Ernesto Pastor, conserje del Palace desde 1979, posa con la Champions

Ernesto Pastor, conserje del Palace desde 1979, posa con la Champions

Reportajes ERE

Ernesto, el histórico conserje del Palace de Madrid, uno de los 152 despedidos: “Van a matar el hotel”

2 mayo, 2021 02:12
David López Frías Jorge Barreno

Como conserje del Hotel Palace, Ernesto Pastor ha tenido muchas peticiones extravagantes de sus clientes. Pero la primera que se le viene a la mente es la de aquel día en el que se iba a celebrar una boda hindú en Madrid. Los organizadores habían reservado multitud de habitaciones en el hotel. El padre de la novia sentó esa mañana al conserje y le pidió un favor: “Necesito un elefante que esté dando vueltas al hotel durante todo el fin de semana”. Aquella petición fue de las pocas que Ernesto no pudo llevar a cabo, porque nadie les iba a dar permiso para tener a un paquidermo orbitando en el centro de Madrid durante 48 horas. Pero es casi una excepción, porque los clientes del Palace, por norma general, obtienen en todo momento lo que necesita.

Ernesto lo sabe porque lleva allí toda su vida. Estudiaba bachillerato cuando su madre le llevó a casa de su tío, que trabajaba en el Hotel Palace. “Llévate al niño que trabaje. Y tú, niño, pórtate bien y que no tengan queja de ti. Quiero que seas el mejor”. Corría 1979 y así funcionaban las cosas entonces. Ernesto todavía tenía 16 años y no sabía nada de conserjería. Entró como ayudante y fue escalando. Ahora, más de 40 años después, es el jefe de los conserjes y uno de los mejores del continente en lo suyo. No lo decimos nosotros, sino la llave dorada que lleva en la solapa. Es como un balón de oro para los futbolistas. Es una distinción que le acredita como miembro de la élite de su sector.

Los mejores tienen que estar en los mejores equipos. Y así ha sido en el caso de Ernesto, que siempre ha ejercido en el Hotel Palace de Madrid. Es uno de los hoteles más emblemáticos de la capital, construido en 1912 con motivo de la boda de Alfonso XII. Un encargo que hizo el monarca al hotelero belga George Marquet para que Madrid tuviera un hotel decente para recibir a la nobleza cara a su enlace. Fue el primero de Europa en emplear hormigón armado para su construcción. El primero de Europa en tener baño y teléfono en cada una de las 470 habitaciones.

Ernesto, con el Palace de fondo

Ernesto, con el Palace de fondo

Ernesto, el histórico conserje, siente los colores. Pero si las cosas siguen su curso, Ernesto será despedido. Igual que el 42% de la histórica plantilla de este emblemático 5 estrellas madrileño. El Palace está en pleno proceso de ajuste de plantilla. Un eufemismo para decir que casi la mitad de los trabajadores pueden ir a la calle. Una medida que ha provocado una rebelión interna entre el personal del hotel, según le cuenta a EL ESPAÑOL.

En total, se espera que sean despedidas 152 personas. Esto supone un 42% de la plantilla de 380 trabajadores. La mayoría de ellos, trabajadores históricos del hotel. Muchos de ellos, con una edad delicada para recolocarse en otro lugar. Ernesto, por ejemplo, ya tiene 58 años. Pero hay casos en los que los trabajadores tienen más de 60 y de 70. No parece que vaya a haber demasiada consideración al respecto.

Familias al paro

“Los trabajadores del Palace somos una familia. Es el gran valor del hotel. Que nos implicamos para conseguir el mayor servicio. Hoteles caros hay muchos, pero que te aporten el valor añadido que damos los trabajadores del Palace, muy pocos”, insiste Ernesto. “Hay gente por toda Europa que ha trabajado en el Palace, es una gran escuela. Yo mismo he formado a muchos conserjes en mi vida”.

Ahora, Marriot International “está destrozando vidas enteras. Creemos que hay un movimiento corporativo detrás. Una venta, una reforma… Porque en pérdidas no está. Marriot International, que lleva más de 10 años al frente, tiene más de 8.000 hoteles en el mundo. Somos números. Les da igual la experiencia, las familias que dejan fuera o mandarnos a la cola del paro. Les da igual. Mientras les vaya bien en Singapur o en EEUU, ya están contentos. Lo que quieren hacer es cambiarnos por gente que salga más barata. Somos números y vamos a números”.

