"En Lérida se reunieron 20 personas el fin de semana para celebrar una fiesta de aniversario. Cuatro eran positivas y todas ellas resultaron contagiadas". Lo explican desde el Departament de Salut de la Generalitat para aclarar por qué Lérida no debería pasar a la fase 2 de la desescalada. En la provincia catalana se ha registrado un rebrote que desde la Generalitat se niegan a calificar de rebrote. Pero la realidad es que el número de contagiados y decesos ha experimentado un notable repunte.

La fiesta del cumpleaños, las residencias de mayores y los mataderos de carne que alimentan a toda Cataluña (la agroalimentaria es la industria más importante de la provincia) son los que se encuentran bajo la sospecha de haber provocado este pico. En total son 10 las instalaciones cárnicas que serán investigadas para conocer cuál de ellas ha sido la posible responsable de este incremento inesperado. Porque en la última semana, Lérida pasó de haber despachado con éxito lo peor de la pandemia (12,1 casos por cada 100.000 habitantes) a ponerse en la picota (42,7 casos por cada 100.000). Su región sanitaria ha pasado de identificar 45 casos de SARS-COV-2 entre el 7 y el 13 de mayo, a diagnosticar 142 positivos entre el 14 y el 21 del mismo mes. Hay 32 personas ingresadas por Covid-19.

Lérida no pasa el corte porque algunos de sus ciudadanos siguen mostrando actitudes irresponsables, especialmente en el ámbito del ocio. Además de la mencionada fiesta de cumpleaños que refería la Generalitat, la Guardia Urbana denunció el sábado a la discoteca más grande y popular de la ciudad, llamada Biloca. Allí se habían concentrado 26 personas. Los propietarios le contaron a la policía que se trataba de una fiesta privada, aunque luego confesaron que la entrada era libre.

Contagioso cumpleaños

El primero de los factores que explica el retroceso ilerdense es la fiesta de cumpleaños a la que se ha referido el Departament de Salut. Aunque la concentración máxima permitida era de 10 personas, en Lérida ciudad se celebró el fin de semana un aniversario en el que se reunieron una veintena de personas. Lo único que confirma el gobierno catalán es que de los asistentes, 4 eran positivos, y que todos los demás resultaron contagiados.

El mismo fin de semana, otra polémica fiesta acabó con intervención policial y denuncia. Se celebró en la discoteca Biloba; un espacio de ocio al aire libre que pasa por ser el más popular de la capital ilerdense. Allí, el sábado por la tarde, los vecinos dieron la voz de alarma: se estaba dando una reunión más multitudinaria de lo permitido en su interior.

Al llegar la policía, los propietarios aseguraron que era un evento privado. Que se habían reunido un grupo de amigos para comer a mediodía y que la sobremesa se les había alargado. Luego acabaron reconociendo a los agentes que había una apertura de puerta a las 6, con entrada libre. Los responsables de la empresa aseguran que la denuncia era infundada y que tenían todos los permisos. La Guardia Urbana, por contra, lo desmiente. En esa fiesta, no obstante, no hay constancia de que ninguno de los participantes estuviese contagiado.

10 mataderos bajo sospecha

El otro más que probable foco de este rebrote (que para la Generalitat no es rebrote, aunque pidan que la región no pase de fase) está en la industria mayoritaria de Lérida: la agroalimentaria. La fruta y la carne son los principales valores económicos de la provincia más rural de Cataluña. En total son 10 los mataderos que serán investigados por la Generalitat durante el proceso de trazabilidad.

El primero en trascender a los medios, no obstante, ha sido el Grupo Valls Companys, uno de los productores cárnicos más importantes de Cataluña, que cuenta con una plantilla de 600 trabajadores. La acusación partió desde dentro, desde el comité de CCOO, que denunciaba que la empresa no había cumplido con la normativa obligatoria, provocando que los trabajadores se viesen vistos abocados a situaciones como no disponer de gel hidroalcohólico para poder fichar. El ESPAÑOL ha intentado varias veces ponerse en contacto con Ventura Campo, representante del sindicato, sin éxito.

Desde la empresa, sin embargo, han declarado a este periódico que “Desde Avidel se han activado y reforzado protocolos de seguimiento de la Covid-19 desde antes del Estado de Alarma. Sólo se han confirmado 3 positivos de una plantilla de 600 trabajadores. A los 14 que podían haber coincidido con ellos en el mismo turno se les hicieron tests en su momento y salieron negativo todos. Se ha controlado y trazabilizado. Desde la empresa se empezarán a hacer tests en la plantilla para poder garantizar el trabajo de manera segura”, desmarcándose de ser ellos los responsable del rebrote.

UGT, el otro sindicato, tampoco ha atacado a la empresa. Ha preferido señalar a la Generalitat, exigiendo “que clarifiquen estos datos y que focalicen el origen de esta problemática. No podemos permitirnos criminalizar al sector alimentario ilerdense en general, ya que es el principal pilar de la economía de nuestra demarcación”, declaró su portavoz, Xavier Perelló, que advirtió de que no van a consentr “que se generen fake news” en torno a este asunto”.

Las residencias otra vez

El tercer punto clave son las residencias de mayores, una vez más. Como en el resto de la geografía española. No solamente han resultado contagiados ancianos: las principales víctimas han sido los sanitarios. Un rebrote que ha provocado un total de 32 ingresos. 24 de ellos están en planta, 11 en el Hospital Arnau de Vilanova, 8 en el Hospital Universitari Santa Maria y 5 en el Hotel Salut Nastasi. Otros 8 están en la UCI del Arnau de Vilanova.

¿Cuál es el origen real de este repunte? No cabe señalar a uno en concreto. De hecho, es posible que muchos de los casos no tuvieran nada que ver con estos factores: “Son cadenas de transmisión activas desde hace semanas, pero el aumento de capacidad de diagnóstico que tenemos ahora lo ha podido detectar”, contó el director general de Professionals de la Salut, Marc Ramentol, a la emisora RAC1, tratando de quitar hierro de algún modo a este incremento: “Si fuese una situación grave, se habrían tomado otras medidas, más allá de mantener la fase 1”.

Pero la única realidad es que hay un repunte. O rebrote, como quieran llamarlo. Lérida ha dado un paso atrás y ahora las investigaciones se focalizan en los mataderos y las fiestas. Las empresas cárnicas aseguran que es imposible, por las condiciones extremas de higiene que imponen, que alguno de los positivos hubiera transmitido el virus a la carne. Será en los próximos días cuando se determine qué grado de responsabilidad tuvo la carne, las fiestas de cumpleaños y las discotecas abiertas.

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