El ministro de Sanidad, Salvador Illa, en septiembre.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, en septiembre. EFE

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La Navidad de Illa fuera de Moncloa: volverá a casa con su mujer y su hija si la vacunación se lo permite

Reside junto a Pedro Sánchez y sólo puede ver a su familia algunos fines de semana. España empezará a vacunar el domingo y estará pendiente. 

22 diciembre, 2020 02:36

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Dentro del guirigay que ha supuesto este 2020 de pandemia, hay un representante público sobre el que ha caído gran parte del peso de la situación. Es, en efecto, el ministro de Sanidad, Salvador Illa. Llegó al Ejecutivo para llenar el cupo tradicional dedicado al PSC, le estalló la crisis cuando aún ni había encontrado una casa y todavía vivía en un hotel y, desde entonces, se ha convertido en uno de los rostros más notorios del Gobierno. Durante estos días en los que todos los españoles andan haciendo matemáticas a ver dónde pasan Nochebuena y Nochevieja, la pregunta cae por sí sola: ¿Qué va a hacer Illa por Navidad?

Según ha confirmado a EL ESPAÑOL su círculo cercano, el ministro pasará la Nochebuena, Nochevieja y Reyes junto a su mujer y a su hija en La Roca del Vallés, su localidad natal, en la provincia de Barcelona. Todo ello siempre y cuando, por supuesto, la situación del Ministerio se lo permita. Con quien seguramente no cenará será con sus dos padres, aún vivos y que han pasado la Covid-19 hace poco, y con sus dos hermanos. Según su círculo íntimo, lo hace por tomar todas las precauciones necesarias.

“Esa es la intención, estar con su mujer y su hija”, comenta un amigo a este diario. “Y mantendrá los criterios aprobados en Cataluña, que son 10 personas máximo y dos burbujas. Por eso, yo creo que los hermanos y los padres no pueden ir, porque ya serían cuatro burbujas”, añade. “De todas formas, Salvador no ve a su familia más que los fines de semana. Así que, aunque sean pocos, por el mero hecho de poder estar con ellas, pues ya será una fiesta para él”, apuntala.

Salvador Illa, a la derecha, en 1995, cuando tenía 28 años y era concejal.

Salvador Illa, a la derecha, en 1995, cuando tenía 28 años y era concejal. E.E.

Estas son las primeras Navidades de Salvador Illa en el Gobierno ya que accedió al cargo el pasado mes de enero, sustituyendo a la titular de entonces, María Luisa Carcedo. Con la llegada de la pandemia a España, el ministro se trasladó a vivir a la Moncloa -tal y como ya adelantó este diario-, junto a algunos de sus asesores más cercanos, y va todos los fines de semana que puede a La Roca del Vallés. La Navidad no será una excepción. Aunque, al margen de lo personal, siempre tiene que estar pendiente del teléfono móvil y a veces le chafan esos momentos familiares.

Un ejemplo de ello lo vivió este pasado fin de semana, cuando fue a su casa y, en vez de poder estar tranquilamente con su familia, finalmente, pasó el tiempo colgado del teléfono. Según ha podido saber este diario, le llamó el ministro de Sanidad alemán para hablar de diversas cuestiones sobre la nueva cepa del virus detectada en Reino Unido. Ahora lo que espera es que la urgencia no estropee los momentos familiares también en Navidad.

Las complicaciones navideñas de Illa recuerdan a las del propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El líder del Ejecutivo tiene que guardar cuarentena desde que, la semana pasada, estuvo con el presidente francés, Emmanuel Macron, quien dio positivo. Aunque en las pruebas que se le han realizado Sánchez ha dado negativo, tendrá que estar confinado hasta el próximo día 24 de diciembre. Aunque muy sobre la bocina, en principio, Sánchez también podrá pasar Nochebuena con su familia.

En la Moncloa

Salvador Illa nació en La Roca del Vallés el 5 de mayo de 1966, localidad de la que llegó a ser alcalde con sólo 29 años. Es hijo de Josep Illa, un extrabajador de la fábrica Textiles y Bordados de La Roca, y de María Roca, ama de casa. Cuando el pasado mes de enero se convirtió en ministro por sorpresa, Illa abandonó su localidad y se trasladó a vivir en un hotel de Madrid. La vivienda oficial del Ministerio de Sanidad, en la calle General Oraá de la capital, estaba y está inhabitable por lo que Illa empezó a buscarse una casa propia.

