Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria, frente a su propio retrato.

Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria, frente a su propio retrato. Laura Mateo E.E.

Reportajes

Revilla, a la sombra del tiempo: "Me da más miedo Vox que el Gobierno. Que hablen Feijóo y Sánchez"

EL ESPAÑOL visita al presidente cántabro en su despacho. De ganar el próximo mayo, podría superar a Fraga como el presidente autonómico más longevo. Hace 40 años fue un 'yuppie' de provincias con un yate en la bahía.

29 enero, 2023 02:30

Tenía el bigote negro y curvado como una gamba de alquitrán, la voz más aflautada y un pequeño yate en el puerto. También un Peugeot 505 turbo con el que hizo 550.000 kilómetros por las carreteras cántabras y un chalet en una urbanización de lujo. Un sueldazo en el Banco Atlántico, otro por dar clases de Economía Aplicada en la Universidad de Cantabria y varios millones en la cuenta. Era miembro del Club Marítimo del Santander y los sábados un marinero le esperaba para faenar. Pero Franco llevaba un mes muerto y a alguien se le ocurrió invitarlo a dar una conferencia sobre el futuro de España. Era diciembre de 1975 y Miguel Ángel Revilla (Polaciones, Cantabria, 1943) se convirtió en Revilla.

No se ha callado desde entonces. Aunque el sábado recibiera a EL ESPAÑOL en su despacho algo apagado. Falsa alarma: fueron cinco minutos. "Muerto... Muerto... Vivo... Revilla...", repasa Revilla el hall of fame de los presidentes cántabros. "Incógnita... Incógnita...", sigue sobre los dos huecos libres. Un problema del futuro, como del 2070 si a sus sucesores les da por ser como Revilla. ¿No lo conocen? Pues pongan la tele, puede que esté cantando una ranchera, un chiste o una anécdota de esas que lo desbordan.

"Lo dejé todo... Todo a la mierda...", musita un hombre con dos vidas: la de un yuppie de provincias hasta los 40 y la de un presidente autonómico hasta los 80. O hasta los 84 si gana el próximo 28 de mayo. Un récord absoluto con el que desbancaría a Fraga. Tampoco es para tanto: da la impresión de que se lo pasa bien. "Hombre, sí, pero si miro para atrás no sé si sería capaz de hacerlo otra vez".

Entrevista a Miguel Ángel Revilla Laura Mateo

Porque Revilla se echó al monte con una frase de Catón y una intención: que Cantabria no fuera Castilla y León, que fuera una comunidad autónoma con entidad propia. "Ha sido mi batalla, mi vida", asegura, quizás algo nostálgico. Al siempre afable Revilla le acecha un aflicción: su segunda mujer, Aurora, el amor de su vida, tiene cáncer de colon. Lo contó en directo en El Hormiguero el pasado 23 de enero, el día que cumplió los 80. Revela que desde entonces no hay día que Fernando Grande-Marlaska no la llame para ver cómo está. 

También que Yolanda Díaz le confesó que "no le gusta nada Podemos" y que este domingo ya ha reservado mesa en Santander para comer con Félix Bolaños. Todavía le debe 98,50 Sánchez del último almuerzo juntos, cuando el presidente se fue sin pagar después de invitarlo al Asador Donostiarra. "Joder, si me había dicho que pagaba él", se cabrea, incombustible. 

—Decía que no se iba a presentar. ¿No se cansa?

—Tengo en contra a toda la familia, pero con esta coyuntura no podía irme. Hemos celebrado el congreso hace poco y los 850 compromisarios, salvo una abstención, me votaron. Y este partido es un partido al que se puede presentar cualquiera, no hacen falta avales ni nada. Hasta 24 horas antes del congreso puedes presentarte. La gente me dice que ahora es un momento muy complicado: hay una marea del PP y, además, aquí Vox también es un partido fuerte. Esta es una región muy de derechas: la más de derechas de España, sin duda.

—¿Sí?

—Sí. En el Ayuntamiento de Santander no ha gobernado nada más que el PP. En las últimas elecciones gané en Santander también, pero la candidatura municipal no. Yo saco muchos más votos que las candidaturas municipales: pongo 50.000 votos al partido. Entonces me dicen que, en este momento tan complicado, tengo que volver a presentarte. Les dije que iba a hacerme un chequeo para ver cómo estaba. También me lo hice hace cuatro años. A ver estas cosas que tengo del riñón cómo van. Si los médicos me dicen que estoy en condiciones de hacer lo que hago ahora, para llegar aquí sábados y domingos a las ocho. 

