Brahim Ghali, líder del Frente Polisario

Brahim Ghali, líder del Frente Polisario Montesi / Getty

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El falso 'Sr. Ben Batouch': así fue introducido en España el líder del Frente Polisario

Con ese nombre está registrado en un hospital de Logroño el jefe del Frente Polisario, Brahim Ghali, reclamado por Marruecos por diversos delitos

19 mayo, 2021 04:22
David López Frías Carlos Frías

Sucedió el pasado 18 de abril. Un avión medicalizado, procedente de Argel, aterrizaba en el aeropuerto de Zaragoza. De ahí, una ambulancia trasladaba hasta el hospital San Pedro de Logroño a un misterioso personaje. Se trata de Mohamed Ben Batouch, un presunto argelino que llegaba a España para tratarse de un cáncer y aquejado de Covid-19.. 

Una discreta presencia policial ha estado vigilando desde entonces la estancia del tal Ben Batouch, que ha sido operado en este hospital riojano. Todavía se encuentra allí ingresado. Su estado ha evolucionado favorablemente, hasta el punto que ya ha abandonado la unidad de intensivos. Pero... ¿quién es este misterioso hombre, cuya llegada y hospitalización ha provocado una auténtica crisis diplomática entre España y Marruecos?

Mohamed Benbatouch es en realidad el nombre falso que se le ha proporcionado en España a Brahim Ghali, el histórico líder del Frente Polisario. El presidente saharaui. El enemigo público número 1 de Marruecos, el que les declaró la última guerra.

Desde Rabat han formulado, al conocer la noticia, varias iniciativas judiciales en los tribunales españoles contra él. El próximo día 1 de junio, sin ir más lejos,Ghali ha sido citado por el juez Saniago Pedraz en la Audiencia Nacional Allí tendrá que testificar sobre las acusaciones de detención ilegal, torturas y lesa humanidad. 

El líder el Frente Polisario, Brahim Ghali, en una foto de archivo.

El líder el Frente Polisario, Brahim Ghali, en una foto de archivo. EFE

De Brahim Ghali se dice que es el detonante de la crisis sin precedentes que se está viviendo en la Ciudad Autónoma de Ceuta. Ghali llegó a España, supuestamente, con un pasaporte diplomático expedido por el gobierno argelino. Ingresó en el Hospital de San Pedro (Logroño) bajo un nombre falso. Por el momento, nadie en el gobierno español ha reivindicado la autoría de esta iniciativa. Lo que sí ha provocado, además de una especie de guerra fría entre España y Marruecos, es la mayor crisis migratoria de los últimos tiempos en nuestro país. 

El falso argelino

Nombre: Mohamed.

Apellido: Ben Battouch.

Fecha de nacimiento: 1936 en Orán (Argelia).

Nacionalidad: Argelina.

Domicilio; Barrio de Alouilaya nº08, Assouker.

Señas particulares: No.

Talla 1/36

El presunto documento falso utilizado por Ghali para entrar a España, según The Algeria Times

El presunto documento falso utilizado por Ghali para entrar a España, según The Algeria Times

Cuenta The Algeria Times que ese es el documento con el que Brahim Ghali entró en España. Un nombre falso, una procedencia falsa (él es saharaui, no argelino), un domicilio falso y hasta una edad falsa. Le atribuyen haber nacido en 1936, cuando la fecha verdadera es 1949. Un documento del que se ha hecho eco Atalayar. Otras fuentes consultadas por EL ESPAÑOL consideran que dicho documento no es real, dado que para entrar a Europa no estaría escrito en árabe.

Más allá de la veracidad del documento del The Algeria Times, lo que sí que es cierto es que Ghali está ingresado en un hospital de Logroño con ese nombre. El falso señor Ben Batouch es en realidad el enemigo número 1 de Marruecos y el 5º presidente de la República Árabe Saharaui Democrática. También uno de los fundadores del Frente Polisario, allá por 1973. Ghali es el líder saharauidesde 2016, tras la muerte de su antecesor Mohamed Abdelaziz. 

