Una composición con la creadora de contenido en OnlyFans, Efosy.

Una composición con la creadora de contenido en OnlyFans, Efosy. Arte E.E.

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"Prostitución digital" o "creación artística", el debate de OnlyFans divide a expertos, políticos y modelos: "Es parecido al porno"

Las controversias que genera esta app amenazan con tumbar el proyecto de abolición de la prostitución que está preparando el PSOE, en el que quiere incluir la prohibición de esta plataforma pese al rechazo de Sumar.

Más información: Sumar rechaza prohibir redes como OnlyFans que el PSOE considera prostitución: "No hay que precarizar a esas mujeres".

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En pleno debate por el nuevo intento del PSOE de presentar una ley para abolir la prostitución, la plataforma OnlyFans se ha puesto en el punto de mira. Esta aplicación en la que muchos creadores consiguen grandes sumas de dinero vendiendo contenido íntimo o explícito es considerada por unos como una forma de ganarse la vida, y por otros como un método de "proxenetismo online".

Esta contundente denominación viene de la propia ministra de Igualdad, Ana Redondo, que ha llegado a manifestar que la violencia sobre las mujeres "está corriendo como la pólvora en redes sociales" y que en su departamento están "muy preocupadas por el fenómeno OnlyFans", calificándolo, además, como "violencia contra las mujeres".

Este debate ha saltado a la palestra de la actualidad por el nuevo proyecto para abolir la prostitución que tiene previsto presentar el PSOE en los próximos días en Consejo de Ministros.

Ante la controversia de este asunto, EL ESPAÑOL ha contactado con diferentes fuentes para poner sobre la mesa los argumentos que, por un lado, abogan por el cierre de esta plataforma, y por otro, optan por mantenerla.

Contra la prohibición

Efosy es el seudónimo que utiliza una joven creadora de contenido íntimo en OnlyFans. Lo considera su trabajo, y lo compatibiliza con sus estudios. "Me sería imposible coordinarlo todo si tuviera otro trabajo. Esto me ofrece una libertad horaria con unos ingresos que me permiten ser autosuficiente", expone.

Su postura en este debate es clara: "Onlyfans es un trabajo sexual, pero no es prostitución".

PREGUNTA.– Según su criterio, ¿qué diferencia el trabajo sexual de OnlyFans de la prostitución tradicional?

RESPUESTA.– OnlyFans se parece mucho más a la pornografía tradicional y a las líneas de teléfono eróticas que a la prostitución.

Creo que es muy diferente porque precisamente la base de la prostitución es que hay un contacto físico, íntimo, que online es imposible obtener. Por eso yo lo veo muy diferente.

Efosy, creadora de contenido en OnlyFans.

Efosy, creadora de contenido en OnlyFans. Cedida

Esta creadora de contenido se muestra contenta con su experiencia en la plataforma, aunque al preguntarle por la parte negativa de la aplicación, menciona la fuerza de los estigmas, una cuestión que señalan todas las fuentes consultadas para este reportaje.

"La peor parte de trabajar en la aplicación es el estigma que tiene cualquier trabajo sexual, que se potencia en las redes sociales. Es frustrante que la gente piense que puede decir cualquier burrada porque no estoy haciendo nada malo".

"Y yo tengo la suerte de que a mi familia y amigos no les importa, pero conozco casos muy graves como chicas a las que sus padres las han echado de casa… Aunque a mí no me ha pasado eso, al final el estigma te afecta por mucho que te guste esto y por muy bien que lo lleves".

En esto incide también la psicóloga y streamer Luna Wine: "El estigma es una cosa que afecta a todos los creadores. Aunque dependiendo de distintos factores, puede afectar de una forma u otra".

La psicóloga y streamer Luna Wine.

La psicóloga y streamer Luna Wine. @lunitawine

"Lo que diferencia al contenido sexual online es que supone la publicación de imágenes que permanecen. No es como la chica que se acuesta con un hombre por dinero y nadie se entera; sino que hay cierta visibilidad. Pero por otro lado, OnlyFans también ofrece una distancia con el consumidor, entre otra serie de beneficios".

Y es que esta profesional especializada en sexología subraya que en esta plataforma "no todo tiene que ser malo": "Muchos creadores y consumidores de este tipo de plataformas encuentran en ese espacio una vía libre para poder explorar su sexualidad, o para poder simplemente dejarse llevar y encontrar gustos diferentes que no sabían que podían desarrollar".

"Es una manera de encontrar cercanía, recordemos que creció mucho en la pandemia, en la que no podíamos quedar, ligar ni tener sexo. Te permite generar esa cercanía y ese desarrollo de la sexualidad".

Luna Wine advierte de que "gran parte de la información que tenemos sobre los efectos de esta plataforma en productores y consumidores no viene de datos, sino de falacia anecdótica, que consiste en generalizar las experiencias de algunas personas".

"Se trata de un mundo en el que todavía no hay mucho estudio ni literatura científica, porque la plataforma empezó a crecer hace menos de cinco años, y eso hace que sea difícil estudiarla".

De manera que concluye: "El trabajo sexual va a seguir existiendo porque siempre va a haber oferta y demanda, por mucho que se prohíba".

"Si ahora tenemos plataformas como OnlyFans que ponen controles muy exigentes con respecto a que no entren menores, que no se suba contenido de otras personas, a que todo lo que ocurra dentro de la plataforma sea completamente consentido… El prohibirlo no va a hacer más que desplazarlo a plataformas que tienen mucho menos control y regulación, y que son menos visibles".