Miguel Ángel Revilla, este sábado en su despacho.

Miguel Ángel Revilla, este sábado en su despacho. Laura Mateo E.E.

—¿Por qué sabe todo el mundo quién es el presidente de Cantabria?

—Mi objetivo, más allá de lo que diga la oposición, lo tengo muy claro. Ten en cuenta que esta región, en 1976, cuando murió Franco, no era Cantabria sino la provincia de Santander. Decías que eras de Cantabria y te preguntaban si eras de Bilbao. La guerra mía ha sido recuperar el nombre y ser una autonomía. Eso fue lo más complicado. Había muchas presiones para entrar en Castilla y León. Ha sido mi batalla, mi vida. Lo dejé todo: era director de un banco, profesor en la universidad, en el club marítimo, un barco, un pequeño yate ahí, salía a pescar, un buen coche, me había hecho un chalet... Todo a la mierda.

—Bueno... me da la impresión de que se lo ha pasado bien.

—Hombre, sí, pero si miro para atrás no sé si sería capaz de hacerlo otra vez. Ha sido muy duro. Ha habido momentos donde la gente no me podía ver en Cantabria porque me negaba a pactar con un corrupto. Está ahí, en el fondo [se refiere al cuadro de Juan Hormaechea, presidente cántabro en dos etapas]. Condenado a seis años y un día de cárcel, fíjate, e inhabilitación de 20 años.

[Revilla a los niños: "No os equivoquéis de Reyes, que hay otro fugado que se queda con los regalos"]

—No sé si sabe que si gana, gobierna y completa la legislatura batirá el récord de Fraga, que estuvo hasta los 82 años, y sería ya el presidente autonómico más viejo de la Historia de España.

—Lo sé, lo sé. Un récord que sí he batido es que no hay nadie en España que sea, desde la primera elección democrática diputado. No ha habido nadie que haya estado initerrumpidamente 40 años en un parlamento. A las duras y a las maduras. Porque la gente pensaba, cuando en 2011 el PP sacó mayoría absoluta, que se acabó Revilla. Pa casa... y ¡¡¡PUM!!!. Yo feliz. Es que la vida mía no cambia mucho, ¿eh? Porque yo no tengo coche oficial, salvo cuando tengo que desplazarme a Madrid o tal, vengo del astillero con mi coche... No noté ningún cambio en mi vida. Solamente que pasé de estar aquí [en el despacho] a estar de diputado en el parlamento cuatro años, haciendo mi función de oposición como si no hubiera pasado nada. Normalmente, el que ha sido presidente se acaba yendo al Senado. Les parece como una humillación haber perdido unas elecciones y tener que estar allí aguantando que te digan de todo.

El PRC de Revilla

Revilla fundó en 1976 la Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC), el cogollo de lo que dos años más tarde sería el Partido Regionalista de Cantabria. Él y otro compañero entraron en el Parlamento de Cantabria en 1983. Al año siguiente, el político más genuinamente televisivo debutó en televisión. En La clave, el mítico programa de José Luis Balbín

"Siéntate, chaval. Mira, yo si algo sé es de televisión. Te voy a dar un consejo: cada vez que una cámara te pida salir, sal, ponte, porque en televisión se da o no se da. Y tú chaval, das. Adiós", le dijo el presentador, recientemente fallecido. Era 9 de noviembre de 1984 y a Revilla le acaba de dar "un hombre que era dios" el consejo que mejor aprovechó jamás. "Luego he hecho cuatro bertines, cuatro callejas, cuatro nosecuantos, Pablo Motos, el Mota, el de la moto. No sé qué vería aquel hombre en ese debate".

—Lleva a gala esos 40 años en el Parlamento de Cantabria, sin embargo, eso no está del todo bien visto. Los políticos son reacios a pavonearse de un currículum tan largo.

—Yo tengo una ventaja cuando me dicen que soy una persona apegada a los cargos. En este libro [Toda una vida, Planeta, 2023] lo cuento. Somos una casualidad. Tú eres una casualidad, una puñetera casualidad, y yo también. Primero ya en la manera que hemos nacido. Cada vez que nuestros padres hacen el acto sexual, fíjate que casualidad es que un óvulo que se enfrenta a 250 millones de espermatozoides seas tú. Pasa al de al lado y, hombre, genéticamente a lo mejor se parecen, porque son de padre y madre, pero igual, en vez de ser periodista eres astronauta o torero.
Pero la causalidad mía, es que en el año 1975 yo soy un director de banco en Torrelavega. (...).

