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El sonido de las palas de un helicóptero corta el silencio que rodea la reserva natural de las Tablas de Daimiel. Los rotores del Tigre se oyen por todos lados, el eco en los árboles lo hace imposible de seguir, hasta que por encima de los árboles sale una aeronave camuflada a toda velocidad. "Van a Zaragoza" asegura el teniente coronel Jorge Aguado, líder del BHELA, "en poco más de dos horas están allí" afirma, "pueden coger hasta 300 km/h".

El teniente coronel Jorge Aguado posa junto a un HA-28 Tigre, las aeronaves del BHELA I

El teniente coronel Jorge Aguado posa junto a un HA-28 Tigre, las aeronaves del BHELA I Rodrigo Mínguez

El BHELA I, Batallón de Helicópteros de Ataque nº I, son la unidad de élite dentro de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra. Esta unidad tiene capacidad de Ataque y Destrucción, "El Tigre es un helicóptero multipropósito, principalmente de ataque, aunque también puede realizar misiones de reconocimiento, vigilancia y observación" asegura Aguado.

La unidad, fundada en 1979, comenzó su andadura con el BÖ-105 Bolkow, un helicóptero multipropósito con plataforma de armamento. Años después dieron el salto a los HA-28 Tigre "a la altura del Apache estadounidense o el Mangusta italiano". Estas aeronaves, a pesar de sus grandes ventajas militares, tienen una gran dificultad, la cabina tiene una configuración en tandem, es decir, un piloto detrás de el otro, en habitáculos separados. "Ofrecemos la menor silueta posible, lo que reduce la capacidad de ser batidos"

Un Tigre visto frontalmente donde se aprecia su reducida silueta frontal debido a la configuración de cabina en tándem

Un Tigre visto frontalmente donde se aprecia su reducida silueta frontal debido a la configuración de cabina en tándem Rodrigo Mínguez

Mientras el Teniente Coronel explica las capacidades de las aeronaves un helicóptero se precipita al vacío a escasos metros. "Tranquilidad. Todo está bajo control. Esto es parte del ejercicio. El instructor de vuelo ha desconectado uno de los dos motores y el piloto debe solucionar el problema. Tiene que picar la aeronave, cambiar la velocidad por sustentación y posarse en el primer punto que pueda". Algunos de esos ejercicios de alta peligrosidad son los que forjan a los pilotos de élite del BHELA, que deben estar preparados para las peores situaciones.

Por suerte esta unidad cuenta con simuladores de última generación que les permiten practicar estas maniobras antes de dar el salto a la aeronave. "En Europa, sólo uno o dos países tienen estos equipos" asegura el teniente coronel Carlos Carreres Villena. Cuatro grandes domos llenan un hangar donde los pilotos pueden probarlo todo, con cabinas que son réplicas reales y sistemas de movimiento que replican la realidad hasta el punto de que "no quieres estrellarte en el simulador, no va a ser divertido".

Un Tigre realiza ejercicios de entrenamiento en el cielo mientras otra unidad, aun en tierra, realiza las últimas comprobaciones antes de despegar

Un Tigre realiza ejercicios de entrenamiento en el cielo mientras otra unidad, aun en tierra, realiza las últimas comprobaciones antes de despegar Rodrigo Mínguez

La lluvia comienza a caer sobre los hangares y aeronaves, los cielos se vuelven silenciosos, los Tigre ruedan hasta sus hangares y los mecánicos se ponen manos a la obra. Listos para desplegar cuando se les necesite, tal y como hicieron en Afganistán hace unos años, donde la labor de esta unidad fue clave para la seguridad de la OTAN.