Lara Ferreiro.

Lara Ferreiro.

Reportajes

Las recetas de Lara Ferreiro, la psicóloga del amor, para descubrir si estás con una pareja tóxica

Autora del fenomeno editorial 'Adicta a un gilipollas', habla con EL ESPAÑOL sobre los peligros de los amores de verano. 

24 agosto, 2023 03:14

Lara Ferreiro (Madrid, 1988), por suerte, no tardó en darse cuenta de que lo suyo no era la ingeniería industrial. “Me interesaban las personas y no las máquinas”, cuenta en conversación con EL ESPAÑOL. Por eso, decidió dejarlo todo para cambiar de rumbo. Estudió psicología en el Metropolitan Center for Mental Health de Nueva York, fue la primera de su promoción y regresó a Madrid; hizo prácticas y montó su propia clínica. Ahora es, posiblemente, la mayor experta en relaciones de parejas de España y escritora, además, del fenómeno editorial Adicta a un gilipollas. En su libro, a través del ‘yonquitest’, presenta un programa de desintoxicación radical para que, en solo seis semanas, cualquier mujer pueda quitarse a su expareja de la cabeza.

A estas alturas, y tras recibir en su clínica a parejas de toda índole, no descarta que las relaciones largas existen —y pone de ejemplo a sus padres, 40 años casados—. “Eso sí, también conocía otras personas, desquiciadas porque sus maridos les ponían los cuernos”. De ahí que pensara que una de las decisiones más importantes que tomamos en la vida es la de elegir pareja. “Y hacerlo bien no es fácil”, advierte. Por eso, se atreve a hacer algunas recomendaciones a todos los que hayan iniciado su particular “amor de verano” durante estas vacaciones, pero también a aquellos que ya han sido conquistados y pueden estar enzarzados en una relación tóxica.

Pregunta: Por advertir a los incautos... ¿Qué tipo de relaciones tóxicas hay?

Respuesta: No sólo las hay con la pareja, sino también con la familia, con el jefe, con los amigos…. Pueden darse en cualquier ámbito de la vida. Yo me he especializado en adicción emocional. Tú te enganchas a esa persona y sigues con ella aunque te trate mal. En ese punto necesitas desengancharte. Es como las drogas. Segregas dopamina con tu pareja –el gilipollas, como lo llama ella–. Es importante que eso lo sepas porque vas a tener que luchar contra esa adicción emocional para dejarlo. Por otro lado, está la coadicción, que es cuando los dos son adictos el uno al otro mutuamente.

P.-El verano es una época propicia para enamorarse. Igual está a tiempo de salvar a alguien. ¿Cómo se puede identificar a una persona tóxica?

R.-Tienes que saber qué es lo que quieres. Hay mujeres que dicen: ‘Quiero una relación de verano, muy intensa, en poco tiempo…'. Pues bien, el problema es que las mujeres, cuando tienen sexo, generan mucha oxitocina, la hormona del amor. Y, claro, te vas a enganchar por la química. Entonces tienes un problema. Para el hombre es diferente. Ellos no generan tanta oxitocina y pueden tener sexo sin engancharse.

Luego, en cualquier relación, lo que tienes que tener en cuenta es el termómetro emocional. Es decir, qué te hace sentir la otra persona. Si te hace sentir bien, genial; pero si te hace sentir mal, entonces qué haces con él. Por ejemplo, el otro día, una mujer me contaba que había empezado una relación por Tinder, la aplicación del demonio, y tuvo sexo con él. Después, él la mintió para irse de allí y ella se sintió fatal. Hay que identificar bien a los tóxicos. Si la persona es celosa, si sientes que no eres nada sin él… Entonces lo mejor es cortar la relación.

Lara Ferreiro.

Lara Ferreiro.

P.-Sin embargo, imaginemos que ya te las has jugado y estás comenzando una relación con una persona tóxica. ¿Qué te puede hacer pensar: ‘Esta persona, no’?

