Eloy, criador de pollo en una granja de Zaragoza.

Eloy, criador de pollo en una granja de Zaragoza.

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Los criadores de pollos, ahogados por la inflación: Eloy paga 2.500 € de luz y piensa cerrar en un mes

EL ESPAÑOL habla con Eloy, un criador de pollos de Zaragoza que alerta de la situación límite que atraviesa el sector ante el incremento de los gastos. 

22 septiembre, 2022 02:44

Eloy lleva 30 años dedicándose a la cría de pollos. Además de ser responsable del sector avícola de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), es dueño de una granja ubicada en Fayón, en la provincia de Zaragoza. Hasta el momento, su negocio le había generado buenos resultados y la posibilidad de vivir de ello. Sin embargo, la inflación y la subida de los costes ha supuesto que en los últimos días se plantee la que podría ser una decisión catastrófica para su economía: cesar la actividad de su granja.

Tal y como él mismo ha explicado a EL ESPAÑOL, desde el sector que engloba a los granjeros avícolas llevan tiempo denunciando la situación límite a la que deben hacer frente desde hace meses. Sin embargo, como asegura, las instituciones no han hecho nada para intentar remediarlo y no ha sido posible poner fin a una problemática que podría suponer el fin de la actividad para muchos granjeros. 

Cuando Eloy habla de manadas se refiere al tiempo que duran sus pollos. Normalmente, cada manada tiene una duración de unos 45 días. Por ese periodo de tiempo, este granjero aragonés pagaba de media el año pasado unos 1.800 euros. Ahora, en la actualidad, cada manada le supone 4.200 euros de gastos. “Es inasumible. Encima este verano ha sido peor. Hemos consumido más luz de la normal por el calor y el pollo no ha hecho el mismo rendimiento”, explica. Este periódico ha tenido acceso a las últimas facturas de luz y gas de la granja de Eloy. El pasado mes de julio, este ganadero pagó 2.458 euros de luz, mientras que la factura de agosto fue de 1.835 euros. 

Eloy en su granja en Fayón, en Zaragoza.

Eloy en su granja en Fayón, en Zaragoza. Cedida

Una subida de precios que, según cuenta Eloy en conversaciones con este periódico, nunca había ocurrido. “Cuando nuestros costes de criar un pollo eran de un 10% o un 12%, no significaba nada. Pero ahora es un 65%. Esta manada de verano, para mi, ha sido un 100% de costes. Lo que me ha pagado la integración era para pagar las facturas de luz y gas. Es decir, he tenido beneficios cero”. añade.

Por ello, con resentimiento y muy convencido, este ganadero asegura que si la situación no cambia de aquí al mes de noviembre, se verá obligado a cerrar su granja. “Si no se arregla esto tendré que frenar y decirle a la integradora que la manada de noviembre no puedo hacerla”. 

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Dependientes de la energía

A pesar de que la granja de Eloy es de pequeñas dimensiones, él mismo asegura que el hecho de tener menos cantidad de pollo le ha repercutido a peor. “Para una granja de 40.000 pollos, la factura de julio fue de 3,700 euros y la mía de 2.400. No es el doble”, cuenta. Además, a este problema hay que añadirle que dependen al 100% de la energía. “Nosotros criamos los pollos con ambientes controlados. Les marcamos una temperatura a los pollos el primer día y la tenemos que mantener por bienestar animal. Es como la gilipollez de la corbata y los aires acondicionados. Aquí no lo podemos hacer. Sí o sí tenemos que consumir”, explica. 

En su granja trabajan con termostatos y ordenadores que marcan la temperatura con el objetivo de poder calefaccionar o ventilar en función de la temperatura. Para sortear este problema, una posible solución sería la instalación de placas solares, aunque Eloy lo ve inviable. "Hay ayudas, pero tú tienes que hacer la aportación y las ayudas vienen después. Lo que tendría que haber para que nosotros podamos tener las placas solares es hacer créditos estatales. Yo prefiero que me ayuden con esa inversión y no que a los dos años me ingresen el 30% de lo que he invertido, porque yo eso lo necesito ya”. 