El Palace es un hotel que fue mandado construir por el rey Alfonso XII para su boda

El Palace es un hotel que fue mandado construir por el rey Alfonso XII para su boda

Esta traumática medida “va a acabar con el espíritu fundacional del hotel. No es fácil encontrarse a gente tan preparada. No lo digo yo, desde el hotel siempre han estado halagando la labor que hacemos los trabajadores. En mi puesto, por ejemplo, no hay conserjes. No es un oficio vocacional, los chavales de ahora no quiereen ser conserjes. Al final se van a acabar cargando esta figura para poner a gente que sale más barata pero no ofrecen el mismo servicio”, asevera.

Ernesto frunce el ceño cuando habla sobre su hotel. Porque lo considera como suyo. Por algo lleva casi 42 años. Ahora lleva más de uno sin pisar las instalaciones. “Empezamos con un ERTE en marzo del año pasado cuando empezó la pandemia. Los conserjes, por ejemplo, no hemos vuelto a trabajar desde entonces. Luego reabrieron en agosto y llamaron a camareros, recepcionistas… pero consideraron que la figura del conserje no era imprescindible por la baja ocupación. De momento llevamos más de un año y aún no nos han llamado”.

Números y no personas

“Los dueños son dos fondos de pensiones: uno holandés y el gobierno de Singapur. La gestión está a cargo de Marriot International, que va a dejar en la calle a mucha gente. Lo que tenemos qque conseguir es que no se haga ese ERE, porque es infumable. Somos muchos hogares cuyas familias llevamos viviendo de esto muchos años. La mía, por ejemplo. Estoy casado y tengo dos hijos. Pero mis cálculos dicen que el 98% de la familias dependen del Palace. Este hachazo a la yugular de Marriot no tiene sentido. Ellos no tienen empatía y no están siendo claros”.

Habrá despidos, pero Marriot ha adquirido el hotel Asturias y lo está remodelando

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“Tienden mucho a externalizar servicios, que es más barato. Camareros, gente de limpieza, parking, seguridad… Ya teníamos como un 20% de trabajadores externalizados. Iban, venían… Pero ahora, por lo visto, quieren más. Pero se están cargando el espíritu del Palace. Cuando nos vayamos los empleados históricos, se acabará la herencia del espíritu del Palace. No es el edificio. Hay otros hoteles de 5 estrellas que acaban de abrir, pero ese espíritu no lo tienen”.

El espíritu es “que tú te dejes la piel en que el cliente esté contento. Hubo una época en la que nosotros, los empleados, íbamos a porcentajes de servicio. Yo he llegado a cobrar medio millón de pesetas en los años 80, que era un dineral. Pero según iba facturando el hotel, íbamos cobrando más por este concepto de cobrar por servicio. Porque hacíamos nuestro trabajo muy bien”.

Por espíritu, Ernesto se refiere a obviar horarios y calendario de festivos solamente para cumplir con su cometido. Los trabajadores saben en todo momento dónde están y qué se espera de ellos. Porque el Hotel Palace es historia de Madrid y de España. Por sus instalaciones han pasado personajes tan ilustres como García Lorca, Einstein, Buñuel, Picasso, Dalí (que se alojaba siempre con Gala en la suite 136 y pintó algunas habitaciones del hotel), Hemingway, Unamuno, Pavarotti, Borges, Mata Hari (que se hospedó con un nombre falso) Orson Wells, el Bayern Munich o The Rolling Stones. Sin contar a los miembros de la realeza de toda Europa, que se quedaban allí cada vez que venían a España en visita oficial.

Golpe de estado

De los acontecimientos que ha vivido Ernesto, menciona, por ejemplo, “aquella noche de octubre de 1982 en la que el PSOE ganó por primera vez las elecciones. La cantidad de gente, de periodistas, de simpatizantes, de políticos… Los socialistas eligieron el Palace como sede para la noche electoral. Cuando ganaron, Felipe González y Alfonso Guerra subieron a la habitación 103, que queda por encima de las banderas”. Allí salieron al balcón y se produjo aquella imagen icónica de ambos políticos alzando el puño en señal de victoria.

