Manuel, alias Manolo 'El Hijo de la Mona', en su reseña de la Guardia Civil.

Manuel, alias Manolo 'El Hijo de la Mona', en su reseña de la Guardia Civil.

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Manuel mató a tiros a su tocayo en Archena y se echó al monte con el arma antes de entregarse: "Estoy bajo efectos de la cocaína"

El septuagenario está defendido por el abogado Eduardo Romera y declaró en sede judicial que no recuerda lo sucedido porque llevaba "ocho días" consumiendo coca y cerveza. El juez ha ordenado su ingreso en prisión.

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El anciano Manuel iba hasta arriba de coca y alcohol cuando se entregó a la Guardia Civil, como el supuesto autor de coser a balazos a su tocayo: Manuel Amador Cortés, de 73 años. Para ello empuñó una pistola semiautomática, modelo Star, del calibre 9, en la calle Ramón y Cajal de Archena, durante la mañana del jueves 24 de abril, y tras descerrajar ocho disparos a bocajarro, Manuel se esfumó al monte y se escondió en una cueva, emulando al bandolero de la mítica serie de TVE: Curro Jiménez.

Cuatro días después, cuando el reloj marcaba las 11.35 horas del lunes 28 de abril, justo antes de que se produjera el gran apagón que colapsó todo el país, Manuel, de 70 años, apareció por la puerta del cuartel de Cieza, junto a su abogado, Eduardo Romera, para entregarse como autor de este homicidio. Así lo recoge el atestado de la Policía Judicial al que ha accedido en exclusiva EL ESPAÑOL, sobre una ejecución al estilo de los sicarios que trabajan para el narco, pero cuyos protagonistas son dos ancianos.

“Me presento para ponerme a disposición de la autoridad policial, como autor del homicidio de Manuel Amador Cortés […]”. “Me encuentro bajo los efectos de las bebidas alcohólicas y el consumo de sustancias estupefacientes, sobre todo de la cocaína. No recuerdo bien lo sucedido. Pero quiero colaborar en lo que pueda para esclarecer los hechos”, tal y como expuso en su comparecencia ante dos guardias civiles. De inmediato, se solicitó que el detenido fuese sometido a una prueba de alcohol y drogas para verificar los niveles de consumo que presentaba.

De esta forma finalizó la búsqueda frenética de Manuel F. M. (Archena, 1954), conocido popularmente como Manolo 'El Hijo de la Mona'. Desde el minuto uno estaba en la diana de la Guardia Civil porque su tocayo ni siquiera llegó a perder el conocimiento, a pesar de haber recibido una lluvia de plomo. De hecho, Manuel Amador Cortés se sentó en una valla con un balazo en el pecho y mientras era asistido por unos allegados, a la espera de la ambulancia, ya verbalizó la identidad de su sicario pensionista. Tal secuencia quedó grabada en un vídeo que obra en la causa judicial.

Vídeo | Así fueron los momentos posteriores al tiroteo

Manolo ‘El Hijo de la Mona’ se entregó en el cuartel de Cieza, a 22 kilómetros de Archena, debido a que tenía miedo de que los familiares de la víctima le aplicasen la temida 'Ley del Talión': la norma con la que los clanes siempre imparten un castigo de las mismas características al delito que haya cometido su autor.

Por este motivo, la Guardia Civil ha llevado el asunto con máxima cautela porque no quería un derramamiento de sangre entre ambas familias, sobre todo, después de que unos allegados del fallecido empleasen un marro para entrar en la casa del sospechoso a intentar prenderle fuego.

Incluso se llegó a filtrar un bulo en Archena de que el detenido pasaría a disposición judicial en Molina de Segura, para evitar una turba de gente en los juzgados de Cieza donde terminó declarando. Pero antes, Manuel o Manolo para otros, durante su breve comparecencia en el cuartel de la Guardia Civil, aportó dos datos de interés para el caso.

La pistola semiautomática, del calibre 9 mm, que Manuel ocultó en una finca de Villanueva del Río Segura.

La pistola semiautomática, del calibre 9 mm, que Manuel ocultó en una finca de Villanueva del Río Segura.

