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"Hasta la victoria siempre, Patria o Muerte", finalizó Ernesto 'Che' Guevara su carta de despedida a Fidel Castro en el 'Año de la Agricultura' (1965). En ella agradecía al líder de la revolución todo lo batallado juntos, a la par que renunciaba a todos sus cargos orgánicos y de gobierno para internacionalizar su lucha. Comenzaba una nueva batalla, exponía en la carta, porque "yo puedo hacer lo que tú tienes vetado a causa de tus responsabilidades a la cabeza de Cuba, y ha llegado la hora de separarnos".

"¡Hasta la victoria siempre!", le emuló conscientemente María Jesús Montero este pasado miércoles en el cierre de la presentación de su candidatura para liderar el PSOE de Andalucía. Era el punto final de un acto que oficializa el cambio de rumbo de la actual vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, que tendrá que renunciar en el futuro a todos esos cargos para regresar a su patria y tratar de recuperar las instituciones para los socialistas.

"Estos años han sido buenos para ella", dice una fuente cercana a la vicepresidenta primera del Gobierno. "Ser vicepresidenta de España para ella está siendo un honor y un privilegio", insisten. Sin embargo, "siempre ha tenido Andalucía en la cabeza". Eso implica que "no tiene que volver", según sus entorno más cercano en Madrid, porque "ella nunca se ha marchado de Andalucía".

Si llegó a Madrid cargando con el rumor de ser la 'cuota' de Susana Díaz en el Gobierno de Pedro Sánchez, ahora regresa a Andalucía con el sambenito de ser la candidata de Ferraz. Su entorno asegura que nada de eso es verdad y que la vuelta a casa es una decisión "personal". "Está ilusionada, convencida y con muchas ganas". 

Montero, que mostró un discurso miliciano en su presentación, sabe que la batalla para 'resucitar' Andalucía para los socialistas será ardua. Frente a ella tendrá no solo al PP, sino también el resto de partidos. 

María Jesús Montero en su anterior etapa en la Junta de Andalucía.

María Jesús Montero en su anterior etapa en la Junta de Andalucía. Efe

Desde el Partido Popular ya la han relacionado con el caso ERE, Manuel Chaves y José Antonio Griñán. Además, la han tildado como "la ministra del cupo catalán", pidiéndole que explique "por qué los andaluces merecen menos que otros ciudadanos de este país".

También llegaron los ataques desde la izquierda andalucista. José Ignacio García, portavoz de Adelante Andalucía en el Parlamento, señalaba que "no puede ser renovación en la oposición de izquierda colocar al frente del PSOE a la número dos de Susana Díaz". La catalogaba, además, por su tiempo en la Consejería de Salud, como "la señora que inició la privatización en sanidad en Andalucía".

De izquierdas sí, comunista no

María Jesús Montero nació en Sevilla en 1966. Hija de maestros, vecina de Triana. Todo esto se conoce de sobra. Se ha contado hasta la saciedad. Pero hay más.

Quienes la conocieron de joven cuentan a EL ESPAÑOL que nunca fue del Partido Comunista. Jamás. ¿De izquierdas? "Sí, de izquierdas ha sido siempre, ahora también", defiende alguien que la trató mucho cuando ella era casi una adolescente y mantiene hoy el vínculo. "Pero ella no se afilió nunca", zanja.

La confusión tiene sentido si se entiende el momento histórico de Sevilla. La capital andaluza era, en los efervescentes años 80, "una bomba", señala quien frecuentaba sus círculos. Jóvenes que escuchaban a Medina Azahara, a Triana, a Raimundo Amador y luego se iban a misa o a bailar sevillanas a la Feria. El rock, lo moderno, se mezclaba con el flamenco. "En las iglesias había curas obreros que hablaban de Marx", añade la misma fuente.

Ahí es donde Montero se acerca a los movimientos de izquierda, "a través de los movimientos cristianos de base". En una Sevilla mucho más pobre que ahora, las parroquias eran epicentro de ayuda espiritual y material. Un lugar donde la gente de izquierda se cruzaba con otros más conservadores. Eso ocurrió en la parroquia de la O, en la calle Castilla, donde ella acudió con amigos con 17 años y se quedó.

Quienes la conocen señalan que ella es hija de esa mezcla que fue su infancia y su juventud. "Le gusta mucho la ópera, pero también el rock", indican. "Sobre todo el aria Nessun Dorma, de Turandot", apunta alguien que la trata hace años. ¿Y algo más moderno? Lo dicho: Medina Azahara, Triana... Las canciones del rock rebelde de su juventud.

No es casual el que entrase a la presentación de su candidatura con la canción Andalucía de Medina Azahara. "Le gusta mucho", señala alguien que ha estado a su lado años. Su equipo (y ella misma) lo miden todo al milímetro.

En el cine, sin embargo, es bastante menos regional. "Su película favorita es El Padrino", explica una persona que la conoce muy bien. "No sé qué mensaje puede dar eso", se ríe, pero es así.

Se ha contado mil veces que estudió Medicina. Es cierto. Pero alguien que la conoció cuando era una estudiante en los años 80 desvela que, cuando llegó a los últimos cursos ya tenía claro que quería dedicarse a la gestión. "Por eso no hizo el MIR sino un máster de gestión", explica. "Y luego llevó hospitales pequeñitos como El Tomillar y enormes como el Virgen del Rocío".

Ya se sabe que trabaja mucho. Ahora mismo simultanea el Ministerio de Hacienda, la Vicesecretaría del PSOE y su candidatura a la Secretaría del PSOE andaluz. Y en cada puesto, señalan quienes la tratan, "se mete hasta el fondo". "Eso está muy bien porque siempre sabe del tema, pero para sus colaboradores es... Exigente", remata la frase.