Cartel histórico del Palace en Nochebuena

Cartel histórico del Palace en Nochebuena

Hay uno anterior, que Ernesto no vivió en persona por estar librando: el golpe de estado del 23 de febrero de 1981. Al estar tan próximo al Congreso de los Diputados, se convirtió en uno de los puntos neurálgicos para los periodistas y militares que por allí circulaban.

“El 23F fue un evento particular. Los militares tomaron el despacho del Sr. Bergés, que era un despacho que había en el hotel, de forma casi estratégica. La plantilla del Palace daba de comer y de beber a la prensa. Aquello parecía la estación de Atocha, llena de gente. A mí, de todos modos, me pilló librando. Yo estaba en mi caa de Carabanchel con un amigo íntimo llamado Alfredo que era del Partido Comunista. Cuando vimos las noticias, me obligó a salir a la calle, porque creía que en cualquier momento iban a entrar los militares a llevarse a la gente. Al poco salió el rey, lo puso todo en orden y a mi amigo no lo sacó de casa ningún militar”.

Lo mismo servía como base para un golpe de estado, que para albergar a los protagonistas de los mejores conciertos que se celebraban en Madrid: “Recuerdo a Michael Jackson, que se asustó al ver a tanta gente. O a The Rolling Stones, a los que he ido a ver en directo porque nos daban entradas para los trabajadores del hotel. De ellos recuerdo que estaban en una fase mucho más salvaje que ahora, era el año 1982. Se habían dejado un misterioso polvo blanco en la suite. Cuando llegó la mujer de la limpieza, le pegó unos golpes de plumero a aquello diciendo “mira que son guarros”, y sin saber lo que estaba haciendo”.

Ernesto trabaja en el Palace desde el 79

Ernesto trabaja en el Palace desde el 79

Ernesto recuerda a casi todos los clientes que han pasado por sus instalaciones en los útimso 40 años. Desde personajes célebres “como Charles Aznavour, que ha sido tal vez el que más me ha impresionado. O una mujer alta, elegante y con un tono de voz grave que me saludó una noche diciendo ‘goodnight’. Cuando levanté la mirada, me di cuenta de que era la actriz Laurent Bacall.

Anécdotas de zapatos

Pero también recuerda a otros muchos clientes anónimos a los que alguna vez tuvo que hacer un favor: “Vino un profesor británico a dar una conferencia que se celebraba a las 9 de la mañana del día siguiente. Cuando se despertó, se dio cuenta de que se había dejado los zapatos en Inglaterra. A esa hora no había zapaterías abiertas. Dio la casualidad que calzaba el mismo número que yo, así que le lustré unos zapatos viejos míos y se los presté. En realidad se olvidó de devolvérmelos y se los llevó”.

Más anécdotas de británicos y zapatos: “Una mujer vino a una boda con un traje rojo. Se había hecho hacer unos zapatos a juego, Pero también se los olvidó en Londres. Estaba muy preocupada y le dimos una solución: mandaríamos a una persona a Londres para recoger esos zapatos. Es lo que hicimos. Eso fue en los 90, cuando todavía no había vuelos low cost ni nada por el estilo”, recuerda Ernesto.

El Palace durante la guerra civil

El Palace durante la guerra civil

Eso es, defiende, el espíritu del Palace. Ernesto se ha formado en su tiempo libre y con su propio dinero. “Llegaban las vacaciones y me iba al extranjero a estudiar idioma. Por eso ahora hablo español, nglés, francés y chapurreo el italiano”. Profesional altamente cualificados que, como en su caso, “imparto formación a las nuevas generaciones. Soy miembro de la Llave de Oro, y si hubiera querido, estaría trabajando en los Estados Unidos con un buen sueldo. Porque en América, un conserje europe cualificado es un lujo. Pero decidí quedarme en el Palace, en mi casa. Y ahora...”

Ahora, el fantasma del despido sobrevuela el hotel. Y sus trabajadores no son optimistas. Se han producido ya algunas protestas en su puerta, de los miembros de la plantilla que piden consideración y empatía. Porque cargarse a 152 trabajadores es también cargarse años y años de historia