De Ghali dicen que tiene un perfil mucho menos diplomático y más belicista que su predecesor. Es un hombre de batalla. Lo demuestra su trayectoria: en combate desde principios de los 70. Sus primeras guerras fueron contra España. Empezó en las Tropas Nómadas españolas. En 1969 creó el Movimiento Nacional de Liberación del Sáhara (MNLS). Participó en la manifestación que tuvo lugar en El Aaiún en junio de 1970, la Intifada de Zemla. Fue detenido por legionarios españoles y condenado a un año de cárcel. En 1971 fue liberado, pero lo volvieron a detener.

En 1973 fundó el Frente Polisario. Ese mismo año, junto a El Uali Mustafa Sayed, lideró el ataque a El-Khanga, que pasó a la historia como la primera acción militar del Polisario contra el Ejército español en un puesto del desierto. Después fue escalando posiciones dentro del gobierno saharaui. De ministro de Defensa a Jefe del Estado Mayor. En 1999 fue nombrado representante en España del Frente Polisario. Es un hombre que conoce nuestro idioma. En 2008 fue nombrado embajador del Sáhara en Argelia, cargo que ocupó hasta 2015. En 2016 pasó a sustituir a Mohamed Abdelaziz al frente del gobierno saharaui. 

La operación

El secretismo que rodea la llegada de Brahim Ghadi a España fue desactivado por la publicación tunecina Jeune Afrique, que contó con detalles todos los pormenores de su viaje a España. Dicen que, además de un cáncer relacionado con el tabaquismo, está aquejado de Covid-19 y enfermó de gravedad estando en Argelia. Al parecer, el Gobierno argelino trató de enviarlo a un hospital alemán, pero el Gobierno germano no lo autorizó. Ante esta negativa, el primer ministro, Abdel Majid Tebboune, solicitó la colaboración del Gobierno español, quien dio el ok para que recibiera atención médica.

Después llegó a Zaragoza en un vuelo procedente de Argel en un avión medicalizado. Y lo hizo con un pasaporte diplomático expedido por el gobierno de Argelia. De ahí, una ambulancia le habría trasladado hasta el Hospital de San Pedro (Logroño), a casi 200 kilómetros de Zaragoza. 

Brahim Ghali,  líder del Frente Polisario.

Brahim Ghali, líder del Frente Polisario. Reuters

Permaneció en una UCI hasta el pasado viernes, cuando fue dado de alta por estar “fuera de peligro”, según una fuente del centro médico. Entonces lo bajaron a planta, donde permanece. Al terremoto migratorio desencadenado por la permisividad de Marruecos en la frontera de Ceuta le quedaban apenas 48 horas para desatarse.

En las últimas semanas apenas ha trascendido información oficial sobre el estado de salud de Ghali, que sigue "recuperándose" dentro de la "complicación" con la que llegó a España. Las elucubraciones han sido muchas, desde un lado al otro del Estrecho de Gibraltar. Durante todo el tiempo que Ghali lleva en España no ha recibido visitas oficiales por el protocolo Covid del Hospital. Sí consta que le acompaña un médico argelino que partió con él desde el país africano.

Ni en la puerta de su actual habitación, ni en la de la UCI, los médicos han visto agentes custodiándolo, según ha podido saber EL ESPAÑOL. “Fuera... ya es otra movida”. Los rumores que corren por los pasillos y los alrededores del hospedaje del líder del Frente Polisario apuntan a que habría miembros de seguridad de paisano, aunque sin adivinar a qué brazo del Estado pertenecen.

La crisis

Publica eldiario.es que la aceptación de su hospitalización se llevó a cabo tras el compromiso del gobierno español, bajo la afirmación de Pedro Sánchez, de no ser juzgado ni investigado por la Audiencia Nacional, donde tiene abierta diferentes causas. Sin embargo, el juez Santiago Pedraz ha citado a Ghali el próximo 1 de junio en la Audiencia Nacional, al admitir a trámite una querella del activista saharaui con nacionalidad española Fabel Breica. En su escrito, Breica acusa a Ghali de delitos de detención ilegal, torturas y lesa humanidad. Cuenta el activista que en abril de 2019, a su llegada a los campamentos de Tinduf, fue sometido a amenazas por parte de agentes del Frente Polisario para que abandonara el lugar y fue acusado de traidor.