Todo se truncó con la llegada de la pandemia, cuyo primer caso confirmado en España se produjo el 31 de enero en la isla de La Gomera. Ese mismo fin de semana, Illa iba a acudir a una carrera benéfica en su localidad natal y tuvo que anular su asistencia. Después de aquello, y con lo que vino, el ministro desistió de buscar una nueva casa y el hotel -que iba a cerrar- tampoco era una solución habitacional, por lo que se trasladó directamente a una residencia dentro del complejo de la Moncloa.

Desde entonces, ha estado yendo a La Roca todos los fines de semana que ha podido. Sus pasatiempos favoritos, además de estar con su mujer, hija y los dos perros, son salir a correr y cuidar la huerta de su padre. A sus dos hermanos los ve menos porque ya no viven en La Roca, pero está muy unido a su progenitor ya que ambos son muy forofos del Espanyol. Sus padres también han pasado la Covid-19 y, aunque son muy mayores, han tenido suerte y apenas tuvieron síntomas, si acaso muy leves.

Salvador Illa, ministro de Sanidad, en el Congreso de los Diputados.

Salvador Illa, ministro de Sanidad, en el Congreso de los Diputados. Efe

“Cada vez que viene al pueblo, se le deja bastante aire”, cuenta un vecino de La Roca y que mantiene relación con el ministro. “No queremos agobiarlo, le dejamos estar con su familia, que ya está pasando por bastante. Necesita a su familia y se les respeta muchísimo”, asegura. “Hace algún tiempo, Illa participaba en comidas y cenas de Navidad, con viejos compañeros de la política, pero este año va a ser imposible. El local donde se hacían esas reuniones ya ha cerrado. Además, aquí en el pueblo no vamos a hacer nada por lo que le puedan criticar ni nada que le pueda poner en una situación complicada. Su criterio con todo esto siempre ha sido ‘yo tengo que dar ejemplo’ y nosotros lo damos también por él”, añade.

27 de diciembre

Si Salvador Illa puede seguir adelante con su plan de pasar la Navidad en casa será porque, en parte, las Comunidades Autónomas se lo permiten. La Comunidad de Madrid, donde reside, ha endurecido sus normas y ha decretado un cierre perimetral que será efectivo desde el 23 de diciembre hasta el 6 de enero. Sin embargo, el ir a visitar a la familia por Navidad contaría como una causa justificada para salir o entrar del territorio madrileño.

En Cataluña pasa algo similar. Ahí, las reuniones no quedan limitadas a seis personas como en Madrid sino a 10; eso sí, toda la gente puede pertenecer a un máximo de dos núcleos familiares distintos. También se hará un cierre perimetral del territorio, desde esta semana hasta el 11 de enero, pero dejarán las mismas excepciones. De hecho, la Generalitat está impulsando un certificado de declaración autorresponsable, en el que se explica el motivo de la salida, y el último epígrafe es el siguiente: “Del 23 de diciembre al 6 de enero de 2021, ambos incluidos, desplazamientos de entrada y salida de Cataluña a lugares de residencia habitual de familiares o personas allegadas”.

Desde el Ministerio de Sanidad confirman que la intención de Illa es pasar las Navidades con su familia pero aún no saben si pasará todos los días seguidos o estará yendo y viniendo desde La Roca hasta Madrid. Y es que hay una fecha grabada en rojo y que podría truncar las vacaciones del ministro: el 27 de diciembre.

Salvador Illa, ministrod e sanidad, y al fondo, Fernando Simón, director del CCAES.

Salvador Illa, ministrod e sanidad, y al fondo, Fernando Simón, director del CCAES. Efe

Ese 27, este domingo, empezará la vacunación en España y gran parte del proceso de coordinación recaerá sobre la cartera de Illa. “Su plan es ir a casa pero todo depende, se irá decidiendo en el último minuto”, comenta un portavoz de Sanidad a este diario. “El domingo empieza el proceso de vacunación y lo llevamos desde el ministerio, así que a saber. Aquí es que trabajamos 14 horas diarias”, añade. Si el coronavirus ya ha alterado las Navidades de los españoles, las de Illa aún más.