Miguel Ángel Revilla, este sábado en su despacho.

Miguel Ángel Revilla, este sábado en su despacho. Laura Mateo E.E.

¿Y qué pasa? Pues que en mi condición de economista, la Cámara de Comercio de Torrelavega, el día 22 de diciembre del año 1975, había muerto Franco un mes antes, organiza una especie de coloquio. A dónde va España. Y me invitan a mí como profesor de Economía. Había más gente. Y dije yo: esto está muy claro, vamos a una democracia de corte europeo y entonces es cuando digo que es el momento, y no habrá otro ya, para que ese nombre de Cantabria del que hablaba Catón 195 años antes de Cristo. Fluvium Hiberum; is oritur ex Cantabris, magnus atque pulcher, pisculentus. El Ebro nace en la tierra de los cántabros.

—¿Cómo ve a sus contrincantes de cara al 28 de mayo?

—Bueno, es que la gente me dice, claro es que tú en Cantabria te quieren mucho menos que en el resto de España. Obviamente. Es que en el resto de España no tengo rivales. Imagínate que mañana anuncio que me presento a la Presidencia de Asturias. Al día siguiente: Vox, PP, PSOE e Izquierda Unida me ponen a parir. Aquí me enfrento a Ciudadanos, a Vox, al PSOE, a IU, me votaron el 38%, el resto no me pueden ver bien.

—Sería muy triste despedirse con una derrota, ¿no? Quizás un pacto PP-Vox.

—Eso me preocupa y es una de las razones por las que voy. Yo con el PP he tenido dos legislaturas de pacto, siendo yo vicepresidente, y muy bien. Pero a mí lo de Vox me preocupa muchísimo y es una de las razones que me hacen ir. También sé que si suman 18, al día siguiente tienen firmado el pacto. O sea, que no se escondan. Aquí y en España, que no engañen a nadie, eso está decidido. Harán una semana de paripé, pero está cantado. A nivel nacional, el pacto de Abascal y Feijóo es seguro en el caso de que sumen 175. Y aquí, en Cantabria, también. Y a mí me preocupa porque en el resto de España. 

—Qué sería más beneficioso para España: ¿Qué Sánchez reeditase de su pacto con Unidas Podemos y su actual sistema de alianzas o un pacto de Feijóo con Vox?

(Duda). Fíjate que te voy a decir una cosa: con todo lo que he criticado yo a Pedro, porque no lo votamos después del cambio que hizo de una primera investidura a otra, me da más miedo Vox. Porque habría una involución en una cantidad de derechos que se han adquirido en España muy importantes. Me aterraría eso. Ahora las encuestas le dan muy cerca de la mayoría absoluta a PP y Vox. Pedro Sánchez es un tío muy rocoso, muy tenaz, también depende de cómo evolucione la economía, cómo vaya esto de la cumbre europea, todo eso puede darle de cara a diciembre que pueden ser las elecciones un balón de oxígeno, y se vuelve a producir un tinglado parecido. No sé si sería el momento de que empezaran a hablar Feijóo y Sánchez.

—Parece imposible ese escenario.

—Parece imposible, pero en algún momento de la Historia de España eso ocurrirá. Estamos todavía muy cerca de la Transición, de la Guerra, de los Bloques, pero era también impensable en Alemania. Ahora igual no, pero será a lo mejor un clamor popular que ante las dificultades dos partidos, en teoría antagónicos, pero no tan antagónicos en hacer un programa lógico para España, pudieran pactar antes de que entrara una fuerza política antieuropea, por más que digan. Son antieuropeos como lo son Le Pen, estos de Polonia y de Hungría, y eso es un retroceso. Hace falta una reflexión en la cual, para no tener otra legislatura donde vamos a estar entregando todos los días reivindicaciones inaceptables, algún sensato -que en el PP los hay y en el PSOE ya los empieza a haber también- pudiera decir en función del voto que ha sacado cada uno, uno preside y el otro cogobierna. Eso lo estamos viendo en lugares donde nos parecía imposible. En los países nórdicos o en Alemania. En España ocurrirá algún día.

Miguel Ángel Revilla, este sábado, en el balcón de la sede del Gobierno cántabro.

Miguel Ángel Revilla, este sábado, en el balcón de la sede del Gobierno cántabro. Laura Mateo E.E.

—¿Le hubiera gustado ser presidente del Gobierno?