Independientemente de lo que pase en los juzgados, la llegada de Ghali ha sido la que ha detonado la crisis migratoria de Ceuta. Porque la llegada de Brahim Ghali y las circunstancias que rodean a su viaje han provocado la ira de Marruecos. Su embajadora en España ha declarado que "hay actos que tienen consecuencias y se tienen que asumir", en clara referencia al caso Ghali. Queda todavía en el aire la duda de saber quién en España ordenó ingresar a Ghali con este documeno falso, a sabiendas de cuál era su verdadera identidad. Respecto al pago del viaje, desde Argelia hay medios afines al gobierno como Argelie Part Plus que han condenado públicamente la decisión de Argelia de haber invertido “un costoso apoyo que cuesta varios miles de euros” del traslado a España de Ghali.

Marruecos, por su parte, advierte de que Ghali tiene varias causas pendientes con la justicia. Entre ellas, la de la falsedad documental, torturas genocidio y crímenes de lesa humanidad. Desde el ejecutivo marroquí dicen que Ghali es un violador que permitió la esclavitud, la tortura, los crímenes de guerra, los niños-soldados y el genocidio, y España lo sabía mejor que nadie. Que mientras sus dirigentes tenían acceso a un avión particular, su población secuestrada en Tinduf no tenía mascarillas ni gel hidroalcohólico, mientras eran devorados por el covid en medio de una indiferencia total de los responsables. Esta última se la atribuye otra saharaui. 

Se trata de Jadiyetu Mohamud, que ha declarado que Ghali la violó cuando ella tenía 18 años. Corría el año 2010. Ella trabajaba como traductora, necesitaba un pase para acceder a Tinduf y la única forma posible para hacerlo era ir a visitar a Ghali, que en aquel entonces ocupaba el cargo de embajador saharaui en Argelia. Según su testimonio, la citó a las 7 de la tarde en su despacho y le dijo que ya sabía lo que tenía que hacer si quería el pase. "Sólo tenía 18 años, yo era virgen. Brahim Ghali me violó. Es lo peor que le puede pasar a una persona, a una mujer, y más en mi sociedad, que es muy conservadora", le explicaba a principios de mes la propia Mohamud a La Razón.

No obstante, Ghali tendrá que responder ante la Audiencia Nacional en los próximos días por un supuesto delito de genocidio. Y en Marruecos subrayan especialmente la cuestión de la documentación falsa. El Club de Abogados de Casablanca, una asociación que aglutina a más de 500 letrados de la ciudad más poblada de Marruecos, está siendo especialmente activa al respecto.

Sus portavoces se han puesto en contacto con la Fiscalía de Logroño para hacerles ver que "el artículo 392 del Código Penal de España persigue los casos de falsificación", y que "esa persona ha cometido crímenes atroces contra la humanidad", según le cuenta a EL ESPAÑOL su presidente, Mourad Elajouti, que prosigue que "hacemos esto porque queremos a Marruecos y a España. Somos vecinos y amigos. Ghali es un hombre malo y por eso queremos advertir a España".

El Polisario se defiende

Por su parte, desde el Frente Polisario han declarado a EL ESPAÑOL que "todas esas acusaciones no son más que mentiras inventadas por el lobby marroquí para atacar a nuestro secretario general", cuenta Jadiyetu El Mokhtar (no confundir con la mujer del mismo nombre que denuncia que fue violada por Ghali), miembro de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis y del Frente. Jadiyetu cree que "España tiene que poner fin a este chantaje de Marruecos. Lo de la violaciónes un invento de esta chica, que no engaña a nadie. Si eso fuera cierto, yo, como mujer, me pondría de su lado. Pero lleva años con eso y no ha conseguido aportar ninguna prueba.

Sea como fuere, Ghali sigue ingresado en el hospital riojano. Y mientras, Ceuta es un polvorín. Los migrantes siguen llegando en oleadas. Al menos una tercera parte de los que esperan en la playa son menores de edad. El gobierno español ha respondido diciendo que tomará las medidas necesarias para proteger la integridad territorial. Marruecos ha dejado la puerta abierta y no para de llegar gente. El conflicto está lejos de resolverse.