La verdadera 'Casa de Papel' es de la familia Iglesias: Folder, la cadena de papelerías españolas que factura 100 millones

Hace más de 20 años, los hermanos Iglesias y su madre, Carmen Fernández, estaban vinculados a una potente cadena de papelerías fundada en 1989. Eran accionistas y ocupaban cargos ejecutivos, pero en 2002 decidieron vender y desvincularse de la entidad. “Y con esa experiencia que teníamos decidimos fundar Folder, una empresa de papelería que hoy cuenta con 160 tiendas, 550 empleados y factura más de 100 millones de euros”, explica a EL ESPAÑOL Óscar Iglesias (Madrid, 1970), uno de los hermanos fundadores y actual director general de Folder.

A su lado, desde entonces y hasta ahora, han estado su hermano Robert Iglesias (Madrid, 1969), su hermana María Iglesias (Madrid, 1978) y su madre, Carmen Fernández. Todos participan en Folder y entre todos han levantado un auténtico imperio en el mundo de la papelería. Se puede decir que la verdadera Casa de Papel no tiene nada que ver con la famosa serie de Netflix, sino que pertenece a la familia Iglesias. A día de hoy, Folder es la cadena de papelerías más potente del país.

No sólo sus altas cifras de facturación –ya centenaria– avalan el éxito de las papelerías de los Iglesias, sino también su cuota de clientes. Y es que en Folder no sólo venden material de papelería y oficina al por menor en sus tiendas, sino que son proveedores de instituciones públicas y privadas de relevancia en España. Entre ellas se encuentran la Casa Real, Presidencia de Gobierno, Patrimonio Nacional, Endesa, Kutxabank, Metro de Madrid o UGT-FICA, entre otras. La Casa de Papel, por tanto, es de los Iglesias.

Óscar Iglesias, director general de Folder, delante del almacén y las oficinas centrales de la empresa. N. A.

Aunque a día de hoy la facturación crece año tras año y esperan “alcanzar los 107 millones en 2025 y los 120 millones en tres años”, como sostiene Óscar Iglesias, lo cierto es que, como todo negocio que empieza, hubo dificultades. “Empezamos sólo con una pequeña papelería, la de la calle del General Díaz Porlier, en Madrid, y los inicios fueron muy complicados. No superábamos los 400.000 euros de facturación. Creo que si volviéramos a comenzar, no seríamos capaces de hacerlo por la cantidad de trabajo y acontecimientos negativos que pasaron”, añade.

Su hermano Robert, que le observa sentado a su izquierda, asiente con complicidad al escuchar las palabras de Óscar. “Además, nos encontramos con una competencia voraz y feroz de nuestra anterior empresa, que nos puso todas las dificultades del mundo; todos los palos en las ruedas”, dice el también director de Marketing. La empresa a la que se refieren los Iglesias en todo momento es la cadena Carlin, también de papelería. “De las 50 batallas de zona que hemos librado contra nuestra competencia, hemos ganado 49, pero no te diremos la que no”, celebran, risueños, los hermanos Iglesias.

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Edificando un imperio

Pero volvamos al principio, cuando los hermanos Iglesias y su madre, hoy presidenta de la compañía, fundaron Folder. Casi desde el inicio, la familia tenía “la voluntad de desarrollar un modelo de franquicia para transmitir conocimientos y experiencia a emprendedores y equipos dispuestos a llevar a cabo su propio negocio, aprovechando nuestro conocimiento, apoyo y condiciones”, explican.

Eso se traduce en que, poco más de 20 años después, de las 160 tiendas de Folder que hay en España, 31 son propias y 129 son franquicias. Estas pertenecen a 90 dueños que han ido de la mano con la familia Iglesias desde hace tiempo. Muchos de ellos han vivido los momentos de dificultad que ha atravesado la compañía en sus dos décadas de vida.

Óscar Iglesias, CEO de Folder, en uno de los almacenes de la compañía. N. A.

“No sólo el inicio fue difícil. También sufrimos, como todo el mundo, la crisis económica de 2007. Y, a nivel personal, en 2009 me diagnosticaron un cáncer en estadio cuatro que tenía unas consecuencias brutales. Me daban seis meses de vida, poco más, y mírame, sigo aquí y es 2025. Remitió entre 2012 y 2013, pero, evidentemente, aún me siguen haciendo controles cada año porque es cronificado. Por todo esto, aprendí a valorar las cosas importantes de la vida”, se sincera Óscar Iglesias, quien muestra a este medio una foto de su aspecto físico de entonces. Una foto que ha pedido no publicar, ya que le recuerda un momento difícil que pudo superar gracias a la tenacidad.

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Los pocos problemas empresariales que ha habido parecen nimios si se comparan con la prueba que le puso la vida. Pero, sin duda, el más destacable de ellos llegó con la pandemia de la Covid-19. El mundo se congeló para frenar al virus, pero Óscar, Robert y los suyos supieron reinventarse para continuar con su labor.

“Conseguimos que nos consideraban comercios de primera necesidad, como los supermercados, las farmacias, etc. Y a las 48 horas de la declaración del estado de alarma ya teníamos todas las tiendas abiertas. Mi hermano y yo, en cinco días, encontramos proveedores de mascarillas y material sanitario esencial que servía para ayudar. Entonces ya no sólo vendíamos productos de papelería, sino también material sanitario o, por ejemplo, juegos de mesa o material de ocio para el confinamiento. La pandemia supuso un empujón para nuestra empresa”, explican los hermanos Iglesias. Y hasta hoy.

Presente y futuro

El crecimiento de esta empresa familiar de papelería ha sido continuo. Por ejemplo, cerrar 2024 con una facturación superior a los 100 millones de euros supone “un incremento del 8,7 % respecto al ejercicio anterior”.

Los hermanos Robert (i.) y Óscar (d.) Iglesias, ejecutivos de Folder. N. A.

Y desde hace unos años ya no sólo tienen tiendas en España, sino también en Rumanía, Moldavia y dos en Guinea Ecuatorial. En todas ellas, Folder trabaja con 8.000 referencias y de cara al futuro, los hermanos Iglesias dicen que quieren seguir creciendo “con coherencia”, porque es “una empresa familiar con cero deuda” y quieren crecer “bien”.

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Preguntados por el futuro y por el relevo generacional en la empresa familiar, tanto Óscar como Robert lo tienen claro: “Mi hija tiene 18 años y las de Óscar 23 y 21 y aún están estudiando. La verdad, es una pregunta que nos tenemos que hacer dentro de unos años: ¿cómo será el relevo?, pero de momento no nos la hacemos. Todo llegará”. ¿Pero les haría ilusión que la siguiente generación de los Iglesias siguiera al frente de Folder? “Nos hace ilusión que nuestras hijas sean felices en lo que se quieran dedicar”, concluyen los hermanos fundadores de Folder, esta particular Casa de Papel.