—Hombre, con el sistema que hay, no. La mayor crítica que yo hago, y que pocos la hacen, es que el sistema electoral este es el más injusto del mundo. Esto no se parece mucho a la democracia, ¿no? Vamos a ver: tú en Francia, que me parece que es más perfecto, te elige tu partido y vas en lista unitaria, claro. Pero, ¿por qué a mí no me puede votar un andaluz? ¿O un catalán? Si la lista hubiese sido una lista donde todos los españoles votan al presidente, porque aquí no se vota al presidente, se votan diputados. Aquí hay cinco. Las europeas son absolutamente democráticas. Tú imagínate que me da la ventolera dentro de un año de presentarme a las europeas. ¿Salgo eurodiputado? Sí, porque vota toda España. Al Parlamento Europeo van 25 diputados, españoles. Y les vota toda España. No le llamaría PRC, le llamaría RxE.

—Regionalistas por Europa.

—¡Eso es! Y debajo: Revilla.

—Como Pablo Iglesias, que le puso su cara a la papeleta la primera vez.

-Claro. Pero vamos a ver, yo tengo una carpancha de votos. Seguro, eh.

—Se le acaba de ocurrir o lo había pensado ya?

—Bueno, lo he pensado, pero es que me lo dice la gente.

—Que hay que presentarse a Europa

—Sí, pero bueno... No metas esto que no lo voy a hacer. [Que quede claro que el señor Revilla y EL ESPAÑOL tan sólo están fabulando]. He estado en Bruselas y no pintamos nada. No hay ni un puto bar que tenga vino español ni aceite español. Eso es Italia y Francia, todo, los supermercados y todo. Le dije a Borrell: "¿¡Pero qué cojones hacéis aquí!? Hay vinos búlgaros pero no españoles.

—Qué le dijo Borrell?

—Ya, ya ya. Pero vamos a hacer un poquito de patria. Que estais 13.000 comiendo y cenando todas las noches. Cuando voy por aquí a un restaurante y no hay productos de Cantabria, no vuelvo. Y al día siguiente hay.

—Usted ha conocido a Felipe González, a Aznar, a Zapatero, a Rajoy, a Sánchez. ¿Quién ha sido para usted el mejor?

—El humano... Zapatero era muy correcto.

—Llegó a ir a un mitin de Zapatero.

—Bueno, fue la única vez en mi vida que yo he pedido el voto para alguien que no sea yo.

—¿Tanto le gustaba?

—No, porque me prometió, cosa que luego no cumplió, una serie de cosas.

—¿Entre ellas?

—Pues adjudicar el AVE -que lo adjudicó y luego lo anuló Pepiño Blanco-, yo lo tengo en obra ya el AVE, estos me lo están haciendo, hay que reconocerlo. Y me han pagado la deuda de la Valdecilla. Pero en lo humano, de persona asequible y tal, era Zapatero. Lo que pasa es que Zapatero, un día se lo dije, no tuvo ninguna intuición de lo que iba a pasar. No se lo imaginaba, incluso yo se lo decía. Y luego se rodeó de un equipo muy mediocre. Tenía un equipo... Yo una vez le dije: ‘Oye, no sé si salvarte alguno, pero yo en el Gobierno de Cantabria no los tengo ni de concejales, eh, del equipo que tienes’. Dame nombres, dame nombres. Casi todos. Pero no te voy a decir nombres para que luego no me hagan ninguna obra. No se rodeó de buena gente. Bueno, es que aquella que había de Vivienda, la Aído, otra que no se qué. Eran gente muy poco preparada.

Miguel Ángel Revilla dedica uno de sus libros a EL ESPAÑOL. Lleva siete publicados. Del primero he vendido 540.000 libros, cuenta.

Miguel Ángel Revilla dedica uno de sus libros a EL ESPAÑOL. Lleva siete publicados. "Del primero he vendido 540.000 libros", cuenta. Laura Mateo E.E.

—Y el gabinete actual de Sánchez, ¿cómo lo ve?

—Te voy a contar una anécdota. Mañana viene y doy una rueda de prensa a las nueve aquí con Bolaños. Entonces, le dije, oye no sé qué plan tienes pero te invito a comer siempre que sea a solas. Y el tío me dijo: ‘joder, encantado, pero que quede claro quién paga, no vaya a tener el mismo problema que Pedro’. ¡Pago yo, coño! Que te estoy invitando, pero es que Pedro me invitó él a mí, que no te engañe. Sí que son ministros que se ponen. Por ejemplo, Nadia Calviño. Me coge el teléfono. Incluso tienen detalles de felicitarte, de preguntarte cómo está mi mujer, que tiene cáncer. El que está muy atento es Marlaska con esto, que se ha enterado y tal, si te digo que todos los días llama a la mujer.

