se desplazaron allegados de la veinteañera, este miércoles, nada más trascender el macabro avistamiento. “El cuerpo era un bulto y se encontró cerca de las 16 horas”, según detallan fuentes próximas a la investigación y conocedoras de la batida que se realizó ayer en La Creu “El cadáver no estaba enterrado, se encontraba a la vista”. “Estaba completamente carbonizado, no se distinguía ni el sexo del cuerpo”.
Del hallazgo se informó al Equipo de Violencia de Género (VioGén) del Instituto Armado -un dato a tener en cuenta-. “La cosa pintaba mal desde que se movilizó a la unidad de la UCO especializada en búsqueda de personas”. EL ESPAÑOL ha podido saber que la Policía Judicial solicitó apoyo técnico a la Unidad Central Operativa para que realizara pesquisas tecnológicas.
Beatriz en el cartel difundido por SOS Desaparecidos.
Esta unidad de élite ha realizado indagaciones similares al caso de Olivia y Anna, las niñas que desaparecieron en Tenerife, junto a su padre, Tomás Gimeno, el 27 de abril de 2021, y que finalmente se descubrió que el propio progenitor fue su verdugo porque las lanzó al mar en un caso de violencia vicaria que conmocionó a todo el país.
La UCO se ocupó de averiguar la ruta que realizó en barco el asesino Tomás Gimeno. En Oliva han hecho algo similar, ayudando a reconstruir los movimientos que hizo Bea hasta que su teléfono dejó de tener señal. También han posicionado su móvil con una exactitud milimétrica y han escudriñando la titularidad de los números de teléfono que estaban a su lado cuando desapareció la noche del viernes 8 al sábado 9 de agosto.
Además, estuvieron usando un interceptador para hacer un seguimiento de la huella digital del dispositivo móvil de Beatriz Guijarro, de sus redes sociales, de su flujo de llamadas y de mensajes, debido a que la desaparición de esta veinteañera presentada indicios "de haber sido inducida por la participación de terceras personas", según fuentes próximas a la Guardia Civil.
Es muy significativo que el cuerpo calcinado se haya localizado en la montaña de La Creu, un paraje del barrio del Pinet, muy cerca de la Cruz de Oliva: “Ese paraje siempre ha sido una zona caliente de la búsqueda de Bea desde el principio. Hay fosas, tres depósitos de agua abandonados y las últimas grabaciones de cámaras de seguridad ubicaban cerca a Bea", según cuenta una fuente que ha participado en las batidas, con efectivos de la Guardia Civil, Policía Local y Protección Civil.
"Solo 24 horas después de la desaparición de Bea, ya se hizo una batida por allí, justo por detrás de la residencia de ancianos y no se vio nada". Desde principios de agosto, se ha inspeccionado por aire, con drones y helicóptero, y a pie, con el apoyo de perros. “En esa zona se ha buscado en varias ocasiones”. La Guardia Civil volvió a poner en su radar ese paraje tras el incendio intencionado que sufrió durante el jueves 4 de septiembre.
"Un hombre quemó el paraje intencionadamente, por un ajuste de cuentas por drogas, para que ardiera la casa de un vecino del pueblo que le debía dinero y que está próxima a la montaña de La Creu". El fuego arrasó 8 hectáreas y la Guardia Civil volvió a peinar ese espacio porque al perder vegetación, pensaban que podrían encontrar algo, y este miércoles confirmaron sus sospechas.
Una vista aérea de ruta del Castell de Santa Anna a La Creu.
La Policía Judicial ha llegado a investigar si existía alguna vinculación entre el detenido que quemó ese paraje y Bea, pero no hay conexión entre ese supuesto ajuste de cuentas por drogas y la desaparición de esta vecina de Oliva. La autopsia deberá esclarecer si el cuerpo que ha sido localizado se encontraba en descomposición y se quemó durante el famoso incendio del 4 de septiembre.
Lo primero que deberá aclarar el forense es el sexo del cadáver y su identidad, ya que fuentes próximas a la Guardia Civil aseguran que "está irreconocible". Una vez confirmado si se trata de un hombre o de una mujer, se aclarará si pertenece a Bea o a la anciana con demencia desaparecida años atrás. El Instituto Anatómico Forense deberá encontrar respuesta a la pregunta clave del caso: ¿Se trata de un deceso fortuito, por una caída accidental en la montaña de La Creu, o se trata de una muerte violenta?
El cadáver quemado estaba en una zona próxima al punto donde Beatriz fue vista por última vez: unos 500 metros, monte a través, del lugar del que esta madre de dos hijos se habría bajado del coche con el amigo con el que estuvo la noche del 8 al 9 de agosto. Desde entonces, por Oliva se han desplegado agentes de paisano, incluso algunos policías judiciales movilizados desde Valencia, que iban con las orejas tiesas por el pueblo para investigar al círculo familiar y social de la desaparecida. "Ha habido seguimientos a personas para ver sus movimientos".
Bea estuvo con su novio, Juanjo, se despidió aquella noche del viernes 8 de agosto, y más tarde se marchó a casa de una tía suya. Estos movimientos fueron grabados por cámaras de seguridad. Después, entre las 3 y las 3.30 horas de la madrugada del sábado 9 de agosto, se marchó con un hombre, tras haber pasado un par de horas en casa de su tía.
A partir de ese momento, los investigadores han tomado declaración a muchas personas del entorno de la desaparecida: a su novio, Juanjo, que siempre ha mantenido que tras despedirse de ella se fue a casa con sus padres. A 'El Titi', una expareja de Bea; a la tía con la que estuvo aquella noche, cuya vida está marcada por algún exceso; al padre y a la madre de esta veinteañera, los cuales están separados con tensiones entre familiares; así como a sus dos hermanos y a sus respectivas parejas.
La Cruz Roja de Oliva también difundió imágenes de la desaparecida por redes sociales.
En estos 53 días, se han sucedido todo tipo de especulaciones. Desde que la desaparición tuviera tintes de violencia de género o sentimentales, a diferencias familiares, incluso algún asunto turbio vinculado con una oferta laboral o el mundo de los estupefacientes. Ahora tampoco es descartable que Bea sufriera un accidente en la montaña de La Creu. La autopsia será clave para que la Policía Judicial termine de ponerle el lazo a la investigación.
A la zona donde ha aparecido el cadáver solo se puede llegar a pie. En coche, solo es posible circular hasta una residencia de ancianos que gestionan las monjas. Esta instalación tiene un sendero interior que puede ser atravesado por vehículos, pero la llave de ese camino solo la tienen las hermanas y un conserje. De modo que lo más lógico es pensar que el cuerpo siempre estuvo ahí porque harían falta dos personas para subir un cadáver allí arriba.
Tal cuestión también deberá ser aclarada por el informe forense: ¿El cadáver yacía allí desde hace semanas o lo colocaron en ese paraje? ¿Fue quemado intencionadamente o fortuitamente durante el incendio del ajuste de cuentas del 4 de septiembre?
Este diario contactó anoche con Juanjo, el novio de Bea, pero fue incapaz de articular palabra tras el truculento hallazgo. Estaba desolado.