El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, y el jugador número 1 del mundo, John Ram.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, y el jugador número 1 del mundo, John Ram.

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Los secretos entre Rahm y Almeida, el 'Tiger Woods de Tetuán': el guante regalado por una amiga...

El alcalde de Madrid, que jugó con zapatillas de calle el Pro Am, llevaba un accesorio muy especial con sus iniciales y la bandera de Madrid bordadas.

9 octubre, 2021 02:32

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Hay un chiste que se cuenta en los campos de golf, entre hoyos y greenes, que dice que el handicap de un jugador es igual al número de días que trabaja al mes. Cuanto más bajo es este número, mejor se es, pero según el chascarrillo es porque tienes más tiempo para jugar.

El día después de las elecciones en la Comunidad de Madrid, el 5 de mayo, el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, decidió celebrar la victoria de Isabel Díaz Ayuso jugando al golf. Es su último torneo oficial. Ahí dejó un hándicap de 5,4. Ha empeorado un poco, cuando llegó al Palacio de Cibeles lo mantenía en 4,7.

Aunque en el mundillo hay quien asegura que “ahora no lo cumple”, los datos oficiales confirman lo que todos los consultados para este reportaje dicen cuando se le pregunta por su faceta golfista: “El alcalde es muy buen jugador”.

La vida ajetreada e intensa de la política no le deja jugar todo lo que quisiese. De poder hacerlo quizás estaríamos hablando de un jugador de talla mundial, tal vez como su idolatrado Tiger Woods, con el que reconoce que ha “madurado golfisticamente”, aunque por su edad (46 años) creció viendo jugar a Severiano Ballesteros 

Esta semana hacía acto de presencia en el partidillo de inauguración del Acciona Open, el campeonato de España que se juega en el Club de Campo de Madrid, del que es presidente por su cargo en el Palacio de Cibeles. 

Partido con Rahm

El alcalde de la capital no estaba solo. Junto a él dieron golpes el presidente de la compañía que pone nombre al torneo, José Manuel Entrecanales, la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, y, como estrella invitada, el número uno del mundo, Jon Rahm, con el que surgió el comentario del día.

"Zapatos de golf podías haber traído, ¿no?", le dijo el golfista profesional. Almeida, ataviado con una adidas azul oscuras con suela marrón, le respondió: "Es lo que tienen los sueldos públicos, Jon", respondió el alcalde. Por qué Almeida, jugador amateur con muchos hoyos dados, no llevó zapatos profesionales no es un misterio: su apretada agenda le obliga a no perder ni un minuto, a pesar de su hándicap y el chiste del comienzo.

Pero en la jornada, colgando del bolsillo trasero del pantalón del alcalde, había otra prenda más importante, más personal, con más significado para Almeida. Se trata del guante blanco que lucía el alcalde, Pepe como le llaman en su círculo íntimo. Fue un regalo de las últimas navidades entregado cuando ya se habían pasado las fiestas hecho por Beatriz Fanjul, diputada del PP en el Congreso por Vizcaya.

Iniciales y bandera

El guante lleva las iniciales del regidor, acompañadas por un pequeño detalle en el que las mentes malpensantes podrían ver un presagio: tiene bordada la bandera de la Comunidad de Madrid. En las esquinas de Madrid se dice que a Almeida se le pasa por la cabeza postlarse para dirigir el PP de Madrid, dando batalla a su amiga Isabel Díaz Ayuso, aunque por ahora no ha dado el paso.

Desde que tiene el guante, su guante personalizado, Almeida lo lleva allá donde juega. De lunes a viernes, en el poco tiempo que le deja la alcaldía, se divierte con una esterilla que tiene en casa, donde practica un putt que reconoce “muy malo”. Cuando llega el fin de semana, aprovecha para probar su swing dando bolas o jugando recorridos cortos, de nueve hoyos.

Tampoco dice que no a coger los palos, echarlos en el maletero y perderse un fin de semana por alguno de los numerosos campos de golf de España. Algunas de esas escapadas exprés han sido al campo de Llanes, en Asturias, del que le enamoraron las vistas, o en Motril, en la provincia de Granada, del que siente envidia porque desde las salidas se ve el mar. De vez en cuando lo acompaña su primo Carlos, que tiene un bufete de abogados en Madrid y con el que comparte primer apellido.

Almeida es “muy competitivo, muy picón. Con su primo siempre quiere ganar, odia perder en todo lo que hace”, explica una persona que lo conoce bien. Además de con su primo, también ha compartido campo con la ex presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Y con Fanjul, a la que le ha enseñado lo “básico” dando bolas en el club Puerta del Hierro, del que es socio.

Entre sus tres campos favoritos, dos están en Madrid: el del Hotel Encín, como recorrido diferente, y el Negro, en el Club de Campo de la capital. Para el tercero, por bonito, se decanta por La Alquería, en Benahavís, Málaga.

Esta no era la primera vez que Almeida y Rahm coincidían entre palos, contando confidencias. En 2019, la anterior edición del Open español que se jugó por la pandemia, el primer edil dio bolas con el número uno, Sergio García y Rafa Cabrera en el “templo” de su otra gran pasión, el Atlético de Madrid.

En el Wanda, rodeado de los mejores, le “temblaron las piernas” por si las bolas salían mal, aunque la maestría del ‘Tiger Woods de Tetuán’ hizo que todas fueran buenas. ¿Qué hay después de la política? Almeida lleva afiliado al PP desde los 20 años. Hasta los 46 años que tiene va media vida, pero de seguro que podría labrarse un hueco entre los greenes más cotizados de España.