A favor de prohibir

Por otro lado, hay otros expertos que se inclinan directamente por prohibir estas plataformas. Es el caso de la psicóloga Lara Ferreiro, autora del libro ¡Ni un capullo más!, que valora que "OnlyFans es prostitución digital porque es una transacción económica a cambio de actos sexuales. Si de mí dependiera, cerraría este tipo de comunidades. No creo que fomenten nada sano".

Lara Ferreiro, psicóloga y autora de 'Ni un capullo más'.

Lara Ferreiro, psicóloga y autora de 'Ni un capullo más'. Cedida

P.– ¿Por qué considera que se trata de una forma de prostitución digital?

R.– Al final, la lógica de ambas cosas es la misma: un cliente paga por obtener satisfacción sexual de alguien que pone su intimidad al servicio del dinero.

O sea, la prostitución no desaparece por digitalizarse, simplemente se traslada al espacio virtual con nuevas formas de consumo. Y además el modelo refuerza la idea de que el acceso sexual puede comprarse, y esa es la base de cualquier prostitución en cualquier formato.

La relación cliente-creadora es una dinámica de poder. Yo pago y tú me das lo que yo quiero, y eso es el núcleo de la prostitución. La digitalización no elimina la desigualdad económica que empuja a muchísimas mujeres a abrirse un perfil, sino que la traslada a internet, igual que la prostitución presencial. Y no quiero que este tema se politice porque en realidad no es un tema de derechas o izquierdas, es un tema de mujeres, de valores.

P.– ¿Puede considerarse que quienes trabajan en OnlyFans tienen mayor control sobre su cuerpo que en la prostitución tradicional?

R.– Sí, pero que tengan más control no quiere decir que sea sano para ellas. Al final sí que se disminuye el riesgo de según qué situaciones de agresión. Pero hay muchas agresiones psicológicas que te marcan de por vida, y eso la gente lo minimiza.

Que no haya un intercambio de penetración no significa que tu cerebro y tu cuerpo no se sientan violados o vulnerados. A veces las palabras hacen más daño que un ataque físico.

Yo veo el impacto real de las personas que lo hacen. Hay muchos riesgos psicológicos: sentirse un objeto, autoimagen deteriorada, verte mal… O sea, estas mujeres a lo mejor en unos años o en un tiempo se sienten muy mal.

Mayoría femenina

Lara Ferreiro, al igual que las dos entrevistadas para este reportaje, utilizan mayoritariamente el género femenino para referirse a los creadores de contenido en OnlyFans, y el masculino para hablar de los consumidores. Esto responde, según ellas mismas explican, a que la plataforma está integrada mayoritariamente por mujeres.

Y no es una ligera mayoría. Según el estudio OnlyFans. Un espacio blanqueado del negocio del sexo, de la federación Mujeres Jóvenes, en esta plataforma "más de un 97% de los cuerpos expuestos son de mujeres", y el perfil del usuario mayoritario es "un hombre joven de entre 25 y 44 años".

Precisamente, este informe también es muy tajante sobre el papel de esta aplicación que afirma que ejerce "un papel de proxeneta": "Las mujeres jóvenes comparten imágenes y vídeos de contenido sexual a cambio de dinero, y la plataforma obtiene con ello un 20% de los beneficios". Unas cifras nada despreciables teniendo en cuenta que en 2024 tenía registrados 377 millones de usuarios en todo el mundo.

De hecho, este estudio también valora que OnlyFans "es un negocio encubierto de pornografía y prostitución integrado perfectamente en el globalizado y diversificado negocio del sexo".

"Hoy en día muchas mujeres adolescentes y jóvenes hacen uso de estas opciones para ganar algo de dinero y no son conscientes de que de esta manera se adentran en el mercado pornográfico, que tiene dinámicas que desconocen, porque creen que son ellas quienes tienen el mando".

Viabilidad legal

Aunque, independientemente de las posturas particulares, parece ser que el Gobierno no lo tendría tan fácil para aprobar el cierre o la limitación de los contenidos de esta plataforma.

Según el abogado de la plataforma Stop Abolición y profesor de la Universidad Pontificia de Comillas, José Cabrera, los contenidos creados en esta plataforma "se considerarían creación artística, bajo el artículo 20.1 apartado B, y por lo tanto estaría protegido como un derecho fundamental".

"Esto se mantiene siempre que el contenido reúna un mínimo grado de creatividad, que por absurdo que parezca, la jurisprudencia viene exigiendo un grado mínimo, hasta el punto de que, por ejemplo, ha considerado que unas instrucciones para montar una bañera recogen un grado mínimo de creatividad".

P.– ¿Hasta qué punto sería posible prohibir OnlyFans en España?

R.– Muy probablemente sería inconstitucional. Sobre todo ya que el propio Onlyfans está considerando la posibilidad de eliminar el contenido propiamente pornográfico, y que sea solamente una plataforma erótica.

La postura del Gobierno es paradójica, tratándose de un Gobierno progresista. Hay que tener en cuenta que desde el año pasado está vigente el reglamento europeo de servicios digitales, que impone a las plataformas, entre las que se incluye OnlyFans, el deber de moderar el contenido, de elaborar unos informes periódicos anuales sobre la protección de menores, de contenidos que puedan generar violencia de género…

Quiere decir que cuando la Unión Europea ya se ha tomado la molestia de regular las plataformas, ahora parece que España quiere ser más conservadora incluso que la propia Unión Europea.