R.-En los amores tóxicos sólo se beneficia él. Empiezas con el rollito, te hace la llamada del ahorro por las noches, te das cuenta de que no controlas tus decisiones… Eso son señales. Luego, las personas tóxicas tienen una doble cara. Te hacen un bombardeo sexual al principio, te hacen creer que son el hombre de tu vida, te dicen de todo… y, claro, parecen el hombre perfecto. Pero eso cada día va a menos. Primero te llama todos los días, luego va alternando, luego cada dos días, luego sólo para tener sexo y así acabas sufriendo por él. Usa tácticas psicológicas para manipularte. Todo eso son signos.

P.-Imaginemos que te das cuenta y llegas a la conclusión de que tu pareja es tóxica. ¿Cómo te desenganchas de él?

R.-Esto es como los alcohólicos. De primeras, no vas a querer romper. Entonces, te tienes que poner tareas. Fijas una hora y un día para dejar la relación. Después, haces la lista del terror –que es todo lo malo que has permitido–. Al día 7 de la ruptura tienes que llegar decidida. Durante la segunda semana tienes que pasar el duelo. Para esto doy unos ejercicios a mis clientes. Por ejemplo, un bloqueo en redes. Hay muchas cosas que hacer. El problema es que hay mucha gente que para pasar el duelo se instala Tinder y, como no ha aprendido nada, vuelve a repetir lo mismo.

P.-También podría ocurrir que el tóxico fueras tú. ¿Cómo saberlo?

R.-Mucha gente me dice que de lo que se da cuenta es de que el tóxico es él. Hay 10 tipos de adictos emocionales. Por ejemplo, la Shakira de la vida, que es triunfadora, guapa, millonaria… Pero necesita un hombre. Pero hay muchos tipos. Si tienes miedo de que te abandonde tu pareja, si controlas al otro, si estás insatisfecha con las relaciones sociales, si vas muy rápido y crees que es el amor de tu vida pero no lo conoces, si lo comparas con tu ex, si no quieres que tenga aficiones… Cuando pasa todo eso, la mujer también tiene que mirarse a sí misma. Porque cualquiera puede ser tóxico. Por ejemplo, en el caso de los celos, un día una persona me dijo que su marido le cogía la huella dactilar para mirarle el teléfono cuando dormía. Pues eso no es muy normal.

Lara Ferreiro con su libro 'Adicta a un gilipollas'

Lara Ferreiro con su libro 'Adicta a un gilipollas'

P.-¿En qué relaciones de famosos podemos ver esto? ¿Cuáles son tóxicas?

R.-Bueno, por ejemplo en la de Tamara Falcó e Iñigo. Iñigo ahora mismo está en campaña electoral. Ha cambiado las discotecas por las iglesias y se ha puesto la cruz de cristiano. Pero los infieles crónicos no cambian. Cuando un hombre está enamorado de verdad, la base vasopresina (hormona de la fidelidad) la tiene a tope y no puede poner los cuernos. Es imposible. Un hombre enamorado es imposible que haga eso. Pero ella quiere ser madre y el marqués consorte. Mi predicción es que cuando ella tenga un hijo se van a divorciar. Es una relación muy tóxica. Ya se lo dijo Isabel Preysler: ‘Tamara, la gente no cambia’. Y ella: ‘Sí, sí’. No se entera de nada esta chica.

Y luego la de Shakira y Piqué es otro claro ejemplo. Ella metiendo a los niños en las canciones, Clara comiéndose su mermelada… Si Piqué ponía los cuernos antes de conocerte, lo va a hacer después. Estamos en una pandemia emocional, con una crisis de valores y muy mal. Los amores son cada vez más de usar y tirar. Yo lo veo todo muy toxificado y a raíz de la pandemia mucho más.

P.-Ya la última. Me ha dicho que Tinder es la aplicación del demonio. ¿Por qué?

R.-Lo es. Hay un documental muy bueno en Netflix donde ponen todo lo que ocurre en la aplicación… y, bueno, hay muchos mentirosos en Tinder. Gente con hijos que no lo dice, con pareja que tampoco dice nada… Está muy bien para conocer gente, pero el anonimato le da la posibilidad de meterse ahí a gente que son infieles crónicos. Es el demonio porque yo veo cosas del terror. Yo creo que ahora mismo Tinder es más para tener sexo y bumble para tener relaciones más serias.