Isabel Obreo, la ebanista extremeña.

Isabel Obreo, la ebanista extremeña. Cedida

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Isabel, de ingeniera de Diseño Industrial a ebanista: "Empecé joven en un mundo de machos, me decían qué pintaba ahí"

Isabel disfruta de su trabajo como ebanista formando parte del 11,4% de mujeres que se dedican a la construcción.

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En el transcurso de 2024, alrededor de 160.288 mujeres formaron parte del sector de la construcción, lo que representa un 11,4% del total de personas empleadas en esta industria. Esta cifra marca el mayor avance registrado en los últimos diez años. El incremento con el año anterior fue del 3,5%, superando el crecimiento registrado en el conjunto de los sectores económicos.

Se graduó en Ingeniería de Diseño Industrial y, nada más salir de la carrera, entró en un estudio de ingeniería en el que trabajó durante siete años. Cuando sobrepasó la treintena, decidió abandonar su puesto de ingeniera y se hizo ebanista. Actualmente lleva en el sector de la construcción cuatro años y tiene su propio taller: laal..

A día de hoy, la presencia femenina en este sector sigue siendo reducida. Menos del 7% de las mujeres que trabajan en la construcción ocupan roles de alta demanda como ebanista -tiene por oficio trabajar con ébano y otras maderas finas-, albañilas, electricistas en obras, encargadas de obra o conductoras de grúas móviles. A ese porcentaje pertenece Isabel Obreo, de 35 años y natural de Badajoz.

Isabel Obreo en su taller en Badajoz.

Isabel Obreo en su taller en Badajoz. Cedida

"Estaba cansada de mi trabajo y, aunque al principio tuve una parte súper creativa en mi puesto, sólo estuve siete años, hasta 2021. Fue un momento en el que necesitaba algo más potente que me hiciera crecer más a nivel profesional y personal", explica Isabel en conversación con EL ESPAÑOL.

"Quería saber cómo poder explotar un poquito mi parte más creativa y siendo ingeniera pensé que sería posible diseñar mis propios muebles y fabricarlos al mismo tiempo. Hacer todo el proceso yo. La única forma, evidentemente, era hacerme carpintera o ebanista. Y entonces me monté un taller en mi propia casa", conluye.

En términos absolutos, en el ámbito laboral siguen predominando los afiliados masculinos. A pesar de que pueda resultar llamativo, las mismas estadísticas revelan que el número de mujeres afiliadas se ha incrementado aún más que el de los hombres en el último ciclo, con una variación del 28,7%, según reportan los informes de la Seguridad Social.

Este cambio tan radical no le supuso ningún problema aunque no tuviera a nadie de su entorno que se dedicara a ello. Durante su época de ingeniera ya fabricó muebles de cartón y, para poder dedicarse a ello en su totalidad y con muebles reales, se alimentó de vídeos de personas expertas en la profesión a través de Youtube. "Compré dos o tres máquinas, me empapé de vídeos y me puse manos a la obra".

Con la noticia sorprendió a su familia, pero no le dio demasiada importancia. Cambiar un buen puesto de ingeniera por un proyecto del que no se tiene la certeza de que funcionará siempre inquietó a su familia. No obstante, la apoyaron a pesar de sus sentimientos contradictorios, y no se avergüenza en absoluto de responder que su profesión es la de ebanista, y no la de ingeniera.

"Estamos acostumbrados a la titulitis, de tener un título de ingeniera y un puesto de ingeniera que a todo el mundo se le llena la boca, a de repente dejar todo y dedicarse a un oficio del que se tiene por detrás una imagen como de gente menos preparada o sin estudios, eso a la gente le choca".

Isabel en su taller laal...

Isabel en su taller laal... Cedida

Además de ebanista, también ejerce como profesora en el Curso de Formación Profesional de Madera y Mueble en el Instituto IES Gregorio Marañón, en Caminomorisco, Extremadura.

Misoginia en el sector

"Empecé jovencita en este mundo tan de machos y cuando iba a un almacén de madera y me veía esa cola interminable de hombres, los escuchaba decir que qué pintaba yo ahí. El profesional que se está quedando de ebanista suele ser una persona mayor y me miraban con cara de ¿a dónde vas tú?. Hay gente que entra en mi propio taller y se encuentra a mi marido barriendo o recogiendo y se acercan a él a preguntar. La realidad es que la propietaria, la profesional, soy yo porque mi marido no trabaja conmigo", comenta Isabel con pesar.

Por norma general, los oficios ligados a la carpintería y la ebanistería siguen estando dominados por hombres. Por ejemplo, la presencia femenina en actividades relacionadas con la madera y el mueble representa tan solo entre un 8% y un 18%.

Aun así, nada de lo ocurrido le ha hecho tirar la toalla. Todas las burlas le han servido para fortalecerse y esforzarse por mejorar, porque lo único que podría afectarle y llevarle a abandonar la profesión sería recibir críticas por un trabajo mal hecho.

"Me han empoderado y lo he utilizado como arma para madurar y empoderarme mucho más. Ya me tomo todo esto de otra manera".

Si bien, la crítica más feroz que recibió vino de una mujer y, no por el hecho de que fuera crítica con ella, sino porque Isabel no podía entender cómo podía existir tanto desprecio entre mujeres.

"La mujer me dijo que no lo hacía mal para ser mujer, que el resultado de mi trabajo no era malo y que no tenía malas manos para ser mujer. Más que el comentario, me dolió que viniese de otra mujer y que en lugar de arroparnos, empoderarnos todas juntas y hagamos grupo, te molesten con estas cosas, me defrauda".

Raquel Obreo

Raquel Obreo Cedida

Presencia femenina

Con sus clases en el Instituto IES Gregorio Marañón y la participación de su taller en el proyecto Construimos Juntas de la empresa BricoDepot. Desempeñan una labor esencial y, con el lanzamiento del proyecto, tienen el objetivo de acercar estos oficios de la construcción a las estudiantes.

"Hasta hace muy poco, era imposible cruzarse con una mujer que se dedicara a lo mío. Hay que atraer a más mujeres y enseñar que todo el mundo está capacitado. Nosotras somos súper competentes y, de hecho, tenemos unas cualidades que a veces son más innatas y que nos aportan mucho más. Yo sé que en algún sentido he destacado precisamente porque soy mujer y diría que tenemos una visión diferente de las cosas que los hombres y hay que aprovecharla", sentencia la ebanista.