Los pollos en la granja de Eloy.

Los pollos en la granja de Eloy. Cedida

Subir el precio del pollo 

Entre las exigencias de los profesionales del sector, está la subida del precio del pollo. Los profesionales consideran que la subida del precio de este producto en el mercado ha sido mínima. “Lo que ha subido es el pollo entero, pero el despiece que es lo que más se consume solo ha subido cinco o diez céntimos”, añade. Por ello, y ante la subida de los costes, la única solución que ven posible es el incremento en el dinero a pagar por la cesta de la compra.

“Si a mi me arreglan que yo pague una factura de luz y de gas justa, yo no tengo por qué luchar que suba el precio del pollo, porque ya asumo esos gastos. Pero pagando el triple de luz y el doble de gas, no puedo permitirme que el pollo vaya barato, porque está barato todavía. No puede ser que soportemos la inflación nosotros. Si el pollo tiene que subir porque a los productores nos cuesta más, no es gusto de nadie que suban los precios, pero o suben o nos vamos a la ruina”,  explica Eloy a este medio. 

— ¿Y qué pasa con las facturas de la luz?

— La compañía con la que estoy ha sido benévola y ha visto que tengo intención de pagar, porque yo debo todavía una factura de luz porque no puedo pagarla. Estoy pendiente de unos ingresos que no me han llegado aún. Ha visto que tengo intención de pagar y no va a aplicar los cortes de luz, pero a mi me cortan la luz y se me mueren todos los pollos. Y lo pueden hacer en 15 días. Eso es un problema que también vamos a transmitir al ministerio. Nosotros somos el sector primario y si no podemos asumir una factura de luz tienen que esperar, porque no podemos hacer nada más y tenemos animales dentro. 

Los pollos de la granja de Eloy.

Los pollos de la granja de Eloy. Cedida

Pero la luz y el gas no son los únicos problemas. Eloy destaca lo que supone también el pago de las hipotecas de las granjas. “Una granja de unos 5.000 pollos vale unos 450.000 euros de hipoteca. Te ves atado a decidir si pagas la factura de luz o la hipoteca. La hipoteca no puedes dejarla de pagar, es un estamento privado y ahí el Ministerio no quiere entrar, pero al final tendrá que intervenir porque los bancos se van a hinchar a tener granjas”, señala. 

Reuniones a la vista 

Las principales organizaciones del sector, Asaja, COAG y UPA, se han dirigido tanto al Ministerio de Agricultura como a la patronal Avianza para solicitar un cambio que asegure la supervivencia de los ganaderos dedicados al pollo. Tal y como cuenta el propio Eloy, por primera vez, los diferentes sindicatos han logrado ponerse de acuerdo para reflejar la insostenible situación que atraviesan y manifestar que están unidos por la causa. 

“Veo complicado poder seguir, pero haber dado el paso los tres sindicatos ha sido importante. Llevábamos años diciendo que el sector estaba mal, pero no nos uníamos todos. Ahora hemos visto que tenemos que luchar conjuntamente y demostrar que el sector está unido y que el problema es general”, explica. 

Sin embargo, asegura que la continuidad en el sector es compleja, a pesar de la celebración de estas reuniones, que está previsto que puedan desarrollarse durante la próxima semana. Este mismo miércoles, Eloy se encontró con otro granjero de la zona, que le comentó que los encargados de distribuir las virutas — la cama que le ponen a los pollos — comenzarán a cobrarles el doble. “Creo que si en esas reuniones no hay un consenso, en noviembre nadie va a poder entregar pollos. Entendemos que las integradoras también han asumido los sobrecostes, pero nosotros ya no podemos aguantar más”, explica.

Mientras tanto, los ganaderos aguardan con esperanza dichas reuniones, con las que esperan poder dar solución a la crisis que atraviesan. Unas reuniones que, por el momento, no llegan y de las que depende el futuro de miles de criadores como Eloy, que en caso de no encontrar respuesta a sus exigencias, se verá obligado a cerrar las puertas de su granja.