—Curioso.

—Se ha portado muy bien conmigo también María Jesús Montero. A los de Podemos no les he visto nunca ni me apetece verles. Si han venido por aquí, por aquí no han aparecido ni tampoco yo les he dicho que vengan.

—¿Qué opinión tiene de Irene Montero, por ejemplo?

—Yo creo que eso está ya en liquidación. Se intentarán colocar ahí, pero no como pretenden ellos en la lista de la gallega esta, que es espabilada. Es un partido de teóricos que se rodea de una gente incapaz. Será la última legislatura autonómica de Podemos en la que vayan con los nombres, pero ya desaparece en las generales, porque no creo que se les ocurra ir solos contra Yolanda Díaz. Y a Yolanda Díaz no le gusta nada Podemos. Nada. Es que me lo ha dicho, no está en esa dinámica. Tú imagínate que eso ocurre en Francia, en Alemania o en Estados Unidos. Que un ministro sale a denostar al mayor empresario de España. El de Mercadona, que tiene 10.000 empleados y que además, me consta, del sector es el que mejor paga. Es que es para asustarse.

Hay gente a los que no nos perdonan nada. Si yo hiciera algo malo, no me perdonan. Al PP y al PSOE les pueden perdonar porque tienen ahí en recámara para poner a uno y quitar a otro. Para Podemos, que generó tantas expectativas de austeridad. Yo jamás hubiese criticado que un tío que gane dinero tenga un buen chalet, joder. Yo podría tenerlo, eh, pero me da un poco de apuro ya. Y nadie podría decirme nada, porque cuando llegué a la política ya tenía unos cuantos ahorros. Y tenía un chalet, pero al divorciarme se lo quedó la mujer. Y me fui a vivir a un piso con la nueva mujer, que era de ella.

—Le ha hecho entonces el poder más austero de lo que era antes. Al revés que Pablo Iglesias.

—Claro. Total. Es que yo no tengo barco y ahora no puedo ir a pescar. Ahora voy con una caña a la costa. Pero es que lo que no puedes es decir una cosa y hacer otra. Mira, ¿sabes lo que tengo yo en mi despacho todos los días para que no se me olvide?

[Revilla se levanta y va a su despacho, vuelve con una frase enmarcada]

Esto lo tengo yo delante, eh. Este es Manuel Llano. Murió en Valladolid con 40 años, cuando lo iban a detener en la República, en teoría los nacionales. Era maestro y aprendió a leer cuando tenía 25 años, siendo pastor. Y para mí es el escritor costumbrista más importante de Cantabria. Tengo las Obras Completas en mi mesita y, todas las noches, leo algo de Manuel Llano. Esta frase, publicada en el año 1935, la leo para que no se me olvide.

La frase de Manuel Llano que Revilla lee cada día.

La frase de Manuel Llano que Revilla lee cada día. Laura Mateo E.E.

—¿La puede leer en alto?

La palabra tiene que estar de acuerdo con la conciencia, y el discurso con el ejemplo. Ser en la calle la personificación exacta, el reflejo fidelísimo de lo que se dice en la tribuna o en el púlpito. Ejemplo, ejemplo, ejemplo. La falta de la ejemplaridad es la engendradora de los grandes fracasos en religión y en política. Todos los días. No se te olvide. No vayas de chulito por la vida. Porque como se sube se baja. Claro, si cometes fallos de ese calibre...

-He visto un vídeo esta mañana en el que decía usted en un debate político: Estoy deseando de que estos socialistas que dicen que lo van a arreglar todo lo hagan para irme a Polaciones, a pescar. El día que se cumplan las condiciones que el señor Blanco dicen que van a hacer yo cuelgo mi chaqueta de político.

—Claro, pero es que no hicieron nada. Ahí seguimos con el tren. Has tenido la suerte que llegar: todos los que fueron a Fitur se quedaron ahí. De cada tres, uno se para. Y el otro tren a Bilbao, que son 100 kilómetros, tarda tres horas y 10. Y a Oviedo, cinco y 20. Y la autovía, en esa época, era matarse siete subiendo a Reinosa. Eso es un programa de La clave. Es mi primera intervención en televisión.