Valga es un pequeño municipio situado en Pontevedra.

Valga es un pequeño municipio situado en Pontevedra.

Reportajes

Valga, el pueblo de las cuatro asesinadas por el machismo en solo seis meses

El pasado mes de marzo, Javier asesinó a su mujer, María José. Ahora, seis meses, después un hombre ha asesinado a tres mujeres. 

16 septiembre, 2019 12:41

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El pequeño municipio de Valga se ha visto -de nuevo- teñido por la tragedia. Un hombre ha asesinado, con un arma de fuego, a su exmujer, exsuegra y su excuñada. Como ha podido saber EL ESPAÑOL, la pareja se estaba separando y ella había vuelto al hogar familiar, donde vivía junto a sus padres. Pero este no es el primer crimen machista que se produce en la parroquia gallega. El pasado mes de marzo, Javier acabó con la vida de María José, su mujer. 

Valga es un pueblo de Pontevedra situado a orillas del río del Ulla. Allí sus casi 6.000 vecinos disfrutan de una vida tranquila, cuidando el campo y manteniendo -poco a poco- la vida que queda en el municipio. Está delimitado al norte por los municipios de Dodro, Pontecesures y Padrón; Catoira y Caldas de Reyes por el sur; Cuntis y La Estrada por el este y Rianjo y Dodro por el oeste. Por el municipio, discurre la autopista AP-9, así como la línea de ferrocarril. 

Esta mañana, Valga se despertaba con la tranquilidad que inunda las pequeñas casas de piedra que se distribuyen de manera desigual por toda la parroquia. Pero esa paz duró poco. Un vecino de Bertamiráns, que vivía en el municipio, llamó a la Guardia Civil para alertar que había asesinado a su excuñada, exsuegra y expareja. El hombre cometió el asesinato delante de los hijos menores, de 4 y 7 años, y después huyó. La pareja se había separado recientemente. Los agentes encargados están investigando los detalles del asesinato. 

El otro asesinato: Javier se suicidó tras matar a su mujer

Pero hace seis meses, este municipio gallego se tiñó de negro. El 8 de marzo, el colectivo O Refaixo da Carolina realizó su llamamiento anual y mujeres de todo el ayuntamiento salieron a la calle a manifestarse por sus derechos como en muchas otras ciudades de España en las que la marea morada se hizo notar. 48 horas después, todo comenzó a torcerse. 

María José era carnicera y trabajaba en Valga desde hacía años. Era una mujer fuerte, buena. Se casó joven con Javier Bello Ferreirós, de 46 años, y tuvieron dos hijos en común, ambos ya mayores de edad. Al final de esta semana, él le quitó la vida de un disparo en el pecho antes de suicidarse

La Guardia Civil custodia las Inmediaciones de la vivienda donde se cometió el crimen el pasado mes de marzo.

La Guardia Civil custodia las Inmediaciones de la vivienda donde se cometió el crimen el pasado mes de marzo. EFE

La mujer era natural de Carracedo, localidad situada 10 kilómetros al sur de Valga. El domingo, la pareja había quedado para comer con parte de su familia, muy cerca de la vivienda que ambos habitaban en el lugar de Bronllo, a la altura de la AP-9. La distancia era corta y la mujer solía recorrer el camino andando. Debido a la tardanza de la mujer, uno de sus dos hijos decidió acercarse a la vivienda familiar. 

La puerta estaba cerrada. El joven llamó a sus parientes y estos le ayudaron a romper una de las ventanas de la casa. Dentro se encontró el resultado de una trágica escena ocurrida horas antes.

No había denuncias previas

Javier Bello Ferreirós tenía licencia de caza. Cuando podía, se escapaba a algún coto o cacería tras el cual exhibía sus presas. Disponía en su casa de dos escopetas. Una de ellas la utilizó para matar a su mujer. La encañonó y le quitó la vida de un disparo en el pecho. Acto seguido, dirigió el cañón del rifle hacia su propia cara y apretó el gatillo, quitándose la vida de un disparo en el rostro. 

María José nunca llegó a denunciar a Javier. "Solo pido a las mujeres que no tengan miedo de hablar, que siempre van a tener el apoyo. No había denuncias, ni antecedentes. No había nada que hiciera saltar las alertas. Nosotros buscamos trabajar la prevención desde los colegios, pero cuando no consigues evitar un asesinato... Valga ahora mismo está rota", reconoció, en su momento, Begoña Piñeiro, concejala de Igualdad de Valga.