Cuando Susana Díaz era su jefa, compartían mucho: ambas de Triana, ambas del PSOE, ambas trabajadoras incansables... Pero "María Jesús llega a los puestos y se los toma como el último que va a tener". Eso lo ha dicho ella —la última vez esta semana— y lo confirman quienes la tratan hace décadas. "Eso tiene una ventaja, y es que se prepara y se prepara porque piensa que se va a jubilar haciendo lo que le han encargado. Y se nota la preparación", añaden.

Un ejemplo de esto: cuando Díaz la nombra consejera de Hacienda, ella viene de Salud. Había sido viceconsejera y consejera durante años de la Sanidad andaluza. "Se puso a estudiar como si se fuera a dedicar el resto de su vida a ello. Al final ha llegado a ministra de Hacienda", indican quienes vivieron ese momento. "No se ocultaba para eso, preguntaba, estudiaba...".

Susana Díaz y María Jesús Montero, junto a Pedro Sánchez.

Susana Díaz y María Jesús Montero, junto a Pedro Sánchez. EFE

La entrega es al trabajo... y a lo demás. Porque ella no perdona la Feria de Abril, indican amigos suyos de años. Quienes la trataron de joven dicen qe es "una chica de Triana, una chica de Sevilla a la que le gusta la Feria como al que más". Hay decenas de fotos de ella con la flor en alto y los volantes listos. "Hablamos como sentimos; respiramos como sentimos", ha defendido siempre su andalucismo.

"Cuando Susana Díaz perdió la Junta era una muerta; llegó Juan Espadas que ha sido un zombi. Por lo menos ahora llega María Jesús, que es todo vida", bromea alguien que la trata con frecuencia hace mucho tiempo. "De joven ya era así: con fuerza, con energía", añade. Es la corriente de energía que el PSOE quiere para resucitar en Andalucía y empezar a dar batalla a Juanma Moreno.

De gestora a gran negociadora

María Jesús Montero es médico cirujana. Sin embargo, nunca ha tocado un bisturí en un quirófano ante un paciente real. Ni siquiera hizo el MIR, como se ha referido anteriormente, por un motivo muy simple: siempre le gustó la gestión hospitalaria. A principios de los 90, tras acabar la carrera, Marisú obtiene un diploma en Gestión Hospitalaria por la Escuela de Alta Dirección y Administración.

Llegaron luego los puestos de responsabilidad en el Sitema Andaluz de Salud. De hecho, fueron sus buenos resultados en hospitales los que la avalarían para llegar a los puestos de responsabilidad política de la mano de Manuel Chaves. Griñán también apostaría con ella. 

María Jesús Montero en una imagen de archivo.

María Jesús Montero en una imagen de archivo.

Con Susana Díaz pasó a la Consejería de Hacienda en 2013. Ahí se curtiría como buena negociadora y sacaría adelante hasta cinco presupuestos cuando el PSOE no contaba con mayoría absoluta. Los dos primeros años llegó a acuerdos con Izquierda Unida. Los tres últimos con Ciudadanos.

Aquello le curtió y le valió una plaza aún mayor: el Ministerio de Hacienda que le confiaría Pedro Sánchez. Poco a poco se iría ganando la confianza del líder socialista, que supo ver en ella a una gran negociadora tras sacar adelante otros tres presupuestos en la legislatura anterior a la que corre. Por ello, acabó siendo número 2 del partido y la elegida para ser vicepresidenta primera del Gobierno en una legislatura harto complicada.  

"Sabe negociar muy bien porque lo hizo en varios presupuestos de Andalucía, ahora aquí también, por la situación parlamentaria que hay... Es dura, pero es muy buena negociando", dicen fuentes de su entorno.

Entiende los roles, la idiosincracia de las negociaciones... Vamos, que sabe moverse en ese ámbito. "Y sabe diferenciar de la negociación y que una vez que se sale hay que cumplir. Es muy seria negociando", insiste quien la conoce.

María Jesús Montero, ministra de Hacienda y vicepresidenta primera del Gobierno.

María Jesús Montero, ministra de Hacienda y vicepresidenta primera del Gobierno. Francisco J. Olmo / Europa Press

Lo contaba Juan Marín, exlíder de Ciudadanos en Andalucía, en una anécdota ya pasada, cuando negociaron unos presupuestos y ella se negaba a retirar el impuesto de sucesiones. "Le daba igual echar al traste nuestro apoyo en la cámara. Tuve que llamar a Susana Díaz y decirle que dejase de contar con nosotros si no lo hacía. Díaz llamó a María Jesús y la obligó a introducir esa modificación fiscal. Ella, cuando la volví a ver, lo asumió con naturalidad porque así se lo había pedido su presidenta”.

En síntesis, María Jesús Montero, afirman en su entorno, "tiene mucho carácter, tanto en las negociaciones como fuera de las negociaciones. Pero luego siempre ha tenido buena relación con todos".

Montero volverá a Andalucía, aunque no sin antes debe cumplir un difícil último cometido: conseguir la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2025, con todo lo que ello conlleva. Luego, llegará el momento de dejar atrás la meseta y volver a cruzar Despeñaperros hacia una tierra donde el PP la espera con la escopeta cargada de argumentos por las políticas nacionales realizadas los últimos 7 años.

No parece achantarle eso. "He decidido dar el paso para ser la próxima secretaria general del PSOE de Andalucía. Vamos a ganar. Vamos a conseguirlo. Lo vamos a hacer", espoleó a los suyos el pasado miércoles Montero. O como dijo Ernesto 'Che' Guevara en su epístola: "Hasta la victoria siempre, Patria o Muerte".