En primer lugar, indicó dónde había ocultado el vehículo que usó para cometer este homicidio: una Peugeot Partner. “Lo tengo escondido en un garaje de Ceutí o Lorquí, hablaré con mis familiares para que lo pongan a disposición de los agentes”. Y en segundo lugar, confesó que había ocultado en el campo la pistola de 9 milímetros que blandió en la calle Ramón y Cajal. “El arma que usé para realizar los disparos, la escondí en una finca que se encuentra abandonada en Villanueva del Río Segura, no puedo señalarla en un mapa, pero me ofrezco a llevar a los agentes al lugar donde la oculté”.

Este supuesto ajuste de cuentas entre ancianos recuerda a la brutalidad que emplean los cárteles de la droga. Aquella mañana del jueves 24 de abril, a las 10.25 horas, la víctima, Manuel Amador Cortés, de 73 años, iba caminando en dirección al cuartel de la Guardia Civil, procedente de su vivienda en La Serretilla: una barriada conocida como ‘Las Casas Blancas’ y que está marcada por el tráfico de drogas.

Por la calle Ramón y Cajal iba circulando Manolo ‘El Hijo de la Mona’, al volante de su Peugeot Partner, y cuando detectó a su enemigo septuagenario, dio un volantazo para pasarse al carril contrario. La furgoneta la detuvo de un frenazo, se bajó y cogió a Manuel del brazo para protagonizar una balacera como dirían en Colombia, disparando reiteradamente a quemarropa a su coetáneo que solo pudo defenderse golpeándole con una bolsa donde llevaba el pan.

La secuencia fue presenciada desde su coche por una mujer, convertida en un testigo clave en el caso por la valentía que demostró, ya que fotografió la Peugeot Partner. De hecho, a la Guardia Civil le relató que los 73 años de Manuel le pesaron demasiado para poder escapar de aquel ataque por sorpresa: "La víctima intentaba huir del autor de los hechos, a una velocidad muy lenta, sin llegar a correr, mientras el autor seguía disparándole a muy corta distancia. Tras los disparos, cuando la víctima seguía en la carretera en dirección a la acera, el autor se ha ido a la furgoneta, iniciando la huida, y he podido hacer una foto”.

La testigo recalca que el pensionista estaba hecho un coladero: “Una vez se ha marchado el autor de los hechos, la víctima ha llegado a la acera. Yo me he bajado de mi coche y he socorrido a la víctima como he podido, sangraba abundantemente por la mano izquierda donde le he puesto una toalla para atenuar el sangrado, pudiendo observar que llevaba un disparo en la oreja izquierda, varios en el pecho y uno más en la pierna izquierda [...]”.

La foto realizada por la testigo a la furgoneta Peugeot Partner que Manuel conducía el día del homicidio.

La foto realizada por la testigo a la furgoneta Peugeot Partner que Manuel conducía el día del homicidio.

El septuagenario Manuel sacó fuerzas de flaqueza para identificar a su presunto sicario a la patrulla policial que acudió a la zona, a las 10.35 horas de aquel jueves, antes de ser evacuado de urgencia al Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia. Así lo recoge el acta que hizo la Policía Local de Archena y que se incluye en el atestado de la Guardia Civil:

“Se recibe aviso del 112, requiriendo presencia policial en la calle Ramón y Cajal, cerca de las viviendas blancas, en la zona de La Serretilla, ya que se había producido un tiroteo y había una persona tendida en el suelo, al parecer herida de gravedad”. Manuel estaba agarrado a un pequeño muro y tenía el pecho quemado por uno de los disparos: “Presenta varias heridas sangrantes en torso, cuello, oreja izquierda, pierna izquierda, sangrando también por la espalda y un costado […]”.

“Junto al herido comienzan a aparecer varios familiares, alguno de ellos muy alterados, procediendo a despejar la zona para que la víctima pueda ser atendida convenientemente por los servicios sanitarios […]”. “Preguntado el herido sobre lo ocurrido, el cual se encuentra consciente, manifiesta a la fuerza actuante que le ha disparado Manuel ‘El de la Mona’ que vive en la calle del Corpus Cristi de Archena”. Tal afirmación fue corroborada in situ por dos testigos de los hechos. Así lo recoge el acta policial:

La munición empleada en este homicidio ocurrido en Archena.

La munición empleada en este homicidio ocurrido en Archena.

“Manifiestan haber visto al herido que ha sido abordado por otro hombre que se ha bajado de una furgoneta, de color oscuro, y le ha disparado varias veces con un arma de fuego. Han escuchado 6 o 7 detonaciones, marchándose posteriormente para huir de la zona, posiblemente en dirección a Ceutí”. Pasados unos minutos, la calle Ramón y Cajal fue cerrada a cal y canto por la Guardia Civil, para analizarla al milímetro porque había un reguero de sangre y de vainas de bala. En total, por la carretera, por la valla o por la acera, se encontraron siete casquillos de una pistola semiautomática, del calibre 9 milímetros, y un proyectil.

Manuel (Ciudad Real, 1951) fue sometido a una cirugía de urgencia en La Arrixaca porque presentaba un trauma grave” por varias heridas de arma de fuego a nivel cervical, torácico y de miembro superior derecho”, con “fractura de la novena y décima costilla y la clavícula derecha”. Este anciano sobrevivió a la operación y llegó a ser interrogado por el equipo de Policía Judicial de Cieza dentro de la UCI. Y por segunda vez, volvió a ofrecer los mismos datos sobre su supuesto ejecutor:

"Se procede a una primera toma de declaración a la víctima del hecho, cuando se encontraba en el Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, concretamente en la UCI, manifestando que el autor material de los hechos era conocido suyo, le dicen Manuel ‘El Hijo de la Mona’ y desconoce el motivo por el que habría sucedido este hecho”.

La instrucción judicial deberá esclarecer las causas por las que Manolo 'El Hijo de la Mona' llenó de plomo a su tocayo Manuel. Puede ser desde una deuda, al consumo excesivo de alcohol o una discusión por algún tipo de rencilla que arrastrasen, ya que una fuente próxima al caso apunta a que este pistolero septuagenario “sufrió un vuelco de plantas de marihuana en una casa de campo, hace tres o cuatro años, cuando le rompieron la mandíbula y lo maniataron”. De hecho, Manolo tiene antecedentes por tráfico de drogas y posesión ilegal de escopetas y pistolas.

Durante su huida, le buscaron en esa propiedad alejada del casco urbano, pero se había escondido en una cueva en el monte porque era consciente de que los familiares de Manuel, alguno de ellos con antecedentes policiales por tráfico de drogas, le iban a ajusticiar con la ‘Ley del Talión’. Manolo estuvo escondido, jugando al despiste con el clan rival, a la espera de la evolución del parte médico de Manuel Amador Cortés.

Las cámaras de seguridad que hay por las calles de Archena grabaron la Peugeot Partner que conducía el sospechoso.

Las cámaras de seguridad que hay por las calles de Archena grabaron la Peugeot Partner que conducía el sospechoso.

El domingo 27 de abril, Manuel murió tras 72 horas luchando por su vida en La Arrixaca. Manolo sabía que su cabeza tenía precio y al día siguiente, acompañado de su abogado, Eduardo Romera, se entregó en el cuartel que la Guardia Civil tiene en Cieza.

Este diario ha podido saber que en su declaración en el Juzgado de Instrucción número 2 de Cieza, Manolo le aseguró al juez que "no recordaba nada" de lo sucedido porque llevaba "ocho o diez días sin dormir", consumiendo cocaína y bebiendo cerveza, antes de acribillar a balazos al otro anciano. El juez ordenó su ingreso en prisión porque existía riesgo de fuga, a la vista de las penas de cárcel a las que se enfrentará por un delito de homicidio y otro de tenencia ilícita de armas.

El dueño del bar que solía frecuentar este jubilado, de 70 años, ha corroborado su versión etílica a la Policía Judicial porque las cámaras de seguridad le grabaron en el local el jueves 24 de abril. En concreto, entre las 7 y las 9.50 horas, Manuel 'El Hijo de la Mona' se cascó “dos o tres copas de coñac”, antes de cruzarse en su camino con su tocayo.