Diego Rodríguez Veiga Jorge Barreno

El Ayuntamiento de San Sebastián, en el marco de su plan para el fomento del euskera, ha instaurado una serie de subvenciones que podrían acabar arrinconando al castellano en el paisaje lingüístico de la ciudad. El Consistorio ofrece bonos económicos a aquellos negocios que quieran rotular en euskera de hasta 2.880 euros, mientras que si se rotula en euskera y en castellano, al mismo tiempo, la cuantía a la que pueden aspirar es 600 euros menor. Si rotulasen sólo en castellano, no habría ayuda. 

Estas subvenciones se pueden desglosar. Así, si un comercio quiere rotular su exterior con carteles exclusivamente en euskera, puede recibir hasta 250 euros de subvención. Si, en cambio, toma la decisión de optar ambos idiomas, la ayuda máxima baja a sólo 60 euros. Pasa lo mismo con los menús y los rótulos del interior de los establecimientos. Si en las las servilletas pone Eskerrik asko zure bisitagatik, la ayuda asciende a 216 euros, pero si también se incluye un “Gracias por su visita”, todo ello baja a un máximo de 150 euros. Ante ello EL ESPAÑOL recorre el centro de Donostia para ver en qué idioma rotulan actualmente y qué opinan de la medida los comerciantes. 

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    Entrada de La Oveja Laxa

    El Ayuntamiento de San Sebastián, gobernado por el PNV y el PSE, está buscando impulsar el euskera en la ciudad a través de un plan que se presentará en las próximas semanas. El problema es que, lejos de tratarse exclusivamente de una apuesta por relanzar la cultura propia, está arrinconando el castellano. 

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    Ayudas mejores al euskera, marginando el castellano

    Una de las medidas más llamativas de este plan es la que ofrece financiar los rótulos e información de las tiendas y negocios hosteleros a aquellos que quieran ponerlo en euskera, pero penalizando la presencia del castellano.

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    En cifras

    Si un comercio quiere rotular su exterior con carteles exclusivamente en euskera, puede recibir hasta 250 euros de subvención. Si, en cambio, opta por el euskera y también el castellano, la ayuda máxima baja a sólo 60 euros. Si es sólo en castellano, no recibe ayuda. 

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    Todos los estratos del negocio

    La medida es aplicable a prácticamente cualquier parte del negocio en la que haya algo escrito. Desde los rótulos exteriores, hasta la cartelería interior. También afecta a los menús, las servilletas y mantelería. 

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    Los totales por negocio

    El total de las ayudas, si se decide reformar el negocio para ponerlo todo sólo en euskera, pueden ascender hasta los 2.880 euros y si se incluye el castellano bajan en 600 euros. De esta forma, todo ello deja de tratarse de incluir el euskera y se acerca a intentar borrar el castellano.

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    El bilingüismo como norma

    En gran parte de la ciudad de San Sebastián, impera el bilingüismo en los negocios y los carteles suelen estar en los dos idiomas. Algunos temen que con esta medida se pueda acabar imponiendo el euskera sobre el castellano. 

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    La mayoría de la población, en castellano

    Según el Gobierno regional el 43,1% de la población de Donostia sólo habla castellano y el 21,5% es vascohablante pasivo. Esto significa que, en realidad, el 64,6% de los habitantes de San Sebastián sólo saben o prefieren hablar en castellano. Y es ahí donde ataca ahora el Ayuntamiento.

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    "El euskera está desapareciendo"

    Uno de los argumentos más utilizados para defender la medida es que el euskera está desapareciendo. No es cierto. En los últimos 25 años, los vascohablantes se han incrementado un 6,9% en términos porcentuales, del 43,7 al 50,6%. Los vascohablantes pasivos han aumentado también un 6,6% y los monolingües, que sólo hablan castellano, han descendido 13 puntos porcentuales. Ello, según los datos del Gobierno regional.

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    Sombrerería Leclercq

    Eva, en la mítica Sombrerería Leclercq, sujeta un pin que dice que aunque no habla euskera sí que lo entiende. "Aquí somos bilingües y esa es la gracia de todo esto, que ambas lenguas convivan juntas, es lo enriquecedor".

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    Borja Corominas, portavoz del PP en San Sebastián

    “Lo que subyace desde el Ayuntamiento es la intención de confrontar”, explica Corominas sobre el plan de fomento del euskera que se está llevando a cabo. “No es favorecer el uso del euskera per se sino a costa del castellano. Es una pena porque los idiomas no tendrían que ser para separar. Si tenemos la suerte en País Vasco de tener una cultura propia, hay que estar orgullosos del idioma, pero no quitando terreno al castellano. Es tan vasco el castellano como el euskera”, añade.

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    Hasta cuatro idiomas

    Donostia es una ciudad turística y hay muchas tiendas que van más allá de simplemente elegir entre el castellano y el euskera e incorporan otros idomas a la cartelería. Se forma así un crisol de lenguas con el único objetivo de informar al visitante, sea vasco o no. 

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    Los que sí están de acuerdo con la medida

    “Me parece bien la medida de los rótulos porque el euskera se está perdiendo. Con las ikastolas -las escuelas que utilizan como lengua vehicular el euskera- se hará lo que sea pero los niños salen de ahí aprendiendo castellano muchas veces mejor que en otros sitios de España”, dice la dependienta de una tienda.

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    Y los que no están de acuerdo

    En un escenario en el que impere el euskera en la rotulación, hay muchas personas que piensan que se podría acabar discriminando a aquellos que mantengan el castellano como lengua vehicular de sus negocios. 

    Jorge Barreno
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    Otros, no se pronuncian

    Hay mucha gente que no está de acuerdo con la medida y que, sin embargo, no se quiere pronunciar al respecto. Así, se va generando esa espiral del silencio que acuñó Elisabeth Noelle-Neumann y que explica que los individuos adaptan su comportamiento a las actitudes predominantes, laminando la voz disidente.

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    El polémico cartel

    Justo cuando EL ESPAÑOL recorre San Sebastián, estalla la polémica del cartel de 'Patria', la novela de Fernando Aramburu que ahora se ha convertido en serie. Las críticas al cartel son por equiparar a las víctimas de violencia terrorista con las víctimas del terrorismo de Estado. Aquí, cuelga en Donostia. En euskera, patria sería 'aberría'. 

    Jorge Barreno