Miguel Moreno tiene cinco años siendo un cazatesoros en el oceáno.

Miguel Moreno tiene cinco años siendo un cazatesoros en el oceáno. LP

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Miguel, el español cazatesoros de la IIGM 'secuestrado' por la Armada de Maduro: "Su barco no estaba autorizado"

El Gobierno venezolano dijo que el buque era "muy sospechoso" y creen que la expedición del canario puede poner en riesgo la seguridad de su país.

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La pintura gris del buque y el N35 escrito en la fachada fue lo que la Armada venezolana vio como "sospechoso" en el barco en que navegaba el canario Miguel Moreno Dapena, de 34 años, junto a otras ocho personas.

El ministro de Defensa de Venezuela, Vladímir Padrino López, dijo que el patrullero Guaiquerí de la Armada venezolana fue el que abordó y detuvo el barco de Moreno el pasado 13 de junio. "Era un buque muy sospechoso, pintado de gris, con una nomenclatura militar también, y el buque no es militar", explicó durante un acto público del chavismo, celebrado el 19 de junio.

El N35 es un buque cazatesoros y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela, asegura que cuando lo intervino estaba navegando en aguas de ese país. Según ha comprobado EL ESPAÑOL a través de la plataforma Vessel Finder, especializada en el seguimiento en tiempo real de buques a nivel mundial, el N35 estaba en aguas internacionales, cerca de las costas de Trinidad y Tobago y Guyana.

Esta es la ruta que hizo el N35 hasta el 14 de junio cuando fue interceptado por la Armada venezolana.

Esta es la ruta que hizo el N35 hasta el 14 de junio cuando fue interceptado por la Armada venezolana. Captura.

Ese mismo 19 de junio, el buque fue trasladado al puerto Guamache de la Isla Margarita, Venezuela, después de que fuera escoltado desde aguas internacionales por la Armada del dictador Nicolás Maduro.

Desde que llegó a Isla Margarita, la familia de Miguel perdió contacto con él. Ya van 13 días sin tener noticias y por ello lo han reportado como "desaparecido" ante la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH). Los otros tripulantes, también desaparecidos, son dos holandeses, tres hondureños, un panameño, un indonesio y un húngaro.

Periodista y aventurero

Miguel Moreno Dapena es natural de Las Palmas. Se graduó como periodista en 2014 en la Universitat Internacional de Catalunya y trabajó en el periódico canario La Provincia. Luego estuvo en Expansión y en el diario Sport.

"Periodista 2.0 de la calle, lejos de las ruedas de prensa. Reportero todoterreno, sin miedo a coger cámaras o salir delante de ellas", dice su biografía de elDiario.es, en el que también colaboró.

Cansado de la monotonía de las redacciones y en busca de aventuras tras el paso de la pandemia, Miguel se juntó con otros marineros para explorar las aguas del caribe en busca de tesoros. A eso se ha dedicado los últimos cinco años de su vida a bordo del N35. Ha recorrido las costas africanas, europeas y del Caribe en busca de reliquias de la I y la II Guerra Mundial.

Miguel Moreno hablando con la Armada.

Miguel Moreno hablando con la Armada. Captura de vídeo

Este barco es un tipo supply que navega con bandera panameña desde 2019, aunque fue construido en 1983. Está identificado con el código de la Organización Marítima Internacional 8119637. Tiene 81 metros de eslora y 18 de manga, y cuenta con una grúa capaz de sumergirse hasta 1.000 metros.

"No está autorizado"

El pasado 5 de junio, el N35 zarpó de Las Palmas con Miguel y los otros siete tripulantes a bordo. Empezarían una nueva expedición de 100 días por Sudamérica, en busca de tesoros de la II Guerra Mundial.

El día 13 de ese mes, explicó Padrino López, la Armada Venezolana detectó el buque a unas 50 millas del Delta de Orinoco, una zona "incontrovertiblemente venezolana". Esta es un sitio marítimo en conflicto entre Venezuela y Guyana, que se disputan el territorio de Esequibo, una demarcación de 160.000 kilómetros cuadrados rica en petróleo y minerales.

Fue en ese lugar donde la Armada los interceptó. "Esta es la Armada de la República Bolivariana de Venezuela, patrullero oceánico Guaquerí. N35, dígame el tipo de buque y a qué actividad se dedica", dijeron las autoridades por radio, según el audio de la intervención publicado por TeleSur.

Desde el N35, el capitán de nacionalidad holandesa, respondió: "Solo estamos rastreando una ruta para encontrar un barco de la Segunda Guerra Mundial, que es muy antiguo, no es de Venezuela, no está en aguas venezolanas, no es territorio venezolano".

La Armada dijo: "Debo decir ahora mismo que esta actividad en esta Zona Exclusiva Económica de Venezuela no está autorizada"

"¿Pero me puede confirmar a qué distancia de la costa está Venezuela? Porque aquí ni siquiera es Venezuela, aquí es Guyana, aquí es Trinidad y Tobago, no es Venezuela. No creo que sea una zona venezolana aquí. Esto está muy extraño. Quiero tu número y tus datos porque quiero pelear esto en los tribunales", dijo el capitán del buque.

Luego, la Armada subió al buque y los obligaron a poner rumbo a Isla Margarita. Durante los siguientes seis días, Miguel estuvo comunicándose con su familia. "Personal de la Armada estaba con ellos en el barco, todo iba normal. El día 16 entraron de antidrogas y aduanas a hacer una inspección. Ese día incluso nos dijo que los estaban tratando bien y que los iban a dejar bajar escoltados a hacer compra y reponer víveres", explicaron familiares al periódico canario La Provincia.

El 19 de junio, por la noche, cuando el barco atracó en Isla Margarita, la familia perdió contacto con Miguel. Lo último que supieron es que sería trasladado a declarar a la Fiscalía venezolana.

El buque N35 en el puerto de Isla Margarita, Venezuela.

El buque N35 en el puerto de Isla Margarita, Venezuela. Madelein García

Riesgos a la seguridad

Las autoridades venezolanas explicaron que el barco fue visto realizando un patrón de exploración marina y submarina en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) venezolana.

La ZEE es una franja marítima que se extiende desde la costa de Venezuela hasta 200 millas náuticas hacia el mar en las que solo embarcaciones de ese país tienen derechos de exploración y explotación.

Por ahora, el caso está en manos del Ministerio Público de ese país. Según TeleSur, los miembros de la Armada sospechan que la tripulación del N35 hizo estudios submarinos que pondrían en riesgo la seguridad nacional de Venezuela, porque la información recolectada puede ser vendida a otros Gobiernos.

Sin embargo, Miguel sostuvo a ese medio que solo hacían una exploración para encontrar restos de un barco de la II Guerra Mundial. "Eso es lo que estamos discutiendo aquí, si para la exploración, para lo que es mirar, necesitamos un permiso o no", dijo Miguel.

Después de eso, fue traslado junto al resto de la tripulación a Isla Margarita y desde entonces se desconoce cuál es su paradero. La familia ha denunciado su "desaparición forzada" ante OACNUDH, y también demandaron que un abogado o personal del consulado de España en Caracas solicite información sobre Miguel a las autoridades venezolanas.