Publicada

"Exiliado fiscal en Bélgica pero 'patriota', militante radical antiaborto, admirador de Elon Musk y partidario de la remigración…" así arranca un perfil del diario progresista Le Monde. "Pierre Édouard Stérin tiene el aire de un buen padre de familia católica de provincias. Más boy scout que tiburón de las finanzas, sonrisa Colgate, gafas rectangulares sin montura, habla con una voz dulce y pausada, despliega sus convicciones sin dudas. ¿Este es el diablo que da miedo a la izquierda?" Estas son las primeras líneas del retrato del conservador Le Figaro.

Es posible que a usted no le suene el nombre de Pierre Édouard Stérin, pero seguro que conoce el producto que le ha hecho multimillonario, la smartbox. Esa caja regalo que acabas de comprar para el día de la madre, con dos días de estancia en un parador o un tratamiento de belleza, el vale de toda la vida, pero prepagado y formateado en un paquete mono y con toda la información necesaria para disfrutar de la experiencia, eso es smartbox.

Stérin invirtió 5.000 euros el 30 de abril de 2003 en este proyecto nacido en Bélgica y que él desarrolló, primero en Francia y luego extendió por once países, entre ellos España, donde ofrece 39.000 experiencias. Gracias a la caja inteligente, la fortuna de Stérin es hoy de 1,6 billones de euros.

Pierre Stérin no podía pagar su alquiler a los 29 años y tuvo que volver a casa de sus padres

Pierre Stérin no podía pagar su alquiler a los 29 años y tuvo que volver a casa de sus padres Otium Capital

Un 'friki' que quería ser millonario

Se cuenta que a los 13 años lanzó su primer negocio, reventa de tarjetas de memorias para juegos de video, su afición. Adicto a Populous y Barbarian, pasaba tantas horas con su Amstrad CPC 6128 que repitió curso en bachiller. Tardó cinco años en terminar la secundaria en lugar de tres. Licenciado en una escuela de comercio, lanzó un videojuego. Fracasado, hubo de volver a casa de sus padres en Evreux, una localidad entonces comunista, a dos horas de París, al oeste de la capital. Entonces tenía 29 años y no podía pagar el alquiler.

El joven emprendedor lanzó 20 negocios que iban del reciclaje de poliestireno a cuadernos con espiral. Acertó con uno, smartbox. Trabajador y patrón exigente, se cuenta que despidió en un fin de semana a todo el equipo directivo de la empresa que se había amotinado en protesta por la presión que les metía.

Cumplido el primer sueño, ser millonario, Stérin sintió un gran vacío: "Lo que me interesa no es el dinero sino la competición. Así que me pregunté: '¿Cuál es mi papel en este mundo? ¿Para qué tengo talento? ¿Qué tengo que hacer? -rememora en Le Figaro - Fui consciente de mi responsabilidad: continuar ganando dinero para servir a Cristo y a Francia".

Pagó los estudios de sus cinco hijos, dos chicas y tres chicos, pero les desheredó para evitar que se convirtieran en "pequeños burgueses". Se guardó diez millones, posee una mansión en San Juan de Luz, en el País vascofrancés, pero no tiene avión privado.

Tras la victoria del socialista François Hollande en 2012, que había prometido subir los impuestos a los ricos, se convirtió en exiliado fiscal en Bélgica. "Dejo Francia, con pesar, para mejor servir a mi país" declaró a Le Point. Sostiene que dona más dinero que lo que debiera pagar en impuestos, pero selecciona las causas que subvenciona.

Stérin puso toda su fortuna en un fondo de inversión, Otium Capital, y fichó en 2022 para dirigirlo a François Durvye que promete una rentabilidad del 25% anual. Millonario con raíces en Versalles que aspira a ser ministro de Economía de la presidenta Marine Le Pen. Aseguran ambos que, en política, actúan cada uno por su lado. Pero, según Le Monde, "tienen un objetivo común: llevar al poder al nacional liberalismo por medio de una alianza entre la derecha gaullista y la extrema derecha".

Stérin dice que su modelo es Soros.

Stérin dice que su modelo es Soros. Otium Capital



Marine Le Pen fue condenada el 31 de abril en primera instancia a cuatro años de prisión, culpable, como otros directivos de su partido, de pagar con dinero del Parlamento Europeo a empleados del RN. La sentencia incluía además cinco años de inhabilitación con aplicación inmediata. Le Pen ha recurrido la sentencia y el Tribunal de Apelación ha prometido fallar el caso antes del verano de 2026. Esto es, a tiempo para las elecciones presidenciales de primavera de 2027.

En los cuatro sondeos publicados desde la sentencia, el candidato de extrema derecha, Marine Le Pen o su lugarteniente, Jordan Bardella, es quien recibe más votos (entre el 31% y el 36%). Su rival en segunda vuelta sería Édouard Philippe, exprimer ministro de Emmanuel Macron que no puede volver a presentarse. Sólo en la hipótesis (improbable a día de hoy) de que toda la izquierda lograra una candidatura común, pasaría a segunda vuelta. Es decir, que la posibilidad de que un candidato de extrema derecha se instale en 2027 en el Elíseo es alta. E inquietante, para muchos.

