Iván Chirivella, el piloto que se negó a llevar a un coro de niños judíos por incívicos, dio clases de vuelo a los terroristas del 11-S

La Guardia Civil de Valencia expulsó el pasado 23 de julio, del vuelo con destino a París VY8166 de Vueling Airlines, a un grupo de 52 adolescentes judíos y su directora por los incidentes que generaron antes del despegue.

Según fuentes oficiales de las fuerzas de seguridad consultadas por EL ESPAÑOL, los menores embarcaron en el avión y empezaron a cantar, provocando alboroto a bordo. Ante esta situación, fuentes de Vueling han relatado que fue el propio piloto quien solicitó la intervención de la Guardia Civil para echar al grupo que estaba causando "escándalo".

Antes del aviso al piloto, según la aerolínea, la tripulación les advirtió que si persistían con los cánticos o generaban ruido llamarían a la policía. A pesar de las advertencias, continuaron con su actitud, manipulando equipamiento de emergencia e interrumpiendo la demostración de seguridad obligatoria, ignorando reiteradamente las órdenes del personal de cabina

Cinco minutos después de la llamada del personal, los agentes llegaron y llevaron a cabo el desalojo del grupo y de la monitora, a quien redujeron físicamente. Una vez en tierra firme, algunos miembros del grupo ofrecieron resistencia, prolongando los disturbios, lo que obligó a los agentes a actuar.

Tras este suceso, las imágenes y el vídeo se difundieron rápidamente en redes sociales y desencadenaron la reacción de Amichai Chikli, ministro israelí encargado de la Diáspora y la lucha contra el antisemitismo. Lo calificó como un "incidente antisemita".

Diferentes medios israelíes que se han hecho eco de la noticia y la han compartido, declaran que se trata de "uno de los incidentes antisemitas más graves". El medio Israel News Pulse aseguró el 24 de julio que quien fuera el piloto del VY8166 de Vueling Airlines es el canario Iván Chirivella, el instructor de vuelo que entrenó a Mohamed Atta y Marwan Al Shehhi, los terroristas que encargados de los ataques de las Torres Gemelas del World Trade Center el 11 de septiembre de 2001.

La aerolínea Vueling ha publicado este viernes un comunicado en sus redes sociales en el que expone diversos motivos por los cuales decidieron desembarcar a los 52 adolescentes judíos de nacionalidad francesa del avión.

En el penúltimo punto del mensaje, la compañía confirma una de las informaciones previamente difundidas por Israel News Pulse. "Además de su rol como comandante, Iván Chirivella -como muchos pilotos- también trabaja como instructor para profesionales de la aviación en una escuela de vuelo independiente, donde ha formado a más de 100 pilotos de todo el mundo en operaciones de vuelo".

Iván Chirivella

Originario de Las Palmas de Gran Canaria, Chirivella nació en 1976 y dedicó toda su vida a la aviación. Después de formarse como piloto, decidió quedarse en Estados Unidos y no contemplaba regresar a España. En 2001, compaginaba su carrera en vuelos comerciales con tareas de enseñanza como instructor en Jones Aviation Flying Service, una escuela de vuelo ubicada cerca del aeropuerto de Sarasota‑Bradenton, en Florida.

Dos años después del atentado, confesó en la presentación de su libro Cómplice inocente que varios compañeros de la Jones Aviation le comentaron que el FBI estaba revisando sus archivos, más concretamente los de Mohamed Atta y Marwan Al Shehhi, y que querían hablar con él. Los agentes los señalaron como integrantes de un grupo terrorista, pero querían asegurarse de que no existía nadie más involucrado, hasta que apareció el nombre de Iván, pues fue quien les enseñó a pilotar.

Recordó que "me quedé bastante helado" al recibir la noticia de que aquellas personas a las que enseñaba a volar habían sido identificadas como los autores del atentado. Para él, eran simples "individuos normales" sin comportamientos extraños. Aseguró que "nunca dijeron nada negativo sobre Estados Unidos”, aunque "eran muy religiosos y jamás se perdían sus rezos".

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Tiempo después entendió algunos detalles sobre el comportamiento de ambos y el motivo por el que fueron expulsados de la academia. "Mohamed tenía comportamientos que no eran aceptables, sobre todo con las mujeres".

"Un día llegamos de dar clase y, al firmar el parte de vuelo, Mohamed fue lo quiso hacer por los dos y la secretaria le dijo que no podía hacerlo; él se alteró mucho y le dijo que ella no podía decirle nada porque era una mujer. Volábamos cuatro horas al día, de lunes a sábado, y a veces, comíamos o cenábamos juntos, momentos en los que repasábamos lo que habíamos dado", relató.