Por eso, L’Humanité ha consagrado ya 27 artículos al billonario Stérin desde que sacara a la luz el proyecto Pericles. Lo que lleva al director Rérolle a ironizar: "Tres veces portada en menos de 12 meses. Hemos batido el récord de Stalin. Que un diario que defiende una ideología responsable de 100 millones de muertos en el siglo XX considere a Pierre Édouard Stérin como un enemigo es timbre de gloria".

"Mi modelo es Soros. No hemos inventado nada, nos inspiramos en los métodos de los mejores, que han logrado imponer su agenda política sobre varios temas financiando a medios o haciendo lobbying: Soros, Pierre Bergé o Mathieu Pigasse. ¿Por qué sólo la izquierda tiene derecho a hacerlo?", se defiende Stérin.

"Todos esos patronos, toda esa gente que tiene dinero, y que están todo el tiempo lloriqueando sobre el estado de Francia, no han hecho nunca nada. Así que ahora la izquierda debe de estar contenta de tener alguien a quien poner en la diana", añade. Según Le Figaro, que le "califiquen de 'extrema derecha' le deja indiferente, excepto si el término es empleado por periódicos de derecha".

Stérin ahora es un billonario que busca hundir a la izquierda en Francia

Stérin ahora es un billonario que busca hundir a la izquierda en Francia Otium Capital

Trump es su ejemplo a seguir

Stérin es hijo de un contable y de una empleada del Crédit Agricole, ambos gaullistas con carné. Recuerda ese día de mayo de 1981 en que el rostro del socialista François Mitterrand apareció en televisión como ganador de las presidenciales: "En casa, todo el mundo lloraba".

Stérin se define a sí mismo como "liberal conservador". "Estamos en el centro de las derechas", sostiene. Marine Le Pen le parece demasiado socialista en economía, floja en temas sociales como el aborto (ella esta a favor; para él es un infanticidio) y demasiado tímida sobre la emigración. Trump es el ejemplo a seguir: "Hablo de remigración de los delincuentes extranjeros: todo extranjero que esté en prisión, debería perder su derecho a residir en Francia y ser mandado a su casa. Es más si un extranjero, aunque no haya cometido delito alguno, no trabaja desde hace años, qué interés tiene para Francia que siga aquí".

Tras su primer almuerzo con Bardella, en otoño de 2023, el billonario estaba furioso: "Le Pen es nula y Bardella no es mucho mejor. Deberíamos crear un partido nuevo. Porque estos no ganarán nunca". A su juicio, el dúo encarna lo peor de la política: responsables que no han trabajado nunca rodeados de consejeros mediocres para no sentirse amenazados.

Según Le Monde, Marine Le Pen se irrita sólo con oir el nombre de Stérin: lleva media vida tratando de alejarse de los católicos reaccionarios como él. ¿Desprecio mútuo pero intereses comunes? Stérin conoció a Le Pen en una cena en casa de su ahora empleado Durvye. No hicieron buena química. Pero fue el comienzo de una buena relación entre este último y la jefa del RN. El financiero fue admitido en el círculo de asesores íntimos. Por eso, estuvo presente en el funeral de Le Pen padre, en segunda fila, justo detrás de la familia y los principales dirigente del partido.

Marine le Pen es muy desconfiada, pero no puede tener queja: a petición de Durvye, Sterin compró en 2023, la casa familiar de los Le Pen en uno de los suburbios más ricos del oeste de París. Total 2,5 millones de euros.



Por eso, Stérin vio con buenos ojos la escisión de los gaullistas en las legislativas de 2024, dirigidos por su entonces presidente, Eric Ciotti, que se alió con Le Pen. Falto de nombres para sus listas, se cuenta que Ciotti acogió a varios candidatos formados en Politica, el centro de formación de cuadros que ha sido uno de los primeros proyectos financiados por Pericles.

Por aquello de no poner todos los huevos en la misma cesta, Stérin ha encontrado a los dos gerifaltes de la derecha clásica. Dos hombres con aspiraciones presidenciales pero que no superan en ningún caso el 10% en los (actuales) sondeos. Son el ministro de Interior, Bruno Retaillaeau, popular por su dura política anti inmigración y Laurent Wauquiez a quien el billonario le puso una nota de 9 sobre 10.

Hay que decir que el empresario sigue, desde hace años, la costumbre de poner notas a sus interlocutores. "Intento ponerle cifras a todo. Eso me permite ser rápido y preciso". Incluso se hizo una hoja de Excel, tras conocer a su mujer: "Me hacía falta racionalizar mi flechazo para saber si era la buena". Sus criterios fueron: católica, guapa, extrovertida, que deseara tener una familia numerosa y estuviese de acuerdo en no trabajar.

Después de ser billonario, quiere ser santo. "Ser bueno en la Tierra me permitirá ir al paraíso", explicaba en 2022. "Busqué en Google cómo ser santo. Es un driver híper motivador para